La c¨®lera de Oliver Kahn
El Bayern despidi¨® a su presidente y le impidi¨® viajar con el equipo en la ¨²ltima jornada por temor a que llegara a las manos con su sucesor Jan-Christian Dreesen
En Alemania le bautizaron como King Kahn y en Espa?a se le conoc¨ªa como Copito de Nieve, por su parecido con el famoso gorila albino del zool¨®gico de Barcelona. Como portero, Oliver Kahn, fiero, inaccesible y siempre despeinado, goz¨® de un aura salvaje. Como presidente del FC Bayern dise?¨® el plan estrat¨¦gico m¨¢s sutil, ambicioso, innovador y elegante del f¨²tbol europeo en mucho tiempo. Apenas dur¨® dos a?os en el cargo. Al ser despedido este viernes por Herbert Hainer, poder f¨¢ctico de Adidas, cabeza visible de la industria b¨¢vara y primera autoridad ejecutiva del club social m¨¢s poderoso de Alemania, volvieron a emerger de las profundidades del inconsciente colectivo aquellas visiones que inexorablemente remit¨ªan al simio peligroso.
El Bild public¨® este domingo que el club hab¨ªa impedido a Kahn asistir al ¨²ltimo partido del equipo en Colonia dado que el exportero, al conocer su destituci¨®n, se hab¨ªa mostrado muy agresivo. Furioso. Hainer lo confirm¨® en la conferencia de prensa que celebr¨® este domingo en M¨²nich, en el marco de la crisis institucional m¨¢s grave que atraviesa el Bayern este siglo: ¡°Mientras que el director deportivo Hasan Salihamidzic comprendi¨® la decisi¨®n; Kahn reaccion¨® de una forma muy emocional¡±.
Kahn, de 53 a?os, lament¨® p¨²blicamente el s¨¢bado que el club no le permitiera participar de la expedici¨®n a Colonia, en donde el Bayern se proclam¨® campe¨®n contra pron¨®stico, despu¨¦s de que el Dortmund empatara en casa con el Mainz. Lo que se supon¨ªa, ser¨ªa un funeral, se convirti¨® en la fiesta de la 11? Bundesliga consecutiva. El ¨²ltimo eslab¨®n de una hegemon¨ªa sin precedentes en el f¨²tbol alem¨¢n. Jan-Christian Dreesen, que hasta ahora hab¨ªa ejercido como vicepresidente econ¨®mico, pas¨® a ocupar el sill¨®n de Kahn, y como tal entreg¨® el plato del campe¨®n a los capitanes Kimmich y Neuer.
El miedo al gorila flotaba en el ambiente. El periodista Pit Gottschalk, de la cadena Sport1, inform¨® este domingo de que la directiva del Bayern hab¨ªa impedido que Kahn viajara con el equipo por temor. Espanto f¨ªsico a un ataque que hiciera presa en Dressen, especialmente, cuando ambos dirigentes se cruzaran en el avi¨®n o en el palco del estadio.
El proyecto del club que emergi¨® de la pandemia como el m¨¢s poderoso de Europa continental, verdadera alternativa a las potencias de la Premier, necesitaba madurar lentamente. Pero el Bayern siempre tiene prisa. Probablemente todo comenz¨® a torcerse en Dortmund, el 8 de octubre de 2022. Ese d¨ªa el Borussia empat¨® en el minuto 95 (2-2) con un gol de Modeste. Fue el primer gran tropiezo de un equipo que intentaba desarrollar el juego m¨¢s arriesgado que ha hecho el Bayern desde la salida de Guardiola en 2016.
Con el fichaje de Julian Nagelsmann en 2021, y la mayor inversi¨®n en contrataci¨®n de futbolistas en toda su historia, el club sure?o pretend¨ªa liderar el f¨²tbol europeo con algo m¨¢s que resultados. La idea de Nagelsmann, cuyo primer valedor era Kahn, resultaba tan temeraria y compleja como bella. Se trataba de emplear hasta seis carriles de ataque con un intercambio radical de posiciones que hiciera de las maniobras ofensivas algo ¨²nico. M¨¢s dif¨ªcil que todo lo que hab¨ªa intentado Guardiola. Pero Nagelsmann necesitaba tiempo, su car¨¢cter adolescencial despertaba suspicacias en la gerontocracia del club, comenzando por Uli Hoeness, y por peque?os desajustes el equipo no acababa de arrasar a sus adversarios.
Ese d¨ªa de oto?o en el Westfalenstadion, cuando Modeste meti¨® el empate en el ¨²ltimo instante, Kahn se transfigur¨®. Sentado en el palco, entre Dressen y Hainer, la serenidad de sus gentiles compa?eros de fila contrast¨® con la radicalidad de su paroxismo. Primero se ech¨® violentamente hacia atr¨¢s mientras profer¨ªa un aullido, y luego se volvi¨® hacia adelante blandiendo piernas y brazos con todo el empuje de su swing, como si quisiera partir la baranda de un golpe. La televisi¨®n lo grab¨®. El propio Kahn, tal vez emocionado ante su propia emoci¨®n, colg¨® el v¨ªdeo en Twitter.
Adi¨®s a Harry Kane
La gestaci¨®n de la destituci¨®n de Nagelsmann entra en el ¨¢mbito del misterio, o del enredo. Nadie, ni la junta directiva, ni el consejo de sabios encabezado por Hoeness, ni Kahn ni Salihamidzic, asumen totalmente la responsabilidad de quitar del banquillo al que hasta hace poco se consideraba el Mozart de los entrenadores alemanes. Una cosa es cierta: fue reemplazado por Thomas Tuchel el 24 de marzo cuando el equipo jugaba bien al f¨²tbol, estaba clasificado para cuartos de Champions, marchaba primero en la Bundesliga y no hab¨ªa sido eliminado de la Copa. Lo cierto es que Kahn, que hab¨ªa sido su valedor, no consigui¨® defenderle cuando Hoeness impuso sus suspicacias en la junta directiva. La medida desmantel¨® el proyecto de Kahn, que en 2021 pag¨® 20 millones de euros para fichar a Nagelsmann del Leipzig. Los movimientos para contratar a Harry Kane y a Frenkie de Jong, pilares del equipo que vislumbraba Nagelsmann, se desvanecieron. Pero Nagelsmann sigui¨® en el Bayern. Tiene contrato hasta 2025 y el club se ha negado a rescindirle por menos de diez millones de euros. La situaci¨®n produce desvar¨ªos.
¡°Desde aqu¨ª quiero invitar a Julian a participar de la fiesta del t¨ªtulo, porque esta Bundesliga tambi¨¦n le pertenece¡±, dijo Salihamidzic, destituido pero presente en el alir¨®n de Colonia.
A sus 71 a?os, Uli Hoeness ha vuelto a hacerse con las riendas del club. El viejo presidente, el hombre que respald¨® el nombramiento de Kahn como quien nombra un heredero, acab¨® desencantado con todo lo que hac¨ªa su sucesor, acusado por algunos empleados de conductas autistas, fr¨ªas, ajenas al calor que se espera del l¨ªder de una instituci¨®n de funcionamiento familiar, y demasiado inclinado a dejarse llevar por los consejos de las consultoras estadounidenses. Hoeness se ha hecho cargo de la transici¨®n. Ante todo, debe elegir director deportivo. El puesto de Tuchel parece seguro, de momento. Los 350.000 socios del Bayern contemplan ansiosos. El club m¨¢s estable y previsible de Europa se tambalea.
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