Jorge D¨ªaz Rullo, el escalador autodidacta que persigue un imposible
Solo ocho escaladores han alcanzado el 9b+ de dificultad: el ¨²ltimo en llegar es el joven de Vallecas, empe?ado en conseguir un 9c, el olimpo de la escalada
Hace apenas seis a?os, Jorge D¨ªaz Rullo era un desconocido. Ahora, el escalador de Vallecas acaba de hacer historia, y parece listo para auparse entre la ¨¦lite hist¨®rica de una disciplina que siempre vive pendiente de ensanchar sus l¨ªmites. D¨ªaz Rullo solo cuenta 24 a?os, pero es un volc¨¢n de motivaci¨®n y entrega insaciable. Lo que hasta hace poco era una pasi¨®n irrefrenable, la vida a mordiscos, un crecer en la sombra, ahora puede convertirse en el relato del escalador espa?ol m¨¢s fuerte y prol¨ªfico que ha conocido la escalada deportiva. D¨ªaz Rullo es ahora mismo Alberto Gin¨¦s antes de su oro ol¨ªmpico, pero si cristaliza el proyecto que tiene entre manos, habr¨¢ conquistado una medalla intangible, para muchos a¨²n m¨¢s valiosa: ser un escalador de referencia mundial, no en el plano de la competici¨®n (no le interesa), sino en el de la roca.
El vallecano encaden¨® el pasado 16 de octubre Bibliographie, en la escuela de C¨¦¨¹se (Francia), una v¨ªa graduada como 9b+. Este es el grado de dificultad confirmado m¨¢s alto que existe, y confirmado significa que se da un consenso al respecto porque los pocos que lo han logrado dan fe de la dificultad se?alada. De hecho, el primer encadenamiento de dicha v¨ªa trajo una breve pol¨¦mica: Alex Megos se?al¨® que se trataba de un 9c, pero cuando la repiti¨® el italiano Stefano Ghisolfi, la dej¨® en 9b+, veredicto aceptado por Megos: ¡°me equivoqu¨¦¡±, reconoci¨® el alem¨¢n.
Megos, Ghisolfi, D¨ªaz Rullo, Adam Ondra, Chris Sharma, Jakob Schubert, Seb Bouin y Sean Bailey son los ¨²nicos ocho escaladores que han logrado alcanzar semejante dificultad. Y tres de ellos se han atrevido a proponer una dificultad mayor: Ondra asegura que su v¨ªa Silence alcanza el 9c; Bouin dice que su criatura bautizada como ADN tambi¨¦n llega al 9c, opini¨®n que comparte Jakob Schubert con la ruta conocida como BIG. Solo existe un problema: nadie al margen de ellos ha podido escalar y encadenar dichas rutas para decir si son o no tan severas como dicen sus creadores.
En paralelo, D¨ªaz Rullo lleva tres a?os trabajando en un proyecto llamado Caf¨¦ Colombia que, conf¨ªa, ser¨¢ 9c. Pero a¨²n no ha logrado resolverlo: ¡°Llevo 130 d¨ªas de trabajo en la v¨ªa, y a¨²n no s¨¦ si ser¨¦ capaz de superar el reto, pero lo deseo con todas mis fuerzas. Si lo hago, ser¨¢n otros los que confirmen su dureza, pero ahora, despu¨¦s de encadenar Bibliographie tras 60 d¨ªas de trabajo puedo decir que Caf¨¦ Colombia es m¨¢s dif¨ªcil¡±, analiza D¨ªaz Rullo. La ruta fue equipada por Anghelo Bernal y se encuentra en el sector Rac¨® de la Finestra de la escuela catalana de Margalef: se trata de una pared con una inclinaci¨®n de 45 grados y peque?os agarres. ¡°Me exige un mont¨®n, mucha tensi¨®n corporal, son pasos f¨ªsicos sobre bidedos alejados entre s¨ª¡ me pide fuerza, resistencia, todo¡±, ilustra ¨¦l.
El vallecano no cuenta ya los d¨ªas que ha pasado dentro de su furgoneta aparcado a la entrada del pueblo. All¨ª mismo suele improvisar un peque?o gimnasio para trabajar con peso o hacer tracciones. Eso s¨ª, la llegada de patrocinadores como Scarpa le han permitido al menos cambiar su peque?¨ªsima furgoneta por una mayor mientras reconoce que ahora puede vivir de forma algo m¨¢s holgada.
Ahora, tras unas semanas de reposo activo, el vallecano echa la mirada atr¨¢s y analiza el momento: ¡°Despu¨¦s de encadenar la v¨ªa, tuve un baj¨®n, algo que no me hab¨ªa pasado nunca, una sensaci¨®n extra?a. Me despert¨¦ al d¨ªa siguiente y ya no estaba ah¨ª el sue?o de encadenarla¡ me vi sin prop¨®sito, un tanto vac¨ªo. La sensaci¨®n me dur¨® un mes y ahora lo que queda es un refuerzo: si he podido escalar 9b+, solo me queda probar a encadenar 9c, lo que llevo ya un tiempo tratando de lograr¡±.
Este estajanovista del trabajo que descubri¨® el mundo vertical de la mano de sus padres siempre ha mostrado una determinaci¨®n a prueba de soledades. Lleva a?os viajando solo en su furgoneta, acampando junto a la pared escogida o esperando a que pase alguien que desee asegurarle cuando sus amigos no pueden acompa?arle. Una vida n¨®mada, limitada, enfocada al rendimiento y al encuentro con el medio natural. Una vida alejada de los c¨¢nones del deportista de ¨¦lite. Un escalador hecho a s¨ª mismo de forma integral: desde la preparaci¨®n hasta la autopromoci¨®n. Un trabajo de hormiga que le ha propulsado, sin embargo, hasta la cima de su especialidad gracias a una autoexigencia implacable y a una capacidad rayana en lo obsesivo para mantenerse siempre centrado en sus objetivos, por lejanos que suenen. En su punto de mira siempre se intuye cierta idea de b¨²squeda de la perfecci¨®n.
¡°Hasta enero o as¨ª no retomar¨¦ el proyecto Caf¨¦ Colombia, porque ahora necesito cambiar, quitarme la presi¨®n de encadenar algo tan tremendo como Bibliographie. Escalo duro, pero con otra alegr¨ªa y as¨ª retomo fuerzas para lo que se me viene encima. Bibliographie me cost¨® dos a?os de viajes a Francia, pero tuve muy mala suerte con las condiciones atmosf¨¦ricas. En Caf¨¦ Colombia llevo 130 d¨ªas de trabajo y s¨¦ que es m¨¢s dif¨ªcil. ?el grado? El futuro lo dir¨¢ pero no me centro tanto en eso como en disfrutar de esta ilusi¨®n que tengo y del trabajo que llevo encima¡±, explica.
Los que conocen a Jorge D¨ªaz Rullo destacan su inquebrantable fuerza de voluntad y su car¨¢cter luchador, positivo. Al mismo tiempo, es una ola de motivaci¨®n para los que le rodean. Y avisa: ¡°estoy listo para seguir peleando¡±.
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