Antonio R¨¹diger, el pesimista que emergi¨® en la sequ¨ªa
El central alem¨¢n alcanza un a?o despu¨¦s de su llegada al Madrid su mejor versi¨®n como l¨ªder de una defensa en pa?os menores por las lesiones
La carrera de Antonio R¨¹diger (Berl¨ªn, 30 a?os) pic¨® definitivamente hacia arriba cuando Thomas T¨¹chel lleg¨® al Chelsea en enero de 2021. Despu¨¦s de meses como suplente, el t¨¦cnico lo se?al¨® como un fijo en su defensa de tres centrales y tambi¨¦n llev¨® a cabo una seducci¨®n personal con ¨¦l. ¡°Toni, cu¨¦ntame sobre ti¡±, le pregunt¨®, seg¨²n desvel¨® el jugador en The players¡¯ tribune. Este, agradecido por la confianza, le confes¨® que su ¡°hambre y agresividad¡± proced¨ªan de su infancia en las canchas de cemento del barrio de Neuk?lln, donde empezaron a llamarle Rambo. Al nuevo entrenador blue le gustaba ese R¨¹diger; no obstante, al mismo tiempo siempre temi¨® que el d¨ªa menos pensado cometiera un error fatal. Un miedo, nunca expresado en p¨²blico, que lo acompa?¨® hasta el gran triunfo en la final de la Champions seis meses despu¨¦s ante el City, pero que luego nunca se hizo realidad. El zaguero hab¨ªa ascendido a la zona noble del f¨²tbol.
Al Bernab¨¦u lleg¨® en el verano de 2022 reclutado por Carlo Ancelotti. El plan con este tipo excesivo y exc¨¦ntrico era acumular m¨¢s hormig¨®n al pen¨²ltimo dique. Sin embargo, las desgracias f¨ªsicas de sus compa?eros han provocado que su gran valor lo haya adquirido liderando una zaga en pa?os menores por las graves lesiones de Milit?o y Alaba, y el empe?o del Madrid en no fichar en invierno y arreglarse de momento con Nacho y los remiendos de Tchouameni y hasta Carvajal.
En este progresivo vaciamiento de la defensa blanca es cuando ha surgido el mejor R¨¹diger, el ¨²nico de esa l¨ªnea que no cae a la enfermer¨ªa ni se ausenta por expulsi¨®n. Este martes, en la previa de la semifinal de la Supercopa de Espa?a ante el Atl¨¦tico (20.00, Movistar), Ancelotti le dedic¨® una retah¨ªla de elogios. ¡°Es atento, est¨¢ muy concentrado, es fuerte de cabeza, tiene experiencia, buen posicionamiento, car¨¢cter, personalidad¡ Es un defensor completo. Su mejor condici¨®n: pesimista. Siempre piensa que algo malo puede pasar. Por eso, siempre est¨¢ muy focalizado en el partido¡±, desgran¨® el italiano. Una palabra (pesimista) que ya dedic¨® a Nacho nada m¨¢s regresar al Madrid. ¡°Entonces, ma?ana [por este mi¨¦rcoles] tiene a dos pesimistas¡±, le soltaron desde la bancada de la prensa. ¡°Es lo ¨²nico que tengo, de momento¡±, replic¨® el de Reggiolo, que, salvo cambio de opini¨®n en los despachos, afronta un horizonte de, al menos, dos meses y pico, con solo dos centrales puros sanos de la primera plantilla.
Fijo tambi¨¦n en la crisis alemana
Decisivo incluso en el ¨¢rea contraria para decidir jornadas tan reviradas como ante el Mallorca, Carletto agradece especialmente de R¨¹diger su continuidad y aportaci¨®n en los duelos, m¨¢s si cabe con Milit?o todav¨ªa renqueante. Por el aire, nadie en la plantilla blanca sale ganador de tantas disputas (1,9 por partido) y tampoco nadie realiza tantos despejes (2,9 por partido), igual que en la campa?a (2020-21) en la que T¨¹chel lo aup¨®. En despejes de cabeza (1,8), es de largo su mejor curso desde que aterriz¨® en el Chelsea en 2017.
Las circunstancias y su rendimiento han investido al alem¨¢n en el jefe de una zaga que ha funcionado mucho mejor desde los ajustes realizados a ra¨ªz de la derrota en el Metropolitano. A diferencia de la temporada pasada, m¨¢s complemento que protagonista, su cifra de minutos (2.040) s¨ª es ahora directamente proporcional a su peso. Solo Valverde ha aparecido m¨¢s en el Madrid que ¨¦l (2.080) y, de postre, lo ha disputado todo en la cruda traves¨ªa de la selecci¨®n alemana. Una crisis nacional en la que Julian Nagelsmann, despu¨¦s de las derrotas de noviembre, solt¨®: ¡°Nos tenemos que acostumbrar que ya no tenemos monstruos defensivos¡±.
Una confusi¨®n tras Haaland
Ancelotti se involucr¨® personalmente en la contrataci¨®n (el club lo hab¨ªa descartado por sus pretensiones econ¨®micas) y el d¨ªa de su presentaci¨®n fue a su casa a saludarlo. Pero no rompi¨® los estatus adquiridos. Alaba y Milit?o estaban primero. Tambi¨¦n si R¨¹diger se reivindicaba esposando a Haaland en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones de la temporada pasada (1-1). ¡°Brillo m¨¢s cuando la gente duda de m¨ª¡±, sentenci¨® despu¨¦s. Sali¨® esa noche porque Milit?o cumpl¨ªa ciclo por tarjetas y at¨® en corto al noruego, pero eso no le evit¨® regresar al banquillo en la vuelta (4-0), un duelo en el que se vio en medio de una confusi¨®n alimentada por el Madrid y el propio Carletto. El central brasile?o volv¨ªa de la sanci¨®n, as¨ª que sobraba uno. Por la respuesta del t¨¦cnico tres d¨ªas antes, todos entendieron que R¨¹diger jugar¨ªa en el Etihad, lo que abr¨ªa la inc¨®gnita de qui¨¦n sobraba. Fueron tres d¨ªas de comidillas, hasta que Ancelotti se descolg¨® ya en M¨¢nchester con que pensaba que le hab¨ªan preguntado por Rodrygo. Hab¨ªa dejado correr el peque?o l¨ªo y R¨¹diger, finalmente, fue suplente. En las jornadas posteriores, ambos fueron vistos llegando juntos, en el mismo coche, al entrenamiento de Valdebebas.
Ahora no hay dudas de la titularidad del defensa, un delantero en sus or¨ªgenes. Regresa a la Supercopa, en Arabia Saud¨ª, el torneo que le hizo entender, despu¨¦s de caer en la final del a?o pasado 3-1 ante el Barcelona, que ¡°esto [el Madrid] no es una broma y que perder no es una opci¨®n¡±. Este martes, eso s¨ª, apareci¨® en el campo de pr¨¢cticas del Al-Nassr jugueteando con un utillero y Mendy.
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