Marruecos celebra la eliminaci¨®n ¡®in extremis¡¯ de la Roja como un triunfo en la final
Los hinchas de los Leones del Atlas desbordan las calles de las grandes ciudades. ¡°La procesi¨®n ha ido por dentro¡±, reconocen familias mixtas hispano-marroqu¨ªes
El fracaso no era una opci¨®n. El entusiasmo nacional de una victoria de la selecci¨®n nacional frente a toda una campeona del Mundo como la Roja inflam¨® Marruecos desde las horas previas al partido. Cuando el ¨²ltimo penalti marcado por los Leones del Atlas sentenci¨® el encuentro, los ¨¢nimos estallaron de j¨²bilo entre los aficionados marroqu¨ªes, en su mayor¨ªa forofos de equipos de LaLiga. En el pa¨ªs magreb¨ª hay 19 pe?as futbol¨ªsticas espa?olas: 13 del Barcelona, 3 del Real Madrid, 2 del Atl¨¦tico y 1 del Sevilla. Danzaban en las calles, en las puertas de los caf¨¦s, en las caravanas de coches para celebrar el primer pase a cuartos en un Mundial de f¨²tbol en la historia de la selecci¨®n rojiverde.
¡°Los Leones del Atlas se medir¨¢n con Suiza en cuartos¡±, pronosticaba el quiosquero Ahmed Ghilali, de 61 a?os y seguidor del Bar?a, con la prensa deportiva desplegada en el mostrador. ¡°Espa?a y Portugal quedar¨¢n fuera¡±, auguraba, en una simbiosis de dictamen de experto y displicencia de vecino cercano, la ca¨ªda de las galardonadas selecciones ib¨¦ricas.
Las calles de la capital hab¨ªan permanecido desiertas desde primera hora de la tarde, en medio del cierre generalizado de centros educativos. Los caf¨¦s concentraban a quienes a¨²n no hab¨ªan podido regresar a casa o prefer¨ªan estar en multitudinaria compa?¨ªa. ¡°Ha sido un fifty-fifty, pontificaba Jalid, un empresario textil de 32 a?os ante las pantallas del bar-restaurante Sotto Sopra, punto habitual de concentraci¨®n de aficionados en el centro de la capital. Sayed, ingeniero de la misma edad, avanzaba tras el fin del partido una explicaci¨®n t¨¦cnica: ¡°Marruecos ha dejado la pelota a Espa?a, pero no ha permitido que jugara a su estilo. Lo dem¨¢s ha sido suerte... Y contar con un gran portero como (el sevillista) Bono¡±.
Pasaba el mediod¨ªa y el quiosquero Ahmed pronto iba a cerrar su establecimiento mientras la tropa y oficialidad del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Reales desfilaba a paso vivo por la avenida Patrice Lumumba del distrito de Hassan de Rabat. Se encaminaban a sus hogares para seguir el encuentro en una gran reuni¨®n familiar, como es de rigor en Marruecos.
La funcionaria espa?ola Elena, de 51 a?os, y su marido, el director comercial Hasan, de 54, vieron el partido con su numerosa familia marroqu¨ª. Ella apoyaba los colores de la Roja, mientras el resto animaba a los Leones del Atlas. Salvo su hijo peque?o, El¨ªas, de 12 a?os, que ten¨ªa el coraz¨®n dividido entre los dos rivales. Por la ma?ana hab¨ªa acudido al colegio vestido con la camiseta de Achraf Hakimi, ¨ªdolo de la selecci¨®n marroqu¨ª nacido en Madrid y jugador del Paris Saint-Germain. ¡°Dice que va con los dos equipos¡±, revelaba su madre, ¡°pero la procesi¨®n va por dentro. Al final ha perdido la voz de tanto desga?itarse con ambas selecciones¡±.
Carmen y Mohamed, dos profesionales liberales de 59 a?os, tambi¨¦n vieron el encuentro en Rabat con un amplio clan familiar marroqu¨ª. ¡°Tenemos las dos banderas junto al televisor¡±, aseguraba al un¨ªsono este matrimonio sin hijos. ¡°La comunidad marroqu¨ª en Espa?a y la espa?ola en Marruecos lo han vivido como un derbi, como si fuera una final¡±, consideraba Mohamed, ¡°pero si la Roja hubiese jugado contra otro pa¨ªs, estoy seguro de que los marroqu¨ªes la habr¨ªan respaldado en un gesto de buena vecindad¡±, aventur¨®.
La espa?ola Elena describ¨ªa con buen humor los sentimientos entrecruzados que se viv¨ªan durante el encuentro en una familia mixta hispano-marroqu¨ª: ¡°Yo misma he ido a muerte con Espa?a, pero me caen muy bien los jugadores marroqu¨ªes, y tambi¨¦n su entrenador (Walid Regragui, un exfutbolista nacido en Francia)¡±. Cree que el calificado como el Pep Guardiola marroqu¨ª es el alma del equipo.
¡°Ha llamado a los mejores y los ha convencido de que pueden llegar muy lejos en apenas tres meses al frente de la selecci¨®n¡±, resume Elena la opini¨®n mayoritaria en el pa¨ªs norteafricano, ¡°y ha sabido tender un puente entre los jugadores de la liga local y los que est¨¢n en el extranjero¡±. Entre los 26 que ha convocado en Qatar, 14 han nacido o vivido en naciones como Francia, Espa?a o Pa¨ªses Bajos.
Un encuentro afrontado con confianza
Despu¨¦s de m¨¢s de dos d¨¦cadas residiendo en el pa¨ªs magreb¨ª, esta espa?ola ha podido observar la gran confianza con la que se afrontaba en Marruecos el encuentro de octavos con Espa?a, pero tambi¨¦n hab¨ªa detectado un profundo temor al choque con un equipo campe¨®n curtido en la tensi¨®n de las grandes competiciones internacionales. Los marroqu¨ªes sab¨ªan de antemano que ten¨ªan que aprender a gestionar sus emociones. ¡°Ojal¨¢ que uno gane con honor y otro pierda con deportividad¡±, hab¨ªa expresado Elena sus mejores deseos antes del comienzo del partido. Sus augurios parecieron cumplirse.
La considerada por la prensa marroqu¨ª como la mejor generaci¨®n de futbolistas del pa¨ªs hizo historia el jueves al firmar el segundo pase a octavos en 36 a?os en un Mundial de f¨²tbol. Tras derrotar a Canad¨¢, los Leones del Atlas cumplieron un viejo sue?o, esta vez como invictos l¨ªderes de grupo, por encima de equipos con el pedigr¨ª de Croacia y B¨¦lgica. Marruecos jug¨® adem¨¢s en casa en Qatar, respaldado por 40.000 seguidores de su pa¨ªs, y como ¨²nico pa¨ªs ¨¢rabe que ha seguido en competici¨®n en la segunda ronda.
¡°Orgullo y fervor¡±, defin¨ªa el sentimiento vivido en su pa¨ªs en este Mundial Tahar Ben Jelloun, uno de los m¨¢s reconocidos escritores marroqu¨ªes contempor¨¢neos, en el portal digital 360 Sports. ¡°La victoria ante B¨¦lgica (0-2) pasar¨¢ a los anales¡±, pronosticaba el novelista afincado en T¨¢nger. ¡°Un equipo decidido a vencer sell¨® el ¨¦xito, con emoci¨®n intensa en todo el pa¨ªs¡±, recapitulaba antes de destacar que en los caf¨¦s hab¨ªa ¡°numerosas mujeres ¨Dalgunas de ellas con velo, otras con los cabellos al viento¨D, con un mismo sue?o: ver ganar a Marruecos¡±. El triunfo sobre Espa?a tambi¨¦n forma parte desde ahora de la historia deportiva del pa¨ªs magreb¨ª m¨¢s cercano.
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