Mateo Kovacic ya no es un monaguillo

Antes de que N¡¯Golo Kant¨¦ empezara a estrujar rivales en primavera de camino a la Champions del Chelsea, el nombre innegociable en el centro del campo blue era Mateo Kovacic. Mientras el franc¨¦s esperaba en el banquillo, Thomas Tuchel declaraba su amor por el croata: ¡°Le puedes despertar a las tres de la ma?ana y estar¨¢ listo para entrenar a las 3.15¡±, proclamaba el entrenador alem¨¢n al mes de llegar a Stamford Bridge. Entonces, la medular del equipo era Kovacic y el resto. As¨ª fue hasta que el balc¨¢nico se lesion¨® y Kant¨¦, en alianza con Jorginho, se hizo el amo de todo y puso en marcha la tuneladora.

Han pasado tres temporadas desde la salida de Kovacic del Madrid. Ya con 27 a?os, ese futbolista de despliegue f¨ªsico y largas conducciones se ha hecho mayor y su presencia se ha multiplicado en Londres y con la selecci¨®n. ¡°He progresado, he tenido m¨¢s continuidad y confianza. Es importante para cualquier jugador que no se le cambie pronto¡±, advert¨ªa el pasado viernes, apuntando indirectamente a lo que le ocurri¨® en el Bernab¨¦u.

En el Chelsea ha sido relevante con todos los t¨¦cnicos (Sarri, Lampard y Tuchel) y con Croacia ha ascendido a la categor¨ªa de fijo. Si en el Mundial de 2018 ejerci¨® de subalterno, ¨²nicamente titular en el tercer encuentro de la liguilla, ya con poco en juego, y no dispuso de ning¨²n minuto en las semifinales ni en la final, en esta Eurocopa siempre ha acompa?ado de inicio a Modric en el centro y solo ha sido relevado en los ¨²ltimos instantes.

Hasta su lesi¨®n era el indiscutible de Tuchel en Londres, por delante de Kant¨¦

Durante la primera fase, sus estad¨ªsticas tambi¨¦n han escoltado a las del madridista. Ha sido el segundo del equipo que m¨¢s balones ha tocado (228), solo por detr¨¢s del merengue (269), los dos han sido los que m¨¢s pases han dado (226-195) y con un mejor porcentaje (88,94%-88,72%), y los medios que han recuperado un mayor n¨²mero de pelotas (16).

Temeroso de Busquets

Despu¨¦s de ese verano de 2018, las cosas comenzaron a cambiar para este cat¨®lico practicante y confeso que conoci¨® a su mujer cuando era monaguillo en una parroquia: entonces se march¨® del Bernab¨¦u, busc¨® y encontr¨® ser un actor m¨¢s principal en Londres, y en el equipo nacional se instal¨® de forma habitual en el once, beneficiado tambi¨¦n por la renuncia de Rakitic. ¡°No he jugado demasiado y eso me ha afectado en mi estatus en Croacia¡±, se lamentaba unos meses antes de ese movimiento, durante un Campeonato del Mundo de Rusia que tuvo que disfrutar a la sombra.

Tras un Mundial a la sombra y el adi¨®s de Rakitic, ahora es un habitual del once

En aquellos d¨ªas, ya rumiaba su salida del Madrid, frustrado por ser el quinto medio (tras Casemiro, Kroos, Modric e Isco) y dolido por no haber disputado ni un segundo de la final de la Champions de 2018. ¡°Pensaba que me merec¨ªa una oportunidad. Esa fue la raz¨®n principal de mi insatisfacci¨®n¡±, confesaba m¨¢s tarde negando cualquier tipo de rencor.

Ahora, con mando en plaza, a este jugador nacido en Linz (Austria), adonde sus padres bosniocroatas se hab¨ªan marchado huyendo de la guerra de los Balcanes, le espera Espa?a en los octavos de la Eurocopa y no tiene dudas de que una de las claves ser¨¢ parar a uno de sus semejantes del otro lado. ¡°Busquets es el que empieza todas las jugadas, tendremos que frenarle, no se puede mover sin que sea presionado¡±, comentaba hace dos d¨ªas sobre el mediocentro de la Roja. En esa misma parcela, adem¨¢s de Modric, le acompa?ar¨¢ probablemente Brozovic, que precisamente lleg¨® al Inter pocos meses despu¨¦s de la salida de Kovacic al Madrid, en 2015, por 38 millones tras una petici¨®n de Rafa Ben¨ªtez (luego fue vendido al Chelsea por 45).

El nerazzurro, de 28 a?os, y Modric, de 35, fijos en el subcampeonato mundial de Rusia, se han mantenido en la medular croata desde entonces. Ahora la terna la completa Kovacic, que con 70 internacionalidades y apenas tres goles (ninguno en la fase final de un gran torneo), afronta su jornada m¨¢s decisiva con la selecci¨®n.

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