Fahad se transforma
Piensa que a Pedri le puede tambi¨¦n sustituir Bernardo Silva o Modric o Foden o, tal vez, Griezmann o, siempre, Messi para seguir so?ando y copiando
El pasado domingo Fahad pudo volver a entrenar y a divertirse con sus amigos, ya que su ciudad deportiva ha sido liberada de obligaciones y los equipos que la utilizaban han tenido que volver a sus casas. El regreso, el de los ni?os, ha sido glorioso porque todos ten¨ªan algo nuevo que practicar, un nuevo regate que realizar, una nueva acci¨®n de estrategia, un golpeo con el exterior para un gol maravilloso o un tiro de falta nuevo y letal. Pero lo m¨¢s gracioso ha sido ver a los delanteros intentando repetir el gol de Richarlison contra Serbia, esa volea tras autopase que casi ha acabado con las clav¨ªculas de todos los que intentaban reproducirlo.
Es lo que tiene poseer la mayor concentraci¨®n de talento futbol¨ªstico a las puertas de tu casa, que estimula la imaginaci¨®n y hace que la capacidad de so?ar se multiplique para emular a aquellos que han venido a competir pegaditos a tu portal.
Pero como todo lo bueno viene acompa?ado, vaya usted a saber por qu¨¦ y habr¨¢ que pregunt¨¢rselo a pap¨¢ Nasser, de algo triste, este mi¨¦rcoles Fahad se qued¨® sin Pedri en el Mundial y sin el equipo de jugadores peque?os que tanto estimulaba su imaginario futbol¨ªstico. Se pas¨® Fahad los 120 minutos del partido imaginando la acci¨®n m¨¢gica que juntar¨ªa a sus admirados Pedri y Gavi para que la finalizase, por ejemplo, Morata. Pero los minutos se escurrieron como la arena del desierto para llegar a los inciertos penaltis. Y ah¨ª, Espa?a se hizo Jap¨®n, el admirado Jap¨®n de su madre, con su ineficacia para transformar esos minutos en goles de tal forma que esta vez el responsable de volverse a casa no fue el portero espa?ol, sino la falta de determinaci¨®n en ese golpeo decisivo. Como si los espa?oles, como los japoneses antes y por motivos opuestos, no hubieran nunca imaginado llegar a esta parte decisiva del partido.
Y pensaba Fahad que despu¨¦s de la exhibici¨®n de Livakovic, portero de Croacia, y de Bono, por Marruecos, el pr¨®ximo entrenamiento iba a estar lleno de jugadores ensayando en el puesto de portero y midiendo su instinto para esa posici¨®n, pensando solo en la faceta heroica del ganador y nunca en la decepcionante del portero que pierde esa tanda y no puede evitar la derrota de su selecci¨®n.
Pero escuchando la retransmisi¨®n del partido, Fahad descubri¨® que en Marruecos hab¨ªa muchos jugadores que se llamaban como sus amigos del equipo y ha decidido darles una oportunidad y seguirles en su encuentro contra Portugal, en busca de nuevos referentes. Por ah¨ª anda un tal Ziyech que pinta muy bien. Y piensa que a Pedri le puede tambi¨¦n sustituir Bernardo Silva o Modric o Foden o, tal vez, Griezmann o, siempre, Messi para seguir so?ando y copiando, para poder olvidar la tristeza y cambiarla por ilusiones y alegr¨ªas mientras su hermana Amira le insiste en que hay que ir con Brasil porque son muy buenos y se lo pasan muy bien jugando a esto del f¨²tbol.
Porque Fahad ha visto c¨®mo hay estadios de este Mundial que han empezado a desmontarse, a reacondicionarse para adaptarse a la competici¨®n local fuera del brillo de la Copa del Mundo. Como si los fastos y los sue?os de muchos se hubieran desvanecido para concentrase en las esperanzas de otros. Y eso le recuerda lo ¨²ltimo que le escuch¨® a su profesor cuando les explicaba aquello que hace muchos a?os formul¨® Einstein, que la energ¨ªa ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Qu¨¦ casualidad, piensa Fahad: la energ¨ªa es como las pasiones y las certezas, siempre en continua evoluci¨®n.
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