La Bonette Restefonds, 2.802 metros, la cima del Tour, la memoria de Bahamontes, Indurain y John Lee
La pir¨¢mide de grava de los Alpes, juez de paz del duelo Pogacar-Vingegaard en la 19? etapa, es la subida m¨¢s alta jam¨¢s alcanzada por la carrera francesa
El Tour del famoso duelo Pogacar-Vingegaard, y Evenepoel, estrella invitada, regresa a la Bonette Restefond, donde Bahamontes gan¨® dos veces y donde Indurain rein¨® en el Tour de 1993. Puede que el Tour se muera definitivamente o se revolucione en su ascensi¨®n despu¨¦s de haber abordado antes otro gigante (Vars, 2.109 metros) o en su descenso hacia la ¨²ltima ascensi¨®n, Isola 2000 (2.124m) en la primera y casi ¨²nica gran etapa alpina, pero tambi¨¦n es el lugar en el que John Lee Augustyn pas¨® a la historia. Tambi¨¦n ¨¦l es ciclismo.
La Bonette Restefond es una rareza en la que un ciclista crey¨® morir. Una pir¨¢mide de gravilla oscura que se alza hasta los 2.802 metros en el Mercantour, el parque nacional de los Alpes del Sur fronterizo con Italia. Nada vez coronarla en primera posici¨®n la ¨²ltima vez que el Tour la ascendi¨®, en 2008, Augustyn debi¨®, como todos, darle la vuelta al pico, el bonete de la monta?a, por la llamada Cima de la Bonette, una carreterita m¨ªnima y estrecha, que lo rodea como una corbata a un cuello, y cuando empezaba a descender, no sabe c¨®mo, se despist¨®. Mir¨® para atr¨¢s, gir¨® la bici. ¡°Me alcanzaron de nuevo y creo que lo que pas¨® es que, en una de las curvas, estaba mirando d¨®nde volver a la l¨ªnea, y simplemente iba demasiado r¨¢pido y en la l¨ªnea equivocada. Hab¨ªa una peque?a cosa de arena y simplemente la golpe¨¦ y me pas¨¦. Pero al caer, no vi nada. Vi el cielo. Todo lo que recordaba era como nada y fue como, ok, salud, fue un placer conocerte...¡±, le relata para la ITV 16 a?os despu¨¦s al periodista brit¨¢nico Matt Rendell. A la vista de todo el mundo, transmitido en directo desde la cima del Tour, el escu¨¢lido ciclista sudafricano se desliz¨® metros y metros por la ladera empinad¨ªsima. Parec¨ªa imposible que pudiera detenerse. El mundo contuvo la respiraci¨®n angustiado. ¡°Pero, de repente, me encontr¨¦ de manos y rodillas clavado en la pizarra y yo estaba como, oh, todav¨ªa estoy bien y no pas¨® nada¡¡±
Augustyn era un chaval¨ªn de 21 a?os, hijo de ciclista aventurero en Port Elizabeth. De adolescente, gan¨® casi todas las carreras en las que particip¨® en su pa¨ªs. Invirti¨® el dinero del premio en un billete a Europa, donde particip¨® en la versi¨®n junior de la Lieja-Bastogne-Lieja y termin¨® tercero. En 2007, se uni¨® al Barloworld y se convirti¨® en compa?ero de equipo de Steve Cummings, Geraint Thomas y Chris Froome, entre otros. Al a?o siguiente, John Lee, de 21 a?os, y Froome, de 22, iniciaron su primer Tour de Francia. ¡°Fue una carrera de desgaste y en la tercera semana el equipo s¨®lo contaba con un pu?ado de corredores. Est¨¢bamos sentados en el autob¨²s y el manager, Claudio Corti, nos solt¨® eso de, chicos, necesitamos cobertura televisiva, que el patrocinador salga ah¨ª fuera. Y recuerdo al director, Tebaldi, en la radio. ¡°John¡±, en italiano, ¡°cuando est¨¦is listos, ten¨¦is que iros¡±. ¡°Y yo giraba el cuello y miraba arriba y no ve¨ªa nada. ¡°?D¨®nde est¨¢ la cima de esta subida? En realidad ten¨ªa ganas de bajarme de la bicicleta. Era tan empinada. Por favor, que termine. Y por favor, que el descenso de unos 20 minutos hasta la l¨ªnea de meta se me haga muy r¨¢pido, de verdad. Pero segu¨ª empujando, con la c¨¢mara en la cara. Ahora no puedo parar, el mundo entero lo est¨¢ viendo¡±.
Despu¨¦s de gatear de nuevo hasta la carretera, John Lee cogi¨® una bici de repuesto y lleg¨® a la meta. Sin embargo, aunque ¨¦l no lo sab¨ªa en ese momento, el sudafricano ya padec¨ªa la enfermedad que acabar¨ªa con su carrera, resultado de un cuello de f¨¦mur diferente. Fue en el Team Sky, la formaci¨®n m¨¢s grande y ambiciosa del mundo, donde finalmente se le diagnostic¨® la necrosis avascular, que llevaba carcomi¨¦ndole la articulaci¨®n de la cadera desde 2007. Y en 2014, una carrera que hab¨ªa prometido tanto lleg¨® a su fin prematuramente. Ahora trabaja como gu¨ªa de cicloturismo para millonarios en Italia, donde hab¨ªa comenzado su aventura europea.
Los que se jueguen el Tour en la traca final del fin de semana lo har¨¢n en territorio Pogacar, residente en la vecina Montecarlo: en Isola 2000 se concentr¨® y entren¨® el calor antes del Tour; el s¨¢bado, la monta?a alrededor de Niza, con el col de La Couillole, es el jard¨ªn en el que se entrena a diario; el domingo, m¨¢s patio del esloveno, la contrarreloj del Turini y el col d¡¯?ze hasta Niza. ¡°Es una ventaja correr en casa¡±, dice el l¨ªder, que anima a Evenepoel a atacar a Vingegaard ¨C¡±si yo fuera ¨¦l lo har¨ªa¡±, dice¡ªy que cree que estar¨ªa bien ganar una o dos etapas. ¡°Ser¨¢ bueno para la moral del equipo. La mejor defensa es un buen ataque¡±. Ninguno atacar¨¢ solo para mostrar su maillot en la tele. Toman cetonas para aumentar su EPO de manera natural; respiran mon¨®xido en m¨ªnimas dosis para aumentar su hemoglobina y adaptarse mejor a la altura. Son hijos de programas perfectamente dise?ados y del c¨¢lculo, pero les domina el coraz¨®n excesivo de todos los campeones. El sentimiento y el orgullo.
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