Alcaraz sortea un feo bache ante De Jong

Ya se sabe que la sonrisa es el mejor indicativo de c¨®mo est¨¢ Carlos Alcaraz, y en los ¨²ltimos tiempos no abunda cuando el tenista est¨¢ sobre la pista. ¡°?Positivo! ?A disfrutar, que se te note!¡±, le profiere desde el box su preparador, Juan Carlos Ferrero, cuando detecta que la actitud del murciano flaquea y que de no rectificar a tiempo, puede terminar metido en un buen l¨ªo. Insospechada la situaci¨®n. Jesper de Jong, el 175? del mundo, tan solo ha jugado ocho partidos en el circuito de la ATP, tres sobre tierra, y procede de la fase previa del torneo. Sin embargo, pleitea sin parar y el duelo (6-3, 6-4, 2-6 y 6-2, en 3h 09m) termina dilucid¨¢ndose a bandazos, a la fuerza, cuando la l¨®gica decanta a favor del espa?ol, que ha pasado un mal rato en el tercer parcial y el inicio del cuarto. Cinco veces ha entregado el saque, 47 errores refleja la tarjeta; 26 con la derecha.

¡°En este tipo de torneos, cualquiera puede meterte en problemas. Tienes que estar centrado en cada punto, no importa el ranking, as¨ª lo ha demostrado Jesper. En el tercer set he tenido que olvidarme de ofrecer show e intentar estar en cada intercambio, porque hab¨ªa que meter seis o siete bolas en cada punto. Hemos hecho dejadas y buenos tiros, y ¨¦l lo ha hecho mejor que yo¡±, afirma sobre la pista durante la charla con ?lex Corretja. ¡°Est¨¢ bien tener ritmo, pero preferir¨ªa estar menos horas en la pista¡±, agrega sin saber todav¨ªa con qui¨¦n se enfrentar¨¢ en la tercera escala, porque el agua ha suspendido el transcurso de la jornada en las pistas exteriores y ha dejado el pulso entre Sebastian Korda y Soonwoo Kwon en el aire. Sea quien sea, suspira hoy aliviado. Duro d¨ªa en la oficina.

Llueve y llueve en Par¨ªs, donde superado el momento Nadal, ese silencio sepulcral que dominaba en la central el lunes, se oye un murmullo constante mientras pelotean Alcaraz y De Jong, un holand¨¦s de 23 a?os y desacomplejado con ganas de guerra que pelea, desaf¨ªa y aprieta sin parar, conduciendo al murciano hacia el indeseable terreno de la frustraci¨®n, del querer y no poder; no hay manera de desencarcelar esa derecha y los pensamientos vienen y van, aunque descuenta otra estaci¨®n de un torneo que pintaba indescifrable y que todav¨ªa sigue si¨¦ndolo, sin m¨¢s certeza que la de saber que la gran historia ya no ser¨¢ posible, que el t¨®tem hist¨®rico de la tierra queda ya fuera de plano y que todo sigue muy abierto. M¨¢s si cabe. Djokovic apareci¨® la noche anterior con cara larga y Alcaraz sigue sin disfrutar de verdad.

¡°No hay ning¨²n jugador que venga con una din¨¢mica como la de Rafa durante tantos a?os, o la de Djokovic en los ¨²ltimos a?os. A Nole no le ha ido nada bien en esta gira, Carlos viene con el tema de la lesi¨®n, Sinner tambi¨¦n¡­ Est¨¢n Zverev y Tsitsipas¡­ Pero creo que no hay un favorito claro¡±, comentaba tres d¨ªas antes Pablo Carre?o, ya eliminado el asturiano, atento ahora a qu¨¦ puede hacer o qu¨¦ no su amigo Carlos, quien reflexiona y lamenta para sus adentros: ?Maldita sea! ?Maldito pronador! Ya no hay dolor en el antebrazo, pero el temor sigue ah¨ª y engrilleta a un tenista que el curso pasado aterriz¨® en Par¨ªs como favorito y que ahora lidia con las travesuras de la mente y ese m¨²sculo traicionero que descubri¨® hace dos meses.

Set y medio de curvas

¡°Me he cohibido un poco¡±, admit¨ªa el martes tras el estreno. Y dos d¨ªas despu¨¦s, observando desde la tribuna, la sensaci¨®n contin¨²a siendo similar. Alcaraz avanza, inmejorable noticia en un contexto, el de un major, que ni mucho menos requiere de brillos d¨ªa tras d¨ªa, pero al mismo tiempo sigue sin liberar esa derecha que tantos oooooohhhsss kilom¨¦tricos acapar¨® hace un a?o, cuando el chico lleg¨® en condiciones ¨®ptimas ¡ªdespu¨¦s de triunfar en Barcelona y Madrid¡ª y pegaba sin reparos ni ataduras, sin el cors¨¦ de hoy. Va interiorizando y aprendiendo, consciente de que cada pelotazo no es el ¨²ltimo ni una invitaci¨®n para lucirse, y de que conviene dosificar cada d¨ªa, en cada torneo, pero de momento no se le ha visto en su salsa, desatado, como a ¨¦l le gusta. Toca esta vez un bache.

La coordenada parece clara: no arriesgar de manera innecesaria y, mientras tanto, ir ganando tiempo y probando, recuperando gradualmente confianza ¡ª¡°el brazo est¨¢ al cien por cien¡±, repite¡ª y aumentando los promedios de velocidad en el golpeo. El murciano, resignado, acepta. Pero no es lo mismo. En cualquier caso, la paciencia de estas ¨²ltimas semanas le ha permitido llegar a Par¨ªs y tambi¨¦n superar los dos primeros escollos, este segundo muy inc¨®modo, muy respond¨®n De Jong, batallador todo el rato pese a que sus cu¨¢driceps se resienten en la recta final, ingiere pastillas y cede. El rodaje que incorpora el intr¨¦pido holand¨¦s de la clasificatoria le da alas y plantea constantemente retos muy ¨¢speros que Alcaraz acaba resolviendo con un aceler¨®n a tiempo que evita un l¨ªo mayor. Uf, viene a decir su mirada.

Prevalece el espa?ol en el ¨²ltimo intercambio de tortazos ¡ªcuatro breaks seguidos¡ª y se deshace el nudo. Exhala aire, mira a los suyos y celebrado contenido. Como su tenis de este presente a medias en el que la libertad, siempre cara, se hace de rogar.

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