Donde eran dos, ya son tres: Djokovic, Alcaraz... y ahora Sinner

Golpe¨® primero en Tur¨ªn, donde tumb¨® a Nole en la liguilla de la Copa de Maestros y luego, a la hora de la verdad, en la final, se inclin¨® ante el serbio. Ocurre que solo una semana despu¨¦s, en M¨¢laga, fase final de la Copa Davis, volvi¨® a embestir al de Belgrado cuando este hab¨ªa ido con todo para saldar una cuenta pendiente consigo mismo en la competici¨®n por equipos. Segundo aviso. Y ahora, menos de tres meses despu¨¦s, se repite la escena en Melbourne, territorio sacro para el balc¨¢nico, que hasta ahora nunca hab¨ªa ca¨ªdo en una semifinal en su pista fetiche, diez de diez a su favor. No ced¨ªa el n¨²mero uno en el grande australiano desde 2018 ¡ªcuando le bati¨® Yeong Chung, hoy desaparecido¡ª y encadenaba 33 victorias desde que le atravesara el fugaz rayo surcoreano aquella tarde. Sin embargo, aqu¨ª est¨¢ Jannik Sinner, con el mazo dando: 6-1, 6-2, 6-7(6) y 6-3, en 3h 22m. El nuevo orden del tenis se presenta en sociedad en Australia. Donde eran dos, ya son tres.

¡°Sin duda, lo de hoy es el mayor logro de mi carrera¡±, dice el italiano, un tallo longil¨ªneo que a sus 22 a?os se consolida no ya solo en las alturas, sino como firme candidato a todo a partir de ahora. ¡°Cuando juegas contra Novak sabes que va a ser un partido muy complicado, sobre todo en un Grand Slam, as¨ª que cuando ves que eres capaz de ganarle, la sensaci¨®n es muy buena. Fue un privilegio poder jugar contra ¨¦l tantas veces en noviembre; cada partido es diferente, pero en todos aprendes. He intentado estar lo m¨¢s tranquilo posible y tener en la cabeza mi plan todo el rato¡±, prosigue el finalista, convertido ya en el primer jugador de su nacionalidad, hombre o mujer, presente en la final del Open de Australia, donde la grada de la central asiste a un antes y un despu¨¦s. Se frotan los ojos. Vencer a Djokovic en su reino oce¨¢nico son palabras mayores.

¡°Este torneo no ha estado a la altura de mi nivel, pero eso no significa necesariamente que sea el principio del fin, como a algunas personas les gusta llamarlo¡±, dice el campe¨®n de 24 grandes, tocado que no hundido. ¡°La racha iba a terminar alg¨²n d¨ªa¡±, expone, ¡°pero solo es el principio de la temporada¡±. Conf¨ªa Nole en responder ante lo que est¨¢ por venir, Par¨ªs, Wimbledon, los Juegos, Nueva York, cinco balas en la rec¨¢mara, pero nada m¨¢s abrir el nuevo curso encaja un severo mandoble que borra, al menos moment¨¢neamente, el sue?o de los sue?os: desmarcarse de la australiana Margaret Court, otros 24 majors. No podr¨¢ tampoco ampliar su r¨¦cord en Australia, diez trofeos, y por encima de todo adivina que la amenaza crece y ya no viene de una sola parte. Se le subi¨® a la chepa Alcaraz en Wimbledon, en julio, y ahora es Sinner el que le mira y le dice, eh, querido Novak, aqu¨ª estoy yo tambi¨¦n, grandull¨®n.

¡°Significa mucho para m¨ª haberle ganado aqu¨ª, pero el torneo no ha terminado. No lo he ganado. El domingo [9.30, Eurosport] es una final, y las emociones ser¨¢n diferentes. Todo ser¨¢ distinto¡±, contesta el tirol¨¦s de San Candido, Trentino Alto Adigio, rozando Austria; un competidor que jam¨¢s pierde el temple ni el norte, elogiado en el vestuario por su dedicaci¨®n, su humildad y su compromiso. El secreto est¨¢ en casa.

Respetar los tiempos

¡°Creo que esto se lo debo a mis padres, que tienen unos trabajos muy sencillos; mi padre es cocinero y mi madre sirve los platos en el mismo restaurante. Tienen mucho respeto por su trabajo y creo que me han transmitido esa mentalidad: respeto por el trabajo, respetar a todo el mundo, aprender a aceptar que en la pista puede ocurrir cualquier cosa. Ah¨ª en el restaurante sucede lo mismo: puede pasar cualquier cosa y hay que mantener la calma. Creo que eso me ha venido bien. No quiero meterme prisa¡±, contaba a este peri¨®dico hace tres a?os, cuando ya se dec¨ªa que detr¨¢s de esa cabellera pelirroja y ese porte de fideo hab¨ªa un competidor de muchos quilates. Todo era cierto. Sinner, un tenista con may¨²sculas, depredador silencioso.

Comentaba en ese encuentro que se trata de respetar los tiempos, que no se puede tener todo ya, y que la carrera de un tenista es larga y las prisas no son buenas consejeras, sino todo lo contrario. Esperaba pacientemente su momento, respetando la pauta de la cocci¨®n, y se abre paso ahora con los cimientos s¨®lidos que le han aportado Ricardo Piatti, primero, y Darren Cahill en la actualidad. El salto real viene de la mano de este ¨²ltimo. Si el 2023 se tradujo en un incesante mano a mano entre Djokovic y Alcaraz, ¨²nico respond¨®n, los cuatro ¨²ltimos meses describen el ascenso definitivo del italiano, que hasta ahora no hab¨ªa logrado progresar m¨¢s all¨¢ de unas semifinales en un gran escenario. Lo evit¨® en julio el serbio, en Wimbledon. ¡°Y aquello me sirvi¨® de mucho¡±, dice, mientras los hechos dicen que hoy por hoy no hay jugador m¨¢s en forma ni que haya ganado tantos partidos (26, por los 17 del balc¨¢nico y Medvedev, y los 11 de Alcaraz) ni t¨ªtulos (3) de octubre a aqu¨ª.

En un discreto plano, pero evolucionando constantemente, Sinner no ha desfallecido pese a que los grandes premios se le resistan. Lejos de desanimarse por la tiran¨ªa del Djokovic o el auge de Alcaraz, se ha fortalecido desde todos los ¨¢ngulos: f¨ªsico, t¨¦cnico y t¨¢ctico. Saca mejor, se mueve con m¨¢s soltura, va quit¨¢ndose el v¨¦rtigo de encima y empieza a ense?ar los colmillos. Puede por ahora con el espa?ol (4-3) y tutea al n¨²mero uno (3-4). ¡°Los partidos no se ganan solamente el d¨ªa del encuentro. Se ganan porque te sientes preparado para una dura pelea f¨ªsica y mentalmente. Creo que despu¨¦s del a?o pasado, especialmente el final de a?o, cog¨ª la confianza que necesitaba¡±, indica; ¡°estoy muy feliz por Carlos, por lo que ha hecho y lo que est¨¢ haciendo. ?l ha llegado m¨¢s lejos que yo. Ha ganado varios Masters 1000 y dos Grand Slams. Le respeto mucho y le deseo todo lo mejor¡±.

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