J¨®venes, familias y un punto de inflexi¨®n en Barcelona: ¡°Esto va de f¨²tbol, pero tambi¨¦n de mujeres¡±
El pabell¨®n de Vall d¡¯Hebron acoge a cerca de un millar de personas para ver la final en la primera pantalla instalada por el Ayuntamiento desde la final del Mundial 2010
Quer¨ªan sacar a la gente a la calle y la calle no defraud¨®. Olga Carmona fue Iniesta en Australia y Espa?a salt¨® en 90 minutos de 2010 a 2023. ¡°?Campeonas, campeonas!¡±. La afici¨®n hizo suyo el Mundial de f¨²tbol en un domingo especial para la selecci¨®n en Barcelona. Unas 1.100 personas, seg¨²n la Guardia Urbana, asistieron a la final proyectada en el pabell¨®n Vall d¡¯Hebron de la ciudad, uno de los puntos de encuentro habilitados por todo el pa¨ªs. Desde la final masculina de Sud¨¢frica, el Ayuntamiento barcelon¨¦s no instalaba una pantalla para ver un partido de la selecci¨®n.
Hay triunfos estrictamente deportivos, otros m¨¢s transversales, pocos tan intergeneracionales como este Mundial. El camino recorrido por la selecci¨®n consolida el crecimiento del f¨²tbol femenino. Nuevos referentes para nuevas generaciones. ¡°Si no fuera por Alexia, Aitana y todo este grupo de jugadoras, seguramente no estar¨ªa aqu¨ª¡±, admite Alba, de 14 a?os, sentada con un grupo de tres amigas. ¡°Nos gusta el deporte y yo juego al f¨²tbol en el instituto, pero ellas no¡±, apunta. El resto de las chicas sonr¨ªen y asienten. Acompa?ar a Alba y ver el partido les parece un buen plan de domingo de agosto. ¡°Si fuera la final masculina no hubi¨¦semos venido porque el ambiente es diferente¡±, dicen.
Hora y media antes del inicio del partido ya hay unas 200 personas haciendo cola para entrar. En total entrar¨¢n m¨¢s de mil en un espacio habilitado para 2.000. El ambiente es familiar y juvenil, con un gran porcentaje de mujeres. Camisetas de la selecci¨®n, azulgranas y de otros equipos formativos del f¨²tbol base de la ciudad. ¡°Es una buena hora para venir con los ni?os. Es un plan familiar¡±, entiende Marta, que viene con su marido, dos ni?os y una pelota. ¡°Guardadla en la mochila o no la podremos entrar¡±, avisa.
Marta no es muy futbolera, dice, pero sus hijos s¨ª. Y el f¨²tbol, remarca, ya no es solo cosa de ellos. ¡°Venir a ver la selecci¨®n femenina tiene un componente pedag¨®gico, normalizador¡±, defiende. ¡°Esto va de f¨²tbol, pero tambi¨¦n, de mujeres. Nunca hab¨ªa pensado venir con mi familia a ver una final de f¨²tbol femenino. Y si ganamos, mejor¡±.
Los primeros aplausos del mediod¨ªa se los lleva Andr¨¦s Iniesta. El manchego aparece en la pantalla para mandar un mensaje de ¨¢nimo a las futbolistas y el p¨²blico se expresa con contenci¨®n. Nadie se contiene, en cambio, con el latigazo de Carmona a la media hora de partido que adelanta a Espa?a. ¡°Qu¨¦ buena es¡±, dice un joven de la primera fila. La selecci¨®n engancha.
En el segundo tiempo, el penalti en el ¨¢rea inglesa se convierte en un guion de suspense. Incertidumbre. Expectativa. Frustraci¨®n. Un hombre de primera fila se tapa la cara para no ver el desenlace. Intuye el fallo de Jenni Hermoso por la reacci¨®n de su entorno. Vuelven los aplausos. El aliento a veces puede transmitirse hasta la otra parte del mundo.
Entra Alexia Putellas al campo y el pabell¨®n se viene abajo. Faltan pocos minutos para el estallido final. Trece minutos de tiempo a?adido. Silbidos. C¨®rner a favor de Inglaterra. Sube la portera rival, Mary Earps, a rematar. ¡°?Pita ya!¡±. Cata Coll atrapa el bal¨®n. Final. ?xtasis en Vall d¡¯Hebron.
¡°Es importante celebrar los triunfos, pero tambi¨¦n explicar qu¨¦ hay detr¨¢s¡±, apunta Marta. Sus hijos a¨²n est¨¢n saltando por alg¨²n rinc¨®n del pabell¨®n. Alba sonr¨ªe y aplaude. ¡°Qui¨¦n lo iba a decir con el l¨ªo de las 15, ?verdad?¡±.
El Ayuntamiento empez¨® a sopesar instalar una pantalla gigante una vez que la selecci¨®n super¨® los cuartos de final. Descart¨® adaptar un espacio en semifinales por las malas fechas, en pleno agosto, pero activ¨® el plan de cara a la final, seg¨²n un alto cargo del Consistorio. ¡°En plena ¨¦poca de vacaciones no es f¨¢cil llenar un gran espacio, pero con este partido era importante hacerlo¡±, a?ade. Collboni anunci¨® la pantalla gigante el mi¨¦rcoles, un d¨ªa despu¨¦s de que la pidiera el l¨ªder del PP en el Ayuntamiento, Daniel Sirera.
Hac¨ªa m¨¢s de una d¨¦cada, desde 2010, que el consistorio barcelon¨¦s no instalaba una pantalla para seguir un partido de la selecci¨®n, a pesar de las peticiones de algunas entidades como Barcelona con la selecci¨®n. ¡°Ya tocaba¡±, remarca una portavoz de la asociaci¨®n. Desde entonces, ni Xavier Trias ni Ada Colau habilitaron otros espacios, aunque la exalcaldesa s¨ª permiti¨® que la entidad proselecci¨®n instalara en Barcelona, con fondos privados y patrocinadores, una gran pantalla en 2018 para seguir el Mundial masculino, cinco a?os antes de que Carmona fuera Iniesta en Barcelona.
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