Sam Bennett reclama su trono en La Vuelta a Espa?a
El irland¨¦s de Bora, que logr¨® un ¨²nico triunfo esta temporada tras un a?o en blanco, recobra su estatus de tibur¨®n de los sprints al vencer la segunda etapa
Fueron 359 d¨ªas en blanco, un largo periodo sin triunfos ni festejos, demasiado para un ciclista que ya hab¨ªa logrado laureles en las tres grandes (tres en el Giro; dos en la Vuelta; y otros dos en el Tour rematados con el maillot verde en 2020). Pero en el Gran Premio de Frankfurt, con el primer sol de este mayo pasado, Sam Bennett cogi¨® el rebufo de su compa?ero-lanzadera Danny Van Poppel y levant¨® los brazos. Era la miel despu¨¦s del castigo que sufri¨® en un entrenamiento, cuando se da?¨® la rodilla, cuando pareci¨® perder la punta de velocidad. Descartado por Bora-Hansgrohe para el Tour para su disgusto, Bennett regres¨® a La Vuelta con la gazuza de un le¨®n herido. Y, a las primeras de cambio, como si fuera un calco a lo ocurrido en Frankfurt, se llev¨® la gloria y el maillot verde, un triunfo de poder¨ªo. Van Poppel fue de nuevo su lazarillo y en los ¨²ltimos metros, el belga -irland¨¦s a la postre porque corre para el pa¨ªs del tr¨¦bol porque con cuatro a?os se fue a vivir ah¨ª con su familia-, dentellada a dentellada, pedalada a pedalada con el cuerpo sobre la bicicleta, esfuerzo hom¨¦rico y cara de sufrimiento, super¨® a Sam Pedersen (Trek) y Tim Merlier (Alpecin), segundo y tercero, quiz¨¢ los favoritos junto a Ackermann (UAE), ya que en la ronda espa?ola no participan los grandes tiburones como Philipsen, Jakobsen, Cadel Evans, Sagan y Van Aert.
Fue una jornada at¨ªpica, marcada por fugas sin demasiada gasolina y por ca¨ªdas de ¨²ltima hora, como la que sufri¨® Alejandro Valverde a 700 metros de la l¨ªnea de meta. ¡°No ha sido un d¨ªa tranquilo, y a la vista est¨¢ del hosti¨®n que ha habido cerca de meta. Creo que no es nada. Se han ca¨ªdo delante y no lo he podido evitar; he frenado, pero aun as¨ª he ca¨ªdo. Parece que estoy bien¡±, resolv¨ªa el murciano, ya en el autob¨²s de su equipo. Unas horas antes, alrededor de los pintorescos canales de Den Bosch, desde donde parti¨® el pelot¨®n, ya se notaba ese nerviosismo, deseosos unos cuantos de ense?ar el maillot a la televisi¨®n y, por qu¨¦ no, de conseguir el premio a la competitividad. ¡°La idea es meterse en una fuga, pero no ser¨¢ sencillo. Sobre todo si los equipos del Wolrd Tour tiran porque ah¨ª ya no se escapa quien quiere sino quien puede¡±, resum¨ªan desde Euskatel. Pero fueron fieles a su palabra, pues nada m¨¢s abrirse el tel¨®n de la etapa salt¨® Xabier Mikel Azparren junto con otros cuatro corredores: Jetse Bol (Burgos-BH, Julio van den Berg (EF), Thibault Guernalec (Arkea) y Pau Miquel (Kern-Pharma), que se estrenaba en una gran vuelta y quer¨ªa festejar el d¨ªa de su 22 cumplea?os con una fuga.
Se desentendi¨® el pelot¨®n de buenas a primeras, como si prefiriesen ver el Parque Nacional de Loonse y Drunense, un bosque templado de con¨ªferas, dunas y humedales, tambi¨¦n arenas movedizas. Un peque?o desierto entre el absoluto verde que copa la tierra holandesa. Pero en el grupo grueso que persegu¨ªa a los escapados, el color que cogi¨® la delantera era el azul de Alpecin, empecinado en demostrar car¨¢cter y fiabilidad, el control de la carrera para catapultar a Tim Merlier al sprint final. ¡°El equipo se ha preparado con ganas para estas dos etapas antes de ir a Espa?a, sabemos que Tim es uno de los velocistas m¨¢s fuertes y tenemos mucha confianza en ¨¦l¡±, resum¨ªa el equipo belga. ¡°?Tom¨¢is el relevo?¡±, preguntaron por dos veces los rodadores de Alpecin a los del Israel-Premier Tech. Pero por dos veces se llevaron la negativa y por dos veces tuvieron que apretar el paso, pues redujeron de cinco minutos a apenas 20 segundos en 70 kil¨®metros llanos, de paisaje buc¨®lico, molinos de viento y e¨®licos, casas desperdigadas y terreno de pasto para caballos y vacas, tambi¨¦n muchas rotondas que era la gran preocupaci¨®n de todos, una vez que se constat¨® que el viento no azotaba con fiereza y no se produjeron abanicos. Aunque, conformes con su ejercicio de autoridad, los Alpecin decidieron volver a darle carrete al quinteto, que aguant¨® la fuga hasta que faltaban 60 kil¨®metros.
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— La Vuelta (@lavuelta) August 20, 2022
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Quiso entonces marcarse un solitario Luis ?ngel Mat¨¦ (Euskaltel), solidario en esta Vuelta porque ya advirti¨® que donar¨ªa un ¨¢rbol por cada kil¨®metro que rodara fugado para repoblar Sierra Bermeja, cerca de su Marbella, tras el incendio que sufri¨® el a?o anterior. Y fueron 24 los que deber¨¢ dar (m¨¢s 100 que anticip¨® que donar¨ªa porque no sab¨ªa si lograr¨ªa meterse en una fuga), absorbido por el pelot¨®n, ya comandado por un mejunje de equipos, todos preocupados por lanzar a sus sprinters en la meta volante. Pero esa gloria fue para Mads Pedersen (Trek-Segafredo), todo un campe¨®n del Mundo (2019) al que le bast¨® con una corta arrancada para descontar a los pocos rivales que se la disputaron, pues la mayor¨ªa ten¨ªa la meta en el horizonte, 15 kil¨®metros de alto voltaje.
Y por poco no repite Pedersen, voraz en el sprint final, capaz de ganarle la posici¨®n a Tim Merlier. Pero no as¨ª a Bennett. ¡°No estoy todav¨ªa en la mejor forma, pero se podr¨ªa decir que estoy en el camino correcto y bastante cerca. La Vuelta es clave para demostrar mi mejor nivel¡±, acept¨® el irland¨¦s, que felicit¨® a sus compa?eros. Lo mismo hizo Mike Teunissen, que finaliz¨® cuarto y, por eso del puest¨®metro, cogi¨® el maillot rojo, l¨ªder de una Vuelta en la que los sprinters reclaman su territorio antes de que se escarpe el recorrido. Como Sam Bennett, que ya ha explicado que est¨¢ de regreso, que quiere de nuevo sentarse en el trono.
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