Caro, barato¡y viceversa
Griezmann aprovecha las medias horas que le da su entrenador y mata el axioma de que para ser titular hay que demostrarlo en el campo
Acabamos de salir del farragoso mercado de verano, lleno de cifras y de balances econ¨®micos y as¨ª, como sin demasiado ruido, llegan los ecos de la Champions y los partidos europeos.
Viendo el encuentro del Camp Nou se me despert¨® una curiosidad que viene de la econom¨ªa dom¨¦stica y que se refiere a 2 conceptos simples y de tan simples muy complejos.
Cuando el Bar?a fich¨® a Ousmane Demb¨¦l¨¦, en el verano de 2017 y por 125 millones de euros procedente del Borussia Dormund, justo tras el impacto de la salida de Neymar, justo tras la llegada de 220 millones de euros inesperados, las expectativas eran enormes para un extremo de la vieja escuela, ambidiestro y demoledor en el uno contra uno, un jugador ¨²nico que encajaba como un guante en el juego con extremos del Bar?a. Lo que pas¨® en lo deportivo a lo largo de las siguientes 5 temporadas confirmaba uno de los titulares que en aquel momento era evidente, una verdad confirmada: ¡°Uno de los fichajes m¨¢s desastrosos en lo deportivo y en lo econ¨®mico. Un despilfarro de dinero¡ y de talento¡±.
La operaci¨®n de Demb¨¦l¨¦ era el paradigma de lo que no hab¨ªa que hacer, era el ejemplo de operaci¨®n sobrevalorada, excesiva, hecha con prisas y pagando esas prisas a precio de oro. Todo terrible, todo tremendo, todo irreversible.
Cuando el mi¨¦rcoles fue cambiado -Xavi sabe bien de la gesti¨®n de esas emociones en la inmensidad del Camp Nou, con el p¨²blico puesto en pie, con sus compa?eros aplaudi¨¦ndole y con los due?os de las calculadoras llenos de dudas porque este Demb¨¦l¨¦ no cabe en ning¨²n algoritmo- justo en ese momento me vino a la cabeza la idea de este art¨ªculo: ?Demb¨¦l¨¦ es caro o barato?
La respuesta es, como casi siempre: Depende. Aquel era caro, pero este es un chollo. Un chollo adquirido a precio alto pero, hoy, un chollo.
Detr¨¢s de Demb¨¦l¨¦ se adivinaba la imagen, creo que hasta la sonrisa, de Lewandowski, ese delantero que no solo es el terror de los porteros, sino que lo es por partida doble o triple. Un finalizador, pero tambi¨¦n un ¡°enlazador¡± del juego, un pasador y un jugador del que hemos descubierto que hace mucho m¨¢s que esos pases a la red en los que su simpleza nos desvela su dificultad. Cuando el polaco lleg¨® a Can Bar?a nadie dudaba de su calidad, de su voracidad ante el gol, de su capacidad para convertir una jugada trivial en un tiro a la red. Pero su edad y que el Bayern le abriera la puerta, se?alaba que el Bar?a pagaba, volv¨ªa a pagar, muy caras sus dudas y necesidades ya que, si no, los sesudos b¨¢varos nunca le hubieran dejado salir. Otro producto caro, talentoso, pero caro, ya que si un delantero como Demb¨¦l¨¦ ya significa sobreprecio, si a ese delantero se le caen los goles como a Lewandowski, eso significa m¨¢s dinero sobre la mesa.
Apenas hace un mes desde que las competiciones oficiales est¨¢n en marcha y ya decimos que el fichaje del polaco es uno de esos estrat¨¦gicos, uno de esos que se escribir¨¢ con letras de oro en la historia de los 9 cul¨¦s, uno de esos en los que cualquier precio parece poco y siempre ser¨¢n baratos.
Y ah¨ª andaba mi imaginaci¨®n trabajando cuando Griezmann caz¨® un bal¨®n en el segundo palo y llev¨® la euforia al Metropolitano. Un chaval meritorio que va aprovechando las medias horas que le da su entrenador, mejor dicho su club, demostrando que el f¨²tbol cambia, que no significa que evoluciona, y que mata aquel axioma en el argumentario de los entrenadores de que si quieres ser titular, demu¨¦stramelo en el campo.
O ese de que el jugador mejor pagado es siempre titular. Siempre.
Y eso nos lleva a una ¨²ltima cuesti¨®n:
?Es Griezmann caro o barato?
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