Marruecos se abona al j¨²bilo sin fin con los triunfos del equipo revelaci¨®n de Qatar
Las celebraciones por la cadena de victorias ante grandes selecciones europeas se disparan con el primer pase a semifinales de un equipo africano en un Mundial
Rabat se hab¨ªa transformado en una ciudad fantasma cuando son¨® el pitido inicial del partido. Las calles permanecieron desiertas desde primera hora de la tarde, en medio del cierre generalizado de comercios. Pero al anochecer, la capital de Marruecos era una fiesta, la capital de todas las fiestas en homenaje a los Leones del Atlas en muchos lugares del mundo. El gol de Youssef En-Nesyri, delantero del Sevilla, ha entrado en la historia de los marroqu¨ªes. En la noche del s¨¢bado todos parec¨ªan empe?arse en so?ar que lo mejor estaba a¨²n por llegar.
Marruecos se ha acostumbrado a ganar. Tras convertirse el martes en la primera selecci¨®n de un pa¨ªs ¨¢rabe en llegar a cuartos de final en un Mundial de f¨²tbol, al dejar atr¨¢s a Espa?a en la tanda de penaltis, ha vuelto a hacer historia. Este s¨¢bado se ha clasificado para semifinales, mediante una victoria clara sobre Portugal, en un logro sin precedentes en todo el continente africano. Aparentemente ca¨®tico, el pa¨ªs magreb¨ª ha demostrado ser m¨¢s ordenado sobre el terreno de juego que sus vecinos ib¨¦ricos, a los que ha apeado del Mundial de Qatar sin contemplaciones con una estrategia desacomplejada de defensa cerrada (solo han recibido un gol hasta ahora, y en propia puerta) y audaz contraataque.
Al igual que los Leones del Atlas han obedecido al dictado las directrices dise?adas por un flamante entrenador, Walid Regragui (exfutbolista nacido en Francia), los marroqu¨ªes parecen haber seguido tambi¨¦n un ordenado guion durante el campeonato. Colegios y centros de trabajo ha adelantado su cierre para permitir que todos pudieran seguir el partido en familia, como es tradici¨®n en Marruecos. Mientras tanto, en los caf¨¦s se alineaban mesas y sillas por salones y terrazas, como en una formaci¨®n militar por todo el pa¨ªs para dar cabida al mayor n¨²mero posible de forofos y parroquianos.
La polic¨ªa ya se ha acostumbrado en Rabat a desviar el tr¨¢fico, a cortar el paso en los lugares de mayor concentraci¨®n popular y a dirigir los movimientos de las masas desde la distancia, mientras tranv¨ªas y autobuses viajan repletos de j¨®venes camino de una algarab¨ªa popular que parece no tener fin. No ha habido incidentes dignos de rese?ar. La fiesta era de todos. Hab¨ªa muchas familias, madres y abuelas con ni?os. Chicas solas.
¡°Hemos venido para celebrarlo tambi¨¦n¡±, explicaban en una de estas concentraciones humanas grupos de muchachas con banderas marroqu¨ªes y la cara pintada con bandas rojas y verdes. Frente a la habitual tensi¨®n cargada de testosterona juvenil de los estadios de f¨²tbol marroqu¨ªes, conocidos por sus grupos de hinchas violentos, los aficionados rabat¨ªes han desfilado durante estos d¨ªas de gloria futbol¨ªstica extasiados por unas victorias que no cesan. La r¨ªtmica m¨²sica magreb¨ª, con panderos y trompetillas, ha sido la nota dominante camino de los fuegos artificiales, entre c¨¢nticos de unas noches que ser¨¢n inolvidables en Marruecos y las comunidades de su di¨¢spora.
Hasta los almu¨¦danos parec¨ªan haber programado este s¨¢bado la llamada a la oraci¨®n de la tarde con el comienzo del partido frente a Portugal, como si quisieran hacer llegar la bendici¨®n celestial a la selecci¨®n rojiverde. La llamada del rezo al anochecer tambi¨¦n pudo haberse visto adelantada para que los altavoces de los alminares se unieran con su eco al estallido de bocinazos de los veh¨ªculos y el ulular de los yuyus femeninos.
¡°En casa han estado todos muy preocupados durante el partido con Portugal¡±, explicaba Helena Garc¨ªa, espa?ola asentada en Rabat con su familia marroqu¨ª desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas. ¡°Ahora salimos todos a pitar con el coche y a cantar con la gente en la calle¡±, aseguraba con alegr¨ªa compartida.
Los colores ¨¢rabes y africanos de los Leones del Atlas
La explosi¨®n de j¨²bilo se produjo de inmediato ante Portugal. Los marroqu¨ªes tardaron en reaccionar frente a B¨¦lgica, en su primera gran victoria, y tuvieron que frotarse los ojos tras la tanda de penaltis que ape¨® a Espa?a en cuartos. Con la selecci¨®n portuguesa ya estaban preparados desde el descanso para saltar al coche y dirigirse al centro de Rabat, hacia la avenida de Mohamed V, epicentro de todas las celebraciones en la capital marroqu¨ª.
¡°Las ondas positivas de la clasificaci¨®n para cuartos no se han debilitado¡±, editorializaba en las horas previas del encuentro con la selecci¨®n portuguesa el diario L¡¯Economiste. Es patente el optimismo que reina en Marruecos, mientras el temporal de lluvias aplaca la peor sequ¨ªa que azota al pa¨ªs en tres d¨¦cadas.
Los futbolistas de Marruecos han contado adem¨¢s a su favor con el factor campo, arropados en Qatar por miles de hinchas marroqu¨ªes que han viajado desde su propio pa¨ªs o desde la di¨¢spora de la emigraci¨®n en Europa, as¨ª como por su comunidad de emigrantes en el golfo. Millones de aficionados ¨¢rabes dicen sentir adem¨¢s como suyos los colores de los Leones del Atlas. Los futbolistas marroqu¨ªes pueden llegar a tener ahora el aliento de toda ?frica, tras haber alcanzado la cima para una selecci¨®n nacional del continente.
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