Rahm, Sergio Garc¨ªa y el dilema de las estrellas del LIV Golf que no pueden competir en Am¨¦rica
Los golfistas del pujante circuito saud¨ª, que han ganado la mitad de los ¨²ltimos 30 grandes, reclaman poder participar en los ¡®majors¡¯ o la Ryder hasta que se d¨¦ el acuerdo con el PGA Tour
¡°?Uno m¨¢s!¡±, gritaron con j¨²bilo los comentadores durante el streaming del torneo, dichosos porque el show ten¨ªa punto seguido. Eso pactaron Joaqu¨ªn Niemann y Sergio Garc¨ªa despu¨¦s de empatar en el tercer hoyo de la muerte s¨²bita del primer torneo del curso del LIV Golf, entre sonrisas y buenas palabras, pues por algo son amigos desde hace mucho, toda vez que el espa?ol le ayud¨® al chileno con consejos y vueltas de entrenamiento en sus primeros a?os de profesional para luchar contra su timidez. Los aficionados que copaban el Camale¨®n Golf Club de Mayakoba (Riviera Maya mexicana) tambi¨¦n estallaron en v¨ªtores, por m¨¢s los ¨²ltimos rayos de sol dieran inefablemente paso a la oscuridad de la noche. As¨ª, en la cuarta intentona, con los jugadores a la carrera y llevados en bugy para no perder tiempo, alcanzaron el ¨²ltimo green. La gigante pantalla con la tabla clasificatoria hac¨ªa las veces de foco para iluminar a duras penas el c¨¦sped. El espa?ol err¨® su putt para par, complicado porque previamente se lio con el hierro, castigado por la salida al rough; y Niemann emboc¨® el suyo para sentenciar con un birdie, para llevarse su primer entorchado en el LIV y coronarse como el primer sudamericano en conseguirlo. Duchado por sus compa?eros con efervescente champ¨¢n, atendi¨® a los micros tras el espect¨¢culo, salpicado con la lucha de Rahm, tercero a la postre. ¡°?Quiero ganar majors, pero primero tengo que llegar a ellos!¡±, reflexion¨® el chileno como grito de socorro.
Sucede que el cacareado acuerdo de junio entre el circuito americano (PGA Tour) y el LIV Golf -financiado por la Inversi¨®n P¨²blica de Arabia Saud¨ª- para crear una entidad ¨²nica y firmar la paz, para que lo tradicional y lo rupturista se encontraran en el mismo ecosistema, no se dio el 31 de diciembre, tal y como estaba estipulado. ¡°Estamos trabajando para extender las negociaciones en este 2024¡å, advirti¨® entonces y mediante un memorando el comisionado del PGA, Tour Jay Monahan, a sus jugadores. Pero por el momento entre poco y nada se sabe, m¨¢s all¨¢ de las restricciones ya ensambladas. As¨ª, cuando Jon Rahm anunci¨® este diciembre su trasvase al LIV propiciado por una oferta onerosa de unos 500 millones, pronto le lleg¨® la misiva de que quedaba suspendido y por lo tanto no era elegible para participar en los torneos del circuito norteamericano. No ocurre lo mismo con los majors, puesto que las normas dictan que al haber ganado en el Masters de Augusta de 2023 puede participar de por vida en el torneo, del mismo modo que puede jugar hasta 2031 en el US Open al conquistarlo hace dos a?os, adem¨¢s de tener la inscripci¨®n en el Open Brit¨¢nico y en el Campeonato de la PGA por cuatro cursos m¨¢s. No le ocurre lo mismo, por ejemplo, a Niemann ni a los muchos jugadores que no se han coronado en un grande y que ya no est¨¢n en top-100 del PGA Tour, algo l¨®gico porque no suman puntos al estar vetados del circuito. Alas cortadas para varios de los grandes talentos que llegan (como Meronk, Niemann, Mito Pereira o el espa?ol David Puig), que est¨¢n (como Dechambeau, Lahiri, Hatton¡) o, incluso, que tienen los mejores laureles como Sergio Garc¨ªa, Dustin Johnson, Brooks Koepka, Cameron Smith, Phil Mickelson¡ Campeones que escenifican que el LIV ya est¨¢ a la altura del PGA Tour, ya que los jugadores en n¨®mina de los saud¨ªs han ganado 15 de los 31 ¨²ltimos grandes, un 50%.
Otro tema es la Ryder, donde Am¨¦rica hizo la vista gorda en la pasada edici¨®n celebrada en Roma pero festejada por Europa, ya que dejaron participar a Koepka. Una ruptura que a este lado del charco se entendi¨® como sacrilegio porque a Henrik Stenson le quitaron la capitan¨ªa cuando se march¨® al LIV, al tiempo que su sucesor Luke Donald no pudo convocar a Sergio Garc¨ªa -suma 28,5 puntos en las 10 ediciones que ha participado, m¨¢s que ning¨²n otro golfista- para su disgusto. ¡°Me dio pena, pero celebr¨¦ cada punto de los europeos y a Jon le di alg¨²n consejo de c¨®mo ser un poco m¨¢s el l¨ªder del equipo cuando me pidi¨® opini¨®n. Y yo encantado de ayudar en todo lo que pudiera desde atr¨¢s¡±, resolvi¨® Sergio, que con 44 a?os volvi¨® a evidenciar en Mayakoba que tiene golf de sobras para estar en la ¨¦lite. Decisi¨®n que ahora el siempre influyente Rory McIlroy, sabedor de la marcha de Rahm, pide que se revise para la edici¨®n de Nueva York 2025. Sergio, en cualquier caso, no estar¨¢ m¨¢s que en Augusta de los grandes por derecho propio -gan¨® la chaqueta verde en 2017-, ya alejado en el ranking mundial. Una pega, tambi¨¦n, para participar en los Juegos que incluso pone en riesgo a Rahm, ya que van los 60 primeros y el corte se har¨¢ en junio.
El ¨¦xodo al LIV cogi¨® color y forma, sobre todo, cuando a mediados de 2022 se sumaron Koepka y Cameron Smith, tambi¨¦n Dustin Johnson. Con Rahm, adem¨¢s de Hutton, el salto es exponencial porque el PGA se desangra, ahora con Scheffler, McIlroy, Thomas, Spieth, Finau y Day como grandes valores, am¨¦n de un Tiger Woods mermado por las lesiones que en su momento rechaz¨® una oferta de 1.000 millones para dar el salto al enemigo. Y es que el dinero no es problema para el fondo de inversi¨®n saud¨ª, que tras Mayakoba premi¨® a Niemann con cerca de cuatro millones, a Sergio con algo m¨¢s de dos y a Rahm, que qued¨® tercero empatado con el sudafricano Dean Burmester a dos golpes de los l¨ªderes, con 1,5 (que super¨® los dos por el triunfo de su equipo)¡
El LIV viajar¨¢ ahora a la ciudad de los neones, a Las Vegas, del 8 al 10 de febrero, segunda de las 14 paradas del circuito. Porque el LIV es espect¨¢culo. Quiz¨¢ ya el mejor del planeta golf, por m¨¢s que lleve la contraria a lo tradicional (son tres rondas en vez de cuatro y no hay corte, se juega en individual pero tambi¨¦n en equipos, la m¨²sica siempre suena de fondo¡). ¡°El LIV nos est¨¢ dando una oportunidad de hacer lo que amamos, ganarse la vida bien o muy bien, y poder alargar las carreras. Que venga Rahm, incluso Hatton, significa que el dinero es importante, s¨ª, pero que el producto es bueno y que las cosas est¨¢n haci¨¦ndose bien¡±, reflexion¨® Sergio Garc¨ªa. Pero les falta entrar en el ranking, tener el mismo acceso a los grandes como el resto, estar en la Ryder o aspirar a los Juegos. Son estrellas incompletas.
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