Simeone examina al Atl¨¦tico, no al rev¨¦s
No son las derrotas las que sorprenden, sino la manera de producirse, v¨ªctima de errores ins¨®litos
Dos derrotas han trastornado el recorrido del Atl¨¦tico. Perdi¨® en el Metropolitano contra el Milan en la Liga de Campeones y contra el Mallorca en la Liga espa?ola. Perdi¨® los dos partidos a ¨²ltima hora, circunstancia extra?a en el periodo Simeone, caracterizado por las victorias cortas del Atl¨¦tico, muchas veces en los momentos finales de los encuentros. Con estos resultados, el equipo se obliga esta semana a una victoria en Oporto y a un esfuerzo supremo frente al Real Madrid, que llegar¨¢ al derbi con 10 puntos de ventaja.
De un plumazo, el Atl¨¦tico puede quedarse apeado de la Copa de Europa y la Liga, decepci¨®n insospechada por temprana y por su calidad de favorito en el campeonato nacional. Gan¨® la Liga 20-21 no sin angustia, pero sostenido por una plantilla amplia y competente, dirigida por un hombre que hace mucho tiempo rebas¨® la estricta categor¨ªa de entrenador.
Ni Klopp, ni Guardiola, los dos t¨¦cnicos que definieron el f¨²tbol en la ¨²ltima d¨¦cada, han adquirido el car¨¢cter intocable de Simeone, centauro del Atl¨¦tico en unos tiempos donde los entrenadores son ejemplares extremadamente sensibles, sometidos a un escrutinio devorador. Simeone, no. Hace tiempo que su parte de entrenador es mucho menos visible que su condici¨®n de mes¨ªas en el Atl¨¦tico, autoridad que le confiere una autoridad absoluta.
No son las dos derrotas las que sorprenden, sino la manera de producirse. Cualquiera que sea la opini¨®n que merece el juego del Atl¨¦tico, su rendimiento ha sido tan eficaz como su f¨¦rrea disciplina para evitarse errores. ¡°De cometer distracciones se encargan los rivales. De aprovecharlas nos encargamos nosotros¡±, es la divisa de Simeone.
Contra el Milan y el Mallorca, el Atl¨¦tico jugaba en casa y en los dos casos se encontraba en una situaci¨®n ventajosa. El empate con el equipo italiano le permit¨ªa un buen margen de maniobra en esta fase de la Liga de Campeones. Con un partido menos que el Real Madrid y en v¨ªsperas del derbi, el gol de ventaja sobre el Mallorca le manten¨ªa cerca del l¨ªder. En los dos casos, el Atl¨¦tico fue v¨ªctima de errores ins¨®litos.
Como todos los equipos, el Atl¨¦tico ha encajado goles en el ¨²ltimo suspiro, algunos devastadores, como el de Sergio Ramos en la final de Lisboa 2014, pero rara vez ha entrado en p¨¢nico, ni se ha desarmado, ni ha concedido el tipo de ocasiones que significaron los goles de Messias y Kubo. En un aspecto fundamental para su t¨¦cnico, se ha visto al Atl¨¦tico menos simeonista que se recuerda, hasta el punto de generarse una duda: ?es un defecto circunstancial o asoma un problema de desgaste?
Esta semana permitir¨¢ despejar dudas. En seis d¨ªas, el Atl¨¦tico puede recuperarse o perder definitivamente el paso en las dos competiciones. La posici¨®n de Simeone est¨¢ m¨¢s que asegurada. Lleg¨® al Atl¨¦tico en la Navidad de 2011, en uno de los frecuentes ciclos depresivos del club. Simeone era la apuesta sentimental m¨¢s segura para los dirigentes. Cinco meses despu¨¦s, el Atl¨¦tico gan¨® la Europa League. El resto es historia.
El Atl¨¦tico ha ganado dos Ligas, una Copa y dos ediciones de la Europa League, ha disputado dos finales de la Copa de Europa y siempre ha figurado entre los cuatro primeros del campeonato espa?ol en los ¨²ltimos 10 a?os. Nada de eso se entender¨ªa sin el efecto Simeone. Tampoco se comprender¨ªa el exponencial crecimiento de un club que ahora disfruta de un fabuloso estadio y de una indiscutible posici¨®n en el gotha del f¨²tbol europeo. La posici¨®n de Simeone en el Atl¨¦tico est¨¢ m¨¢s que preservada. M¨¢s dudosa ser¨¢ la posici¨®n del Atl¨¦tico en la cabeza de Simeone si el equipo no responde esta semana.
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