El ejemplo de Alejandro Valverde
Siempre con una sonrisa en el rostro, acostumbrado a transmitir amabilidad ante todos, el legado del ciclista trasciende a los resultados logrados en la carretera
La dedicaci¨®n absoluta es el grial en el deporte profesional. Por encima de cualquier logro de competici¨®n, los atletas valoramos el esfuerzo y la entrega constante. Recibir el respeto de tus compa?eros por una vida entregada a la disciplina, despedirte reconocido como un ejemplo de constancia, es el mayor de los halagos a los que aspira un competidor de ¨¦lite.
En el deporte espa?ol, pocas figuras encarnan este sentir como Alejandro Valverde. Su nombre ha sido sin¨®nimo de presencia en el pelot¨®n, de talento exprimido al l¨ªmite en busca de los objetivos. La retirada del murciano deja algo hu¨¦rfano al ciclismo, pero tambi¨¦n subraya un valor clave en el deporte: te querr¨¢n por tus victorias tanto como por tus valores.
A sus 42 a?os, una edad suficiente para casi haber olvidado la bicicleta, Alejandro se ha vaciado hasta el ¨²ltimo metro. Las im¨¢genes de su despedida, dudando si echar el pie a tierra al verse todav¨ªa entre los mejores, describe a la perfecci¨®n la figura de un deportista complicado de emular. Un aut¨¦ntico ejemplo de persistencia, espejo de actitud para los m¨¢s j¨®venes.
Con un palmar¨¦s monumental, coronado con presencias en el podio de las tres grandes vueltas e infinidad de triunfos en pruebas cl¨¢sicas, Alejandro nunca ha permitido que su historial saciase el hambre de competici¨®n. Sus ¨²ltimas cuatro pruebas -terminadas en la segunda, tercera, cuarta y sexta plaza- siempre al borde las victorias, son el mejor de un esp¨ªritu lleno de sacrificio.
El ciclista espa?ol con m¨¢s medallas en la historia de los mundiales, con m¨¢s de veinte a?os de carreras a la espalda, se ha marchado sin mirar el reloj ni apurar la hora de salida. Empe?ado en completar su labor con la ilusi¨®n de un principiante. Siempre con una sonrisa en el rostro, acostumbrado a transmitir amabilidad ante todos, su legado trasciende a los resultados logrados en la carretera.
Uno de los corredores m¨¢s habilidosos para las pruebas cortas, esas que premian la capacidad t¨¢ctica, la expresividad y la inteligencia en el pelot¨®n, hicieron destacar a un ciclista ¨²nico. Siempre que hubo una competici¨®n de este perfil, en cualquier tipo de recorrido, la sensaci¨®n era especial en torno a Alejandro. Ese talento de corredor preciso, tan calculador como consciente de sus fuerzas, le convirtieron en uno de los m¨¢s admirados por la afici¨®n.
Esa es una de las grandes herencias que deja a su paso, uno de los mayores m¨¦ritos que un deportista puede dejar en la sociedad. Valverde ha creado afici¨®n con una manera especial de competir. Quiz¨¢ no fuese el m¨¢s veloz, tal vez otros tuviesen mayor br¨ªo a la hora de armar un ataque, pero su capacidad para leer las carreras siempre le ha mantenido entre los mayores nombres del pelot¨®n.
Galardonado con la medalla de oro de la Real Orden del M¨¦rito Deportivo en 2014, ocho a?os antes de su retirada, un mundo en la competici¨®n profesional, Valverde entr¨® en la historia del deporte espa?ol con mucho camino por recorrer. Esa capacidad para mantener bien alto su nombre a nivel mundial es uno de los principales legados que nos deja.
El anuncio de su adi¨®s deja cierta tristeza entre los amantes de la bicicleta. Se marcha uno de esos fieles compa?eros con los que han crecido, uno m¨¢s en nuestras casas a?o tras a?o, transmitiendo una cercan¨ªa absoluta. Seguro que le quedaban ganas y fuerzas para buscar nuevos retos, pero ha tenido el privilegio de elegir el momento de su retirada. Algo que no todos los deportistas logran.
Nos queda agradecerle su madurez, su pasi¨®n y el gran ejemplo que nos deja. Ojal¨¢ podamos seguir vi¨¦ndole ligado a este deporte.
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