Miguel M¨¦ndez: ¡°Para ganar no hace falta llevar a las jugadoras al l¨ªmite¡±

El triple campe¨®n de Europa es ahora un novato. Miguel M¨¦ndez (Vigo, 56 a?os) debuta este jueves como t¨¦cnico de la selecci¨®n femenina de baloncesto en una gran cita, el Eurobasket que se celebra en Tel Aviv y Liubliana del 15 al 25 de junio. Despu¨¦s de una exitosa carrera de clubes, con 23 t¨ªtulos coleccionados entre Celta, Rivas Ec¨®polis, Schio y Ekaterimburgo (tres Euroligas con el equipo ruso), M¨¦ndez tom¨® el mando de Espa?a en septiembre de 2021. Era una ¨¦poca de convulsiones, tras las acusaciones contra los m¨¦todos del anterior seleccionador, Lucas Mondelo, y tras quedarse fuera del pasado Mundial.

El relevo en el banquillo iba de la mano del relevo en la pista. M¨¦ndez entr¨® en un vestuario que reun¨ªa a veteranas con noveles, una mezcla a prueba en este Europeo. En la caseta, el t¨¦cnico comprendi¨® que deb¨ªa combinar la pizarra con la psicolog¨ªa. ¡°Hacer pi?a desde el primer momento era muy importante. Y tuve enseguida una sensaci¨®n de arropamiento por parte de la federaci¨®n. Yo lo que quise es montar lo m¨ªo. Me contratan por lo que soy, por mi forma de hacer las cosas y por los t¨ªtulos que he ganado. He tratado de ser yo mismo, abrir mi mente a la ayuda externa. Y a competir. Sin hacer menci¨®n al pasado, poner mis reglas de convivencia y t¨¢cticas, y mirar hacia delante. Las jugadoras son muy profesionales y saben lo que significa un cambio de entrenador¡±, cuenta M¨¦ndez a EL PA?S horas antes del estreno en el Eurobasket, este jueves ante Letonia (20.00, Teledeporte).

El debate sobre la figura del entrenador centra las reflexiones de M¨¦ndez. ¡°Exigentes somos todos. Puede vestir mucho en t¨¦cnico que grite m¨¢s o menos en el banquillo, un entrenador tipo Laso o Jasikevicius. ?Qui¨¦n es mejor, el que grita m¨¢s y se desmelena o el que menos? Cada uno tiene su forma de hacer las cosas. Moncho Fern¨¢ndez me parece de los mejores y es una persona tranquila. Y otros como Obradovic son m¨¢s vehementes. Cada uno tiene su forma de transmitir, va en el car¨¢cter¡±.

?Y c¨®mo se define el preparador gallego? ¡°Natural. El 99% de los entrenadores espa?oles somos naturales. A las jugadoras hay que decirles siempre la verdad. Eso intento yo. Preg¨²ntales lo que hablamos en petit comit¨¦ y lo que mostramos delante de las c¨¢maras. Trato de ser lo m¨¢s directo posible y no enga?arlas. Si eso es ser buena persona¡­ no lo s¨¦¡±, comenta M¨¦ndez, alejado de ese estereotipo del l¨¢tigo y el grito. ¡°Creo que hay muchas formas de ganar. En ciertos momentos de nuestra historia y de nuestro pasado reciente en el deporte, y no me refiero solo al baloncesto, parece que para ganar hay que llevar las cosas al l¨ªmite en muchos aspectos, no solo deportivo, sino tambi¨¦n en lo personal y lo mental. Yo he ganado 23 t¨ªtulos a lo largo de mi carrera, en Rusia, en Italia, en Espa?a, en cuatro equipos diferentes, y no he necesitado nunca llevar las cosas al l¨ªmite. He tenido mejores relaciones con unas jugadoras que con otras, seguramente, pero todos hemos trabajado de manera com¨²n. Cuando hay conflicto se vende mucho, pero yo no creo que para ganar t¨ªtulos haya que llevar las cosas ni a las jugadoras al l¨ªmite, ni en lo f¨ªsico, ni en lo t¨¦cnico ni en lo t¨¢ctico. S¨ª, ganar es parte del negocio. Si no ganas, te vas. Pero cuidar a las jugadoras forma parte del trabajo del entrenador. Formar jugadoras y personas, al nivel que sea, ayudarlas a ser mejores, es labor de los entrenadores. Creo en ello cien por cien. As¨ª me he comportado toda mi vida y as¨ª voy a seguir siendo¡±.

En el camino hacia ese ¨¦xito, M¨¦ndez define el baloncesto como ¡°un juego de actrices¡±. Sobre la pizarra intenta dibujar a una selecci¨®n coral y solidaria con el bal¨®n. ¡°Quiero colectivizar el juego en ataque, utilizar mucho m¨¢s el pase que el bote, repartir las opciones entre todas. Mis equipos han jugado as¨ª. Es un estilo espa?ol de buena defensa y conseguir puntos en llegadas. Ahora las j¨®venes han de cambiar su rol y dar un paso al frente. Me gusta la mezcla que hemos hecho¡±.

Atr¨¢s queda la experiencia en el potente Ekaterimburgo y su vida en Rusia, ¡°un subir y bajar constante¡±: ¡°Vivimos una pandemia mundial y una guerra. Tengo una sensaci¨®n de l¨¢stima porque ten¨ªamos un grupo fant¨¢stico y un muy buen equipo. Pod¨ªamos haber seguido jugando muy bien y ganando mucho, pero cuando se est¨¢ matando gente a pocos kil¨®metros de donde est¨¢s no es el mejor escenario para trabajar¡±.

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