Aunque sin Mbapp¨¦, el Madrid sigue siendo el club de los gal¨¢cticos
Mientras el City y el PSG tratan de emular el glamur de los blancos, el Liverpool saca fuerzas del aura de sus dramas hist¨®ricos de Heysel y Hillsborough: nunca camina solo
Cuando el Real Madrid perdi¨® el partido de ida de los octavos de final el 15 de febrero en Par¨ªs, el mundo era otro. Cuando se jug¨® el partido de vuelta en Madrid, Rusia ya hab¨ªa invadido Ucrania. El f¨²tbol hab¨ªa dejado de ser importante. Pero aquellos que vieron c¨®mo el Real Madrid remontaba milagrosamente el partido nunca lo olvidar¨¢n.
Este a?o, la final de la Liga de Campeones tiene lugar en un momento en que la guerra hace estragos en Europa. La sede se ha trasladado de San Petersburgo a Par¨ªs porque Rusia, el agresor, ha sido excluido de la competici¨®n. La guerra del aut¨®crata Putin est¨¢ cambiando el mundo entero.
El equipo del Real Madrid es el que est¨¢ distrayendo a Europa durante esta primavera confusa. En su camino hacia la final, venci¨® a los finalistas del a?o pasado, el Chelsea y el Manchester City, de manera igual de espectacular que con el PSG. Sus rivales dominaron el partido, el Madrid sobrevivi¨® a las fases cr¨ªticas y luego sorprendi¨® a sus rivales y al mundo del f¨²tbol con r¨¢fagas de brillantez.
En la semifinal contra el City, el Real perd¨ªa por dos goles en el minuto 90... y gan¨®. Me record¨® la dolorosa derrota del Bayern de M¨²nich contra el Manchester United en 1999 o la victoria del Chelsea en la Finale dahoam de 2012, mi Waterloo personal. En la Premier League, en cambio, el City convirti¨® al final un 0-2 en un 3-2 en cinco minutos y se proclam¨® campe¨®n. Lo inexplicable es parte de la fascinaci¨®n del f¨²tbol.
Ahora, el Madrid, campe¨®n en 13 ocasiones, se enfrenta al Liverpool, que lo ha sido seis veces. En cuanto a si el Madrid puede lograr otro milagro, todas las miradas est¨¢n puestas en Karim Benzema. El mejor delantero del mundo representa lo que es el Madrid: talento, genialidad, conocimiento intuitivo del juego, creencia en su propia fuerza. Contra el PSG marc¨® tres goles en 17 minutos, y 10 en los seis partidos de las eliminatorias. Ya ha igualado el r¨¦cord de Cristiano Ronaldo y podr¨ªa rebasarlo en la final.
Los pasos en falso de Benzema fuera del terreno de juego no hacen f¨¢cil admirarle sin reservas. Pero es uno de los grandes. Ya ha ganado cuatro veces la Liga de Campeones. En Par¨ªs, al igual que Luka Modric, Casemiro y Toni Kroos (que gan¨® el primero de sus cuatro t¨ªtulos con el Bayern), podr¨ªa alcanzar a Alfredo di St¨¦fano, que forj¨® el mito del Real Madrid con la singular racha ganadora de 1956 a 1960.
La disciplina no es algo que uno asociar¨ªa con Benzema. Mantener a un jugador como ¨¦l centrado requiere un entrenador que sepa con qui¨¦n est¨¢ tratando en un club en el que todo futbolista sue?a con jugar. Carlo Ancelotti, el primer entrenador que llega a la final por quinta vez, encaja perfectamente en el Real Madrid en estos momentos. Contra el City, cambi¨® a Kroos, Modric y Casemiro en 10 minutos. Reconocer el momento adecuado para ese golpe de efecto requiere un instinto visceral. Y un entrenador que desde la banda consigue que esos jugadores acepten esa decisi¨®n, como hace Ancelotti, goza de una credibilidad absoluta.
Gal¨¢cticos: esa es la se?a de identidad del Real Madrid desde hace m¨¢s de medio siglo. Est¨¢n los mejores de los mejores de cada generaci¨®n. Vienen de Espa?a y Sudam¨¦rica, ocasionalmente de Europa, normalmente de las grandes naciones futbol¨ªsticas de Francia, Inglaterra, Italia y Alemania. El City, y sobre todo el PSG, emulan al Madrid y quieren un trozo de ese glamur. Llevan una d¨¦cada persigui¨¦ndolo sin alcanzarlo. Siguen siendo copias, y el Madrid, aunque se haya quedado sin Mbapp¨¦, sigue siendo el original.
El Liverpool FC sigue otro derrotero. Los factores decisivos de su f¨²tbol son el f¨ªsico, la velocidad, el empuje hacia delante en casi todas las posiciones. As¨ª es c¨®mo querr¨ªan jugar la mayor¨ªa de los equipos. En la final de la Europa League, el Eintracht de Frankfurt derrot¨® al Glasgow Rangers en una batalla apasionante. Pero nadie se acerca a la excelencia del Liverpool: el estilo del momento est¨¢ hecho a la medida de la ciudad portuaria y obrera.
All¨ª, en siete a?os, se ha forjado una unidad entre J¨¹rgen Klopp y sus jugadores. Consigue trasladar al terreno de juego la mentalidad del Liverpool de ¡°llevar las de perder¡± y sacar fuerzas del aura de los dramas hist¨®ricos del club vividos en Heysel y Hillsborough. Como todos los grandes equipos, el Liverpool ha creado una identidad que le ha llevado a su tercera final en cinco a?os. El Bar?a era ¡°m¨¢s que un club¡±; el FC Bayern era miasanmia; en el Liverpool, Virgil van Dijk, Trent Alexander-Arnold y Sadio Man¨¦ ¡°nunca caminan solos¡±.
¡°?Nunca caminar¨¢s solo!¡±. El equipo es m¨¢s grande que el individuo. Philippe Coutinho, en otro tiempo el mejor del Liverpool, no lo supo ver. No triunf¨® en el Barcelona ni en M¨²nich, y ahora juega en el Aston Villa. El egipcio Mohamed Salah, en cambio, se convirti¨® en una estrella de la comunidad del Liverpool. Cuando era un ni?o de 12 a?os, viajaba todos los d¨ªas cuatro horas en autob¨²s para ir a los entrenamientos; hoy est¨¢ en el Sal¨®n de la Fama. Esta ambici¨®n, esta ansia de reafirmarse, caracteriza al Liverpool. El contraste con el Madrid y Benzema no podr¨ªa ser mayor. Por eso tengo unas ganas incre¨ªbles de ver este partido.
Naturalmente, no podemos disfrutar del f¨²tbol relajadamente, no podemos olvidarnos de la guerra. Tiene repercusiones para los pueblos de Europa, especialmente para el ucranio. En la liguilla inicial, el Real Madrid perdi¨® en casa contra el Sheriff Tiraspol, un club de Transnistria. Su entrenador, Yuri Wernydub, dej¨® al equipo justo antes del partido de la Europa League contra el SC Braga, el 24 de febrero, para ir a defender su pa¨ªs natal, Ucrania. Hace unos meses ganaba en el Bernab¨¦u; ahora lucha con sus compatriotas en primera l¨ªnea con un arma en la mano. Una historia de f¨²tbol del a?o 2022.
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