Bellingham vuelve para sentenciar la Liga
El ingl¨¦s, que no marcaba desde febrero, decide el campeonato para el Madrid al desatascar un cl¨¢sico en el que el Bar?a resisti¨® con menos armas y en el que brill¨® Lucas V¨¢zquez con gol, asistencia y penalti provocado
El cl¨¢sico es de Jude Bellingham. El de Montju?c y el del Bernab¨¦u. Desde Cristiano Ronaldo hace nueve a?os, ning¨²n jugador del Real Madrid hab¨ªa marcado al Bar?a en la primera y en la segunda vuelta. Hasta el ingl¨¦s, aparici¨®n deslumbrante de efecto inmediato, en el juego y en el enamoramiento con la grada, desde que desatasc¨® los primeros partidos del curso hasta que puso el broche a la Liga sacando el equipo de otro atolladero. Y a s¨ª mismo de otro: no marcaba de blanco desde febrero. Pero es un futbolista de momentos clave, y de momentos clave del Madrid. Cuando solo quedan 18 puntos en disputa, el equipo de Ancelotti sentenci¨® el campeonato al alejar a 11 puntos ya al de Xavi, que aguant¨® hasta la puntilla del ingl¨¦s pese a mostrar menos armas en el encuentro, y en el curso.
Pero los cl¨¢sicos suelen conformar espacios al margen de las din¨¢micas generales. El Madrid y el Bar?a llegaban con trayectorias muy divergentes. El Real, compacto despu¨¦s de un ejercicio gremial exitoso en M¨¢nchester. El Bar?a, descosido despu¨¦s de la eliminaci¨®n contra el Paris Saint-Germain por la fractura interna tras las cr¨ªticas de G¨¹ndogan, el mismo futbolista que se quej¨® de sus compa?eros en el cl¨¢sico de la primera vuelta en Montju?c, el partido que abri¨® las primeras grandes grietas del curso en el proyecto de Xavi. Pero el partido empez¨® al rev¨¦s. El primer cl¨¢sico que conquist¨® Bellingham.
Suceden cosas rar¨ªsimas en estas citas. El Real empez¨® con una ca¨ªda de tensi¨®n despu¨¦s del momentazo del Etihad, con varios regalos en la salida. El segundo, de Vinicius, desemboc¨® en un c¨®rner del que sali¨® el primer gol del Barcelona. Otra raci¨®n de extra?eza. Al Madrid solo le hab¨ªan marcado una vez a partir de un saque de esquina en las 31 jornadas anteriores. No solo eso: Christensen cabece¨® en el segundo palo despu¨¦s de que la pelota sobrevolara a Lunin, el portero de Europa que mejor domina el tr¨¢fico a¨¦reo. Pero esa se le escap¨®.
El segundo sobresalto lleg¨® tambi¨¦n desde el c¨®rner. El Madrid parec¨ªa haber olvidado todo de golpe: su jerarqu¨ªa y sus certezas. Lamine Yamal roz¨® con la espuela en el primer palo y Lunin palme¨® la pelota sobre la l¨ªnea. O eso entendieron en la sala VOR despu¨¦s de un par de minutos de escrutar las c¨¢maras. Porque s¨ª, la Liga sigue sin contar con la tecnolog¨ªa de gol que ayuda a dirimir estas jugadas en los dem¨¢s grandes campeonatos. Aqu¨ª hay que escrutar tomas, deducir lo que hay detr¨¢s del cuerpo de Lunin, hasta concluir que una parte del bal¨®n a¨²n proyectaba sombra sobre la l¨ªnea cuando lo espant¨® el ucranio.
Los sustos despabilaron al Madrid, que se hizo con el control del centro del campo, del toque y de las transiciones. Dominaba todas las velocidades con la pelota, con Kroos y Modric de nuevo juntos en el once inicial de una noche grande, algo que no suced¨ªa desde septiembre en el Metropolitano. Pero sobre todo con el despliegue cada vez m¨¢s expansivo de Fede Valverde.
El Bar?a era el Bar?a menos can¨®nico, con un centro del campo intrascendente con G¨¹ndogan, Christensen y De Jong, que se fue lesionado al final del primer tiempo. Apenas fabricaba nada en esa franja. Ten¨ªa la caldera m¨¢s retrasada, en la l¨ªnea del clarividente Cubars¨ª, que se estrenaba en el Bernab¨¦u. El equipo de Xavi no encontr¨® c¨®mo hilar en el centro, pero detect¨® enseguida la oportunidad del duelo Lamine Yamal-Camavinga. Ancelotti volvi¨® a alinear al franc¨¦s en el lateral izquierdo por el agotamiento que arrastra Mendy desde M¨¢nchester, lo que tambi¨¦n hizo descansar a Carvajal, suplido por Lucas, brillante, con un peso decisivo en el encuentro. La noche result¨® un suplicio para Camavinga, superado por la electricidad de Yamal, que aparec¨ªa sin m¨¢s en la l¨ªnea de fondo, con el regate o al espacio.
La respuesta del Madrid tampoco sigui¨® el manual. Lucas dribl¨® a Cancelo, pis¨® el ¨¢rea y acab¨® en el suelo zancadilleado por Cubars¨ª. El penalti lo convirti¨® Vinicius, que hab¨ªa empezado su carrera de lanzador contra el Barcelona en verano en Dallas, donde se estren¨® peg¨¢ndole al larguero.
La lesi¨®n de De Jong, en un bal¨®n dividido que le revent¨® Valverde contra el tobillo derecho, abri¨® paso a la entrada de Pedri, al que poco despu¨¦s acompa?¨® Ferm¨ªn en lugar de Christensen. Los cambios revivieron el centro del campo azulgrana, que apareci¨® en el mapa. El Bar?a empez¨® a dar pasos adelante y Xavi intervino para tratar de empujar a¨²n m¨¢s. Retir¨® a Lewandowski, algo desconectado, y a Raphinha, e introdujo a Jo?o F¨¦lix y Ferran, que realiz¨® una maniobra decisiva en el 1-2. Tir¨® Yamal, otra vez Yamal. El valenciano se cruz¨® en la trayectoria, Lunin, incomodado, despej¨® mal y Ferm¨ªn aprovech¨® la invitaci¨®n, como en Dallas.
Ancelotti meti¨® a Fran Garc¨ªa y a Brahim por Kroos y Camavinga. La respuesta fue instant¨¢nea, aunque la elaboraron, como en el primer gol, Vinicius y Lucas. Esta vez, al rev¨¦s: asistencia del brasile?o de lado a lado y gol del gallego en el segundo palo.
Pero la Liga la abroch¨® Bellingham al cazar un pase cruzado de Lucas (otra vez Lucas).
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