Comienza en Tur¨ªn el primer Giro de Italia de Tadej Pogacar
El esloveno, de 25 a?os, ¨²nico favorito para la victoria en su debut en la ¡®corsa rosa¡¯ el a?o en el que quiere ganar tambi¨¦n el Tour de Francia


Tadej Pogacar se sienta a hablar con la prensa en Tur¨ªn y recuerda c¨®mo naci¨® su amor a la corsa rosa cuando era un ni?o de 15 a?os y su club de ciclismo de Komenda le llev¨® de excursi¨®n a Trieste, al otro lado de la frontera con Eslovenia, para ver la ¨²ltima etapa del Giro de 2014, y aquella etapa la gan¨®, oh milagro, su compatriota Luka Mezgec, un sprinter que tambi¨¦n figura en la lista de dorsales de este 2024. No se acuerda tanto, o no lo cita, de que aquel Giro lo gan¨® en el Stelvio nevado Nairo Quintana, el maravilloso escalador colombiano que este a?o regresa al ciclismo y llega al Giro malherido y alica¨ªdo, con pocas esperanzas siquiera de ganar una etapa.
Tambi¨¦n habla de Marco Pantani, ¡°una inspiraci¨®n, un mito, aunque no le vi nunca correr¡±, lo que es inevitable en Italia porque todo el mundo habla del escalador italiano muerto temprano, el ¨²ltimo ciclista que gan¨® el Giro y el Tour el mismo a?o, el desaf¨ªo que se ha impuesto Pogacar, y fue en 1998, el a?o en que naci¨® Pogacar, una se?al del cielo, y hace 25, en 1999, camino de la gran desgracia, Pantani hizo el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa en la etapa que acab¨® en Oropa. Un extraterrestre, el Pirata de rosa, con una sangre tan oxigenada que acab¨® con sus sue?os, y el de sus tifosi, media Italia, una semana despu¨¦s en Madonna di Campiglio, expulsado del Giro en el que arrasaba.
Y a Oropa llega justamente la segunda etapa del Giro del 24, la primera de las seis fracciones con final en alto, en un recorrido no tan duro como otros a?os pero con su habitual dosis de tappone alpinos y dolom¨ªticos la ¨²ltima semana (Livigno, Santa Cristina Val Gardena, Monte Grappa) y, un pel¨ªn contracorriente, 70 kil¨®metros divididos en dos contrarrelojes. Un recorrido m¨¢s imposible para todos que para Pogacar, el mejor escalador, el mejor contrarrelojista, el mejor en los repechos cortos¡ "
Del ensue?o nost¨¢lgico despierta bruscamente el mejor ciclista del siglo, quiz¨¢s de la historia, y se enfada cuando le dicen que es ¨²nico, que ning¨²n rival le llega a los tobillos, que va a ganar el Giro de su debut con una sola pierna y todas las etapas que le pida el cuerpo. El jovencito esloveno (25 a?os), que debuta en el Giro, la sexta vuelta de tres semanas de su carrera, siempre en el podio (tercero en la Vuelta del 19; primero en los Tours del 20 y el 21, segundo en los del 22 y 23), mira a su alrededor, repasa la lista de los pretendientes, el viejo Geraint Thomas (a 21 d¨ªas de cumplir 38 a?os; segundo en el pasado Giro), el viejo Romain Bardet (33, segundo, lejos del esloveno, en la Lieja), el joven Antonio Tiberi (22), el imberbe Cian Uijtdebroeks (21), e intenta convencer al auditorio real y virtual afirmando que es una falta de respeto, un insulto, no tenerlos en cuenta.
Pero el recitado elogioso de los nombres, ciclistas pasados, ciclistas futuros, parad¨®jicamente consigue el efecto contrario en la mente de los aficionados, que saben cu¨¢nto puede dar de s¨ª cada uno, y se trasnforma en una autoafirmaci¨®n a¨²n m¨¢s feroz del gran favorito. En el ciclismo por etapas, en el Giro, hay dos mundos. En uno habita Pogacar, ¡°un sobrenatural¡±, seg¨²n Javier Sola, su entrenador; en el otro, todos los dem¨¢s.
?Qu¨¦ les diferencia aparte de que uno gana siempre (10 d¨ªas de competici¨®n en 2024, siete victorias, un segundo y un tercer puestos) y los dem¨¢s suspiran por quedar segundos no muy lejos de ¨¦l?
Les diferencia su discurso, que trasluce c¨®mo uno no solo es el patr¨®n del ciclismo de la tercera d¨¦cada del siglo XXI, tan distinto, sino que disfruta con las nuevas obligaciones de entrenamientos dirigidos y concentraciones repetidas. Antes se entrenaba con dorsal en algunas carreras; ahora, se disputan sin dorsal los entrenamientos como si fueran carreras. ¡°Me encanta entrenar duro y tambi¨¦n tener algunos periodos de descanso entre los entrenamientos porque as¨ª es como se mejora, y si solo compites te cansas m¨¢s. Voy a tener m¨¢s d¨ªas de descanso y m¨¢s entrenamientos, m¨¢s estructurados, semanas largas¡±, dice, regode¨¢ndose en lo que la mayor¨ªa odia, entrenarse lejos de casa, pasar d¨ªas y d¨ªas en el Teide, compartiendo habitaci¨®n con el mismo colega, viendo anochecer a las siete de la tarde, encerrado rodeado de nada, y solo el m¨®vil y juegos de ordenador para distraerse. ¡°Adem¨¢s, est¨¢s m¨¢s motivado cuando corres menos y est¨¢s entrenando duro y sabes que la forma es buena. Ves la televisi¨®n. Ves las carreras y quieres estar all¨ª, s¨ª, pero eso es beneficioso mentalmente, porque cuando llegas a las carreras, est¨¢s m¨¢s ansioso por el ¨¦xito y m¨¢s motivado, y yo lo estoy¡±.
?Es el de 2024 mejor Pogacar de siempre? ?Sigue mejorando?
¡°S¨ª, creo que estoy mejor¡±, responde el esloveno. ¡°Me siento m¨¢s c¨®modo en la bici. Estoy disfrutando m¨¢s, yo dir¨ªa que incluso m¨¢s que antes y, s¨ª, creo que es justo eso. Y creo que es suficiente para ser mejor que el a?o anterior¡±.
Habla Pogacar y espanta los temores de quienes creen, porque as¨ª ha ocurrido siempre, que antes que el agotamiento f¨ªsico, ser¨¢ el cansancio mental el que acabe con su deseo, que antes de exprimir su cuerpo, Pogacar, siempre tan acelerado en busca de la victoria, agotar¨¢ su mente. Quiz¨¢s sea as¨ª, pero no ser¨¢ en este Giro, seguramente.
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