La duda es hasta d¨®nde llegar¨¢ Alcaraz

El hecho de que Casper Ruud y Carlos Alcaraz se disputaran en la final del domingo, no solo levantar su primer Grand Slam, sino tambi¨¦n dilucidar qui¨¦n de ellos ocupar¨ªa el puesto n¨²mero uno y el n¨²mero dos de la clasificaci¨®n, no hac¨ªa m¨¢s que presagiar la belleza e intensidad del encuentro que pudimos disfrutar.

Tras un primer set en el que el espa?ol iba confirmando su condici¨®n de favorito, el tenista noruego consigui¨® darle la vuelta al marcador y anotarse c¨®modamente la siguiente manga. La igualdad se mantuvo hasta el tie break del tercer set y esta fue, seguramente, la clave del encuentro. El jugador de la Rafa Nadal Academy dispuso de una bola de set en el 6-5 y 30-40, que Carlos salv¨® con gran determinaci¨®n y maestr¨ªa, y fue cuando posteriormente se anot¨® el desempate cuando lo vimos crecido a ¨¦l, y a Casper falto de la convicci¨®n necesaria para desarbolar al vencedor murciano.

A pesar de la derrota de nuestro jugador, en la academia estamos muy orgullosos de su impecable comportamiento en la pista, de su tenacidad y de la brillantez de su tenis, que no hace otra cosa que confirmar los futuros ¨¦xitos que cosechar¨¢.

Carlos, por su parte, ha conseguido en estas dos ¨²ltimas semanas de competici¨®n en el US Open lo que la gran mayor¨ªa de los jugadores ans¨ªan lograr, en el mejor de los casos, en toda su carrera: ganar un Grand Slam y alcanzar la primera posici¨®n del ranking mundial. Esto ¨²ltimo, adem¨¢s, siendo el tenista m¨¢s joven de la historia en conseguirlo.

Los deportistas de cualquier disciplina juegan para superarse a s¨ª mismos y para intentar batir las marcas de los dem¨¢s. La que ha logrado alcanzar el tenista espa?ol ser¨¢ dif¨ªcil de rebasar. Lo que ocurri¨® anteayer no ha hecho otra cosa que corroborar las expectativas que la inmensa mayor¨ªa de los seguidores y conocedores del tenis ten¨ªamos depositadas en ¨¦l. El dilema no era saber si ganar¨ªa alg¨²n torneo del Grand Slam, sino cu¨¢ndo. O si alcanzar¨ªa la primera posici¨®n de la clasificaci¨®n, sino en qu¨¦ momento, tambi¨¦n.

El a?o pasado escrib¨ª en estas mismas p¨¢ginas que el joven tenista espa?ol era el jugador con m¨¢s opciones para reemplazar a los integrantes del Big Three que han acaparado la inmensa mayor¨ªa de los torneos y reconocimientos en los ¨²ltimos 18 a?os. A d¨ªa de hoy, podemos afirmar que, con creces, lo ha demostrado.

La primera vez que me lo nombraron, ¨¦l tendr¨ªa 12 o 13 a?os y ya fui augur¨¢ndolo como la gran esperanza del tenis espa?ol. Cuando, por fin, lo vi jugar con 14 o 15 a?os me dej¨® realmente impresionado. Y desde entonces, evidentemente, no ha parado de crecer y mejorar hasta convertirse en el tenista complet¨ªsimo, sin apenas fisuras, que es a d¨ªa de hoy.

En sus primeros a?os juveniles destacaba mucho por su potent¨ªsima derecha. Hoy no sabes si su mejor golpe es esta o su rev¨¦s. El a?o pasado, se le pod¨ªa atribuir alg¨²n peque?o defecto a su saque. Hoy dispone de un servicio a la altura de los mejores del circuito. Su estado f¨ªsico ha dado, asimismo, pasos de gigante en los ¨²ltimos a?os hasta el punto de lograr desarrollar una fuerza tan admirable como letal y una velocidad que me temo que no atesora casi ning¨²n otro compa?ero del circuito.

Todo lo anterior, junto con su gran ambici¨®n y voluntad f¨¦rrea para mejorar, nos lleva al dilema al que nos enfrentamos ahora: saber cu¨¢ntos torneos de los grandes acumular¨¢ y cu¨¢ntas semanas en el n¨²mero uno encadenar¨¢. Tanto de lo uno como de lo otro, seguro que estamos ante los primeros de muchos por llegar.

Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.