Italia por tierra, mar y aire

En noviembre de 2017, una imagen de Buffon grit¨¢ndole a los guantes y a todos los demonios expres¨® la ca¨ªda del f¨²tbol italiano, perdedor ante Suecia e incapaz de clasificarse para el Mundial de Rusia de 2018, batacazo que no se daba desde 1954. Cuatro a?os m¨¢s tarde, Italia ha bebido de la fuente de la eterna juventud, equipo remozado e intimidante, pues suma 13 triunfos consecutivos -el ¨²nico del torneo que cuenta sus partidos por victorias- y 32 encuentros sin conocer la derrota. Y lo hacen con un f¨²tbol dominador a partir de un inflexible 4-3-3, tambi¨¦n de buen trato al bal¨®n, siempre en bloque y sin remilgos para correr hacia atr¨¢s, olvidada esa vieja pasi¨®n y herencia her¨¢ldica del catenaccio, del cerrojo y salidas escopeteadas a la contra.

Es la Italia de Roberto Mancini, nada que ver con la de su predecesor Gian Piero Ventura, que no supo hacer la transici¨®n generacional que ped¨ªa la selecci¨®n. A excepci¨®n, claro, de los mastod¨®nticos y perennes Bonucci y Chiellini en el eje de la zaga. Quiz¨¢ no hay una s¨²per estrella como Mbapp¨¦ o Ronaldo, pero son 11 futbolistas de primer nivel que dignifican su oficio con sudor y generosidad, adem¨¢s de talento. Un rival, pues, superlativo para la selecci¨®n espa?ola.

Un portero de altura. No parece incomodarle a Donnarumma vivir en la indefinici¨®n, pues ha dejado el Milan y aguarda a estampar su firma en un club puntero, aparentemente el PSG. El joven portero (22 a?os) ya puede presumir de ser el italiano que m¨¢s tiempo ha extendido la imbatibilidad en su porter¨ªa, pues alcanz¨® los 1.168 minutos para destronar al legendario Dino Zoff (1.143). Excelente en los balones a¨¦reos -mide 1,96 metros- y sensacional a la hora de achicar espacios en el uno contra uno, responde tambi¨¦n con agilidad bajo los palos, por m¨¢s que el juego de pies no sea su fuerte. Tampoco le han exigido demasiado durante el torneo, toda vez que solo ha tenido que emplearse en seis ocasiones y le han marcado dos goles, la segunda selecci¨®n que menos tras Inglaterra hasta los cuartos. Y que haya sido capaz de tomar el relevo de Buffon sin que el equipo se resienta lo dice todo.

Defensa de la vieja escuela. Como suele tener m¨¢s el esf¨¦rico que el rival y defiende en bloque en cualquier parcela del campo, el equipo no destaca en muchas de las estad¨ªsticas defensivas. Simplemente, aborta los problemas antes. El orden lo ponen los viejos rockeros Bonucci y Chiellini, el primero m¨¢s pulcro en la salida del bal¨®n y el segundo excelente en el corte y anticipaci¨®n. Pero la clave, el arma que llega por sorpresa, es el lateral izquierdo Spinazzola, el futbolista m¨¢s r¨¢pido del torneo con 33,8 Km/h de velocidad punta, igual que N¨¦go (Hungr¨ªa) y por encima del franc¨¦s Conan (33,7). Suma dos asistencias de gol y ha tirado 17 quiebros, un pu?al que Di Lorenzo -lateral derecho- debe equilibrar resguardando m¨¢s la posici¨®n. Por esa otra banda ya se expresa Chiesa (13 quiebros). Spinazzola, sin embargo, ser¨¢ baja ante Espa?a por una grave lesi¨®n.

Media de trabajo, toque y llegada. La palanca que mueve el mundo italiano es Jorginho, un mediocentro box to box [de ¨¢rea a ¨¢rea] que no se cansa de correr, pues acumula 57,7 kil¨®metros en el torneo, solo por detr¨¢s del infatigable Pedri (61,5). Pero no solo es piernas sino que tambi¨¦n tiene pies, capaz de entregar 371 pases -cuarto por detr¨¢s de Laporte (519), Pau Torres (399) y Alba (386)-; unas estad¨ªsticas (las de la posesi¨®n) en las que siempre aparecen los espa?oles en las posiciones punteras.

Por delante de Jorginho se han asentado Verratti -a quien Mancini esper¨® siempre con los brazos abiertos- y Barella, que le ha ganado la partida a Locatelli, por m¨¢s que se haya revelado como un jugador con llegada y gol, pues le hizo dos a Suiza. Verratti garantiza la posesi¨®n del esf¨¦rico, la circulaci¨®n diligente y precisa, al tiempo que Barella se siente c¨®modo en la conducci¨®n y se pide llegar al ¨¢rea por sorpresa. Pero a todos les gusta el esf¨¦rico, al punto de que suman un 55,8% de media de posesi¨®n en los encuentros, lo que se sit¨²a en cuarta posici¨®n, a distancia de la l¨ªder Espa?a que alcanza el 67,2%).

Delanteros escopetas. Aunque es la segunda selecci¨®n que m¨¢s goles ha metido (11), por los 12 de Espa?a, Italia no tiene un goleador nato, por m¨¢s que Insigne sea fijo en el costado izquierdo, Inmobile act¨²e por dentro y Chiesa -que le gan¨® la partida al desaparecido Berardi- se exprese por la derecha. As¨ª, Insigne, Inmobile, Locatelli y Pessina se han repartido la tarea del gol, dos por barba. Pero son escopetas, porque Inmobile es el que m¨¢s disparos ha ejecutado (16) -empatado con Ronaldo- e Insigne (14) se queda el cuarto. Normal que sea la selecci¨®n que m¨¢s chutes ha probado (seguida por Espa?a (95), ya lejos Dinamarca (77).

Generosos en el repliegue y en el esfuerzo defensivo, siempre dispuestos a colocarse entre el bal¨®n y su porter¨ªa si le superan la l¨ªnea, los delanteros se despreocupan sin embargo del juego colectivo hasta los ¨²ltimos metros, pues abren y estiran el campo, tambi¨¦n viven al l¨ªmite, empecinados en buscar las diagonales y las espaldas de los defensas. As¨ª, suman 15 fueras de juego, los que m¨¢s, tras Suiza y Croacia (13). Espa?a tiene trabajo, tiene a un gran rival enfrente.

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