La final de la NBA pone a los Celtics ante el espejo de su historia
Los de Boston tienen la oportunidad de ganar el anillo en el partido de este lunes por primera vez desde el duelo de 2008 contra los Lakers de Kobe Bryant y Pau Gasol
D¨ªa grande en el TD Garden de Boston. Los Celtics tienen este lunes la oportunidad de ganar en casa su primer anillo de campeones desde la final de 2008 contra los Lakers de Kobe Bryant y Pau Gasol. Aventajan por 3-1 a los Dallas Mavericks de Luka Don?i? y, a pesar de la paliza sufrida en el cuarto partido, son los claros favoritos. Nunca en las 156 ocasiones en que un equipo que ha empezado 3-0 una eliminatoria o final de la NBA a siete partidos, la ha dejado escapar. Si el equipo dirigido por Joe Mazzulla gana esta noche, conseguir¨¢ adem¨¢s un desempate hist¨®rico frente a los Lakers, pues ambos equipos acumulan 17 trofeos de campeones en sus vitrinas, aunque los de Boston acumulan m¨¢s polvo. Los Celtics se enfrentan a los Mavericks, pero se miden tambi¨¦n con su historia.
La superioridad mostrada por los Celtics en los tres primeros partidos de la final salt¨® por los aires en el cuarto. Lo que siembra dudas no es tanto la derrota, sino el modo en que se produjo, con una diferencia de 38 puntos en el marcador (122-84) que lleg¨® a ser de 48 durante el partido. Mazzulla dice que el f¨²tbol, y en particular el Manchester City del espa?ol Pep Guardiola, le ayud¨® a entender que el juego est¨¢ conectado, que no es un sumatorio de ataque y defensa, sino que el uno condiciona al otro. La tesis qued¨® demostrada el viernes, cuando los Celtics naufragaron en ambos aros y en la transici¨®n del uno al otro.
Los de Boston desaprovecharon en el American Airlines Center la oportunidad de convertirse en el primer equipo que barre 4-0 a los rivales tanto en las finales de Conferencia como en las de la NBA. Cayeron derrotados con estruendo, con el partido decidido al poco de empezar la segunda mitad, tras una soberbia actuaci¨®n de Luka Don?i?, que anot¨® 25 puntos antes del descanso. Los Mavericks presionaron, robaron balones, pelearon cada jugada, se llevaron los balones divididos, capturaron muchos m¨¢s rebotes, lanzaron con m¨¢s acierto y se hicieron amos de los aros, con un imponente Dereck Lively II, un novato que no lo parece, que logr¨® 11 puntos y 12 rebotes en 22 minutos. En tantos desde dentro de la zona, los locales se impusieron 60-27 ante unos Celtics que sin duda echaron de menos a su p¨ªvot titular, Kristaps Porzi??is, lesionado.
Para los Mavericks era un duelo a vida o muerte y lo afrontaron como tal. En el subconsciente de los de Boston tal vez estaba la idea de que las finales ya estaban decididas, de que ganar el t¨ªtulo en casa ser¨ªa m¨¢s apote¨®sico y de que, en definitiva, no era tan grave perder. ?nicamente Jayson Tatum se libr¨® ¡ªy solo durante el primer cuarto¡ª de la debacle general del equipo. Jaylen Brown, favorito para ser elegido mejor jugador de las finales, estuvo desaparecido; Derrick White mostr¨® su peor versi¨®n; Jrue Holiday no funcion¨® ni en defensa ni en ataque, y Al Horford se carg¨® de faltas demasiado r¨¢pido, impotente para frenar las entradas de Don?i? y de Kyrie Irving y de disputar los rebotes a Dereck Lively II.
Aunque el cuarto partido queda grabado para siempre como una de las mayores derrotas en las finales de la NBA, solo ser¨¢ una an¨¦cdota si los de Boston llegan puntuales este lunes a su cita con la historia. Tanto los Celtics como los Lakers (estos ¨²ltimos primero en Minnesota y luego en Los ?ngeles) tienen 17 t¨ªtulos de campeones de la NBA. Sin embargo, desde el tercer anillo de Larry Bird, en 1986, los Celtics solo han ganado el trofeo de 2008, mientras que los eternos rivales han conquistado ocho.
La ¨²ltima oportunidad perdida fue hace dos a?os, cuando los Golden State Warriors de Stephen Curry conquistaron el t¨ªtulo en el sexto partido de la serie en el TD Garden. La columna vertebral de aquel equipo se mantiene, con Jayson Tatum, Jaylen Brown, Derrick White y Al Horford, m¨¢s los suplentes Sam Hauser, Payton Pritchard y Luke Kornet. Tatum, Brown y White est¨¢n en su mejor momento y Horford se mantiene en sorprendente buena forma a sus 38 a?os, pero adem¨¢s al equipo se han sumado esta temporada dos piezas clave: Jrue Holiday, que ha reforzado la defensa y ya fue campe¨®n con los Bucks, y Kristaps Porzi??is, que cuando las lesiones lo permiten da al juego de los Celtics poder¨ªo bajo los aros y versatilidad en ataque. Los Celtics han sido los mejores en la temporada regular y en los playoffs.
A Joe Mazzulla, el entrenador que lleg¨® casi por accidente a dirigir al equipo (era el tercer entrenador: el segundo se fue a otro equipo y al primero lo despidieron por una relaci¨®n con una empleada del club), le preguntaron este domingo por esa oportunidad de unirse a los entrenadores de leyenda que fueron campeones, como el m¨ªtico Red Auerbach (nueve t¨ªtulos en 10 temporadas: 1957 y 1959-1966), y los no menos m¨ªticos Bill Russell y K.C. Jones (que antes de ser t¨¦cnicos ganaron t¨ªtulos a espuertas tambi¨¦n como jugadores). Mazzulla, de 35 a?os, el m¨¢s joven en llegar a una final en toda la NBA desde Russell, se ha salido por la tangente: ¡°Eso nunca ocurrir¨¢ si no corres atr¨¢s en defensa, reboteas, ejecutas y ocupas tu espacio. Eso es lo m¨¢s importante¡±, ha respondido con esa sequedad que a veces le hace parecer antip¨¢tico. Profundamente religioso, luego se autocorrigi¨®: ¡°Cristo es lo m¨¢s importante antes de todo eso¡±.
Mazzulla tiene fe en la victoria. Cree que m¨¢s all¨¢ de los ajustes t¨¢cticos, ser¨¢ clave la fuerza de voluntad, la mentalidad del equipo. El entrenador pone a los jugadores v¨ªdeos de la naturaleza para alimentar su instinto asesino. Tienen una oportunidad de oro este lunes de matar la final. Para ello, ser¨¢ importante imponer su juego. ¡°El equipo que dicta el ritmo, dicta el rumbo y las oportunidades¡±, afirm¨® este domingo. ¡°Cada partido tiene vida propia. Hay cosas que podemos controlar y otras a las que tenemos que estar preparados para adaptarnos en funci¨®n de c¨®mo transcurra el partido¡±, a?adi¨®.
Para los Mavericks, el partido vuelve a ser cuesti¨®n de vida o muerte. ¡°Vamos a creer hasta el final¡±, dijo su estrella, Luka Don?i?, tras la victoria del viernes. Y reiter¨® la idea este domingo. ¡°Lo m¨¢s importante es demostrar que creemos. Es f¨¢cil decirlo, pero demostrarlo es otra cosa. Creo que lo demostramos en el cuarto partido¡±. Seg¨²n el escolta esloveno, la necesidad de ganar fue lo que permiti¨® cambiar la faz de los Mavericks en el cuarto partido tras no haber jugado bien los tres primeros. Don?i? necesitar¨¢ que todo el equipo vuelva a responder. En particular, los ojos estar¨¢n puestos en Kyrie Irving, enemigo n¨²mero uno de la afici¨®n de los Celtics tras su decepcionante paso por el equipo. En los dos primeros partidos de Boston no estuvo a su altura. Los medios locales bromearon: Kyrie Irving da por fin una alegr¨ªa a los Celtics.
Don?i? estaba viendo este domingo el partido de f¨²tbol de Eslovenia en la Eurocopa (1-1 frente a Dinamarca) y le preguntaron si los Celtics, con sus 17 t¨ªtulos a cuesta, no eran un poco al baloncesto lo que el Real Madrid, donde jug¨® antes de dar el salto a la NBA, al f¨²tbol: ¡°Yo dir¨ªa que el Real Madrid est¨¢ en su propia liga. Est¨¢n en lo m¨¢s alto de Europa. Pero Boston, Lakers, son obviamente los dos principales equipos de la NBA en la liga y lo han sido desde el primer d¨ªa. As¨ª que obviamente es un poco comparable¡±, contest¨®.
El Real Madrid ha ganado 14 de sus 17 finales de la Copa de Europa. Los Celtics, 17 de sus 22 finales de la NBA. Este lunes quieren ganar la 18?.
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