Las Golden Trail Series suspenden por primera vez en su historia una carrera: en Polonia y por una terrible descarga el¨¦ctrica

Lleva dos d¨ªas sin llover en los Tatras, las monta?as que curtieron a los alpinistas polacos y en las que desembarca por primera vez el trail mundial. Pero basta un trueno, pasadas las ocho de la ma?ana del s¨¢bado, para poner en el limbo el trabajo de un lustro para llevar las Golden Trail Series al pa¨ªs. Dos horas despu¨¦s, el pionero, el mejor corredor polaco, Bart Przedwojewski, sube al desv¨¢n del restaurante en el que se cobijan sus compa?eros para masticar la noticia que rompe sus sue?os. Las tormentas han atrapado el valle, el tiempo no mejora y el circuito suspende por primera vez en su historia ¨Cdesde 2018¨C una prueba. Porque lo que en Ko?cielisko es lluvia con banda sonora, en las cumbres, por encima de 2.200 metros, es un infierno el¨¦ctrico. All¨ª est¨¢ su director, Greg Vollet, que calibra su horror en un 8 sobre 10. ¡°No tengo miedo de la lluvia ni del barro. He hecho carreras con el agua hasta el tobillo, pero los rayos eran realmente impresionantes¡±.

La Tatra Skyrace, con un recorrido de 30 kil¨®metros y unos 1.800 metros de desnivel positivo, era el gran legado de Przedwojewski, que se adentr¨® en el patio de entrenamiento de los escaladores, donde Jerzy Kukuczka aprendi¨® a moverse entre piedra y hielo inestable en los 70 antes de convertirse en el segundo en conquistar los 14 ochomiles y liderar una escuela de alpinismo invernal que sobrevive un cuarto de siglo despu¨¦s de su muerte. ¡°Hace 15 a?os nadie corr¨ªa en las monta?as, solo hab¨ªa senderismo o escalada. Nosotros hemos abierto el camino¡±. En un circuito con tres carreras europeas fijas, incluir Polonia fue un hito para un ¨ªdolo local que fue tercero en Zegama en mayo.

Pero los deseos de Malen Osa, alguien que no ha hecho ninguna carrera de las Golden por debajo del top-5, se cumplieron. ¡°Quiero mal tiempo, que la piedra est¨¦ mojada, aunque sea m¨¢s peligroso¡±. Cuando son¨® el primer trueno, el calentamiento se dividi¨® entre sonrisas ¨Clas de los corredores t¨¦cnicos, amantes de la lluvia¨C y los gestos torcidos del resto. Tras media hora de precipitaci¨®n sostenida, sali¨® la carrera femenina a las 8:40 y se rompi¨® el cielo. Apenas dos minutos despu¨¦s, las carpas eran un cobijo necesario. Adi¨®s corriente, adi¨®s arcos publicitarios. Y una carga el¨¦ctrica que hac¨ªa temblar la cabina de retransmisi¨®n. Los chicos deb¨ªan salir 20 minutos despu¨¦s, pero los planes hab¨ªan saltado por la borda.

Y las chicas estaban ah¨ª fuera, corriendo en medio de un r¨ªo, una pura carrera de obst¨¢culos con troncos, piedras y escaleras. El perfil dibujaba 12 kil¨®metros casi llanos antes de subir a la cumbre, el terreno propicio para las kenianas, que no rompieron a las m¨¢s t¨¦cnicas. As¨ª lleg¨® Osa, que estaba a tiro antes de exprimir su subida y bajada para ganar su primera carrera en el circuito, al avituallamiento: ¡°?Cu¨¢nto tiempo est¨¢ tom¨¢ndose esa!¡± Con raz¨®n. El equipo de rescate del parque nacional hab¨ªa parado la carrera, algo que ni contemplaba, pues secundaba la frase de Alain Santamar¨ªa: ¡°Esto es un d¨ªa normal en el Pa¨ªs Vasco¡±. Esperaron con mantas y t¨¦ caliente en un restaurante hasta que los organizadores anunciaron la suspensi¨®n. Y tuvieron que volver cinco kil¨®metros hacia atr¨¢s para coger el autob¨²s.

Przedwojewski, que llevaba un mes entrenando all¨ª y part¨ªa como favorito, propuso a sus compa?eros participar en un formato para principiantes con 15 kil¨®metros y 600 metros de desnivel positivo, una idea que no prospero porque las Golden no aceptaron puntuarla, pues supondr¨ªa equipararla a Zegama, la carrera m¨¢s habituada al mal tiempo, o Sierre-Zinal. La idea de correr el domingo era tambi¨¦n imposible porque la mayor¨ªa de los atletas vuelan de vuelta a casa y los medios modestos del trail impiden plantearse dispendios.

¡°Mucha gente estar¨¢ decepcionada; nosotros tambi¨¦n lo estamos. Pero la seguridad es lo primero¡±, subray¨® Vollet, consciente de precedentes como la muerte de 21 corredores en China en 2021. Antes de los truenos, el reglamento ya obligaba a llevar manta t¨¦rmica, chaqueta impermeable, silbato, m¨®vil y dos apps para ser seguido por GPS y contactar con las emergencias polacas. Los organizadores quer¨ªan crear una ¡®fan zone¡¯ en la cima al estilo de Zegama; no pudieron, pero s¨ª acompa?aron a los corredores en la espera, abrazando la cultura nacional de la resiliencia, de hacerlo todo lo m¨¢s dif¨ªcil posible. Los ochomiles, en invierno; el trail, con tormenta. El orgullo de sus tejados inclinados de madera negra para que no se acumule la nieve, sus trampolines para los saltos de esqu¨ª y sus danzas de pastores con trajes de lana.

La suspensi¨®n cambia las normas de un circuito de ocho carreras en el que puntuaban los cuatro mejores resultados antes de la final. Al caerse Tatra, punt¨²an tres, algo que comprime los primeros puestos y da opciones a los ganadores del a?o pasado, R¨¦mi Bonnet y Sophia Laukli, los nombres m¨¢s ilustres que a¨²n podr¨ªan reengancharse en las dos carreras de septiembre en EE UU. Todo porque la monta?a dijo que no. Y su palabra es ley.

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