Finaliz¨® la huelga de Motor Ib¨¦rica
Tras 96 d¨ªas de huelga, y en el transcurso de una asamblea celebrada en Sindicatos, los trabajadores de Motor Ib¨¦rica decidieron ayer reincorporarse al trabajo.
Esta decisi¨®n fue tomada como consecuencia de la actitud de varios centenares de trabajadores en conflicto, quienes aceptaron solicitar el reingreso en la empresa en base a la oferta que ¨¦sta efectu¨® hace unos d¨ªas.La oferta efectuada individualmente consiste en que los obreros deber¨¢n firmar una carta en la que reconocen su participaci¨®n en las anormalidades laborales registradas en las factor¨ªas de Motor Ib¨¦rica antes del 28 de abril, fecha en la que se inici¨® el conflicto masivo y abierto.
En su carta, los obreros deben comprometerse, adem¨¢s, a que durante un per¨ªodo de tres meses no participar¨¢n en conflictos laborales. Transcurrido este per¨ªodo, la empresa se reserva el derecho de readmitir a los trabajadores o bien cambiar su lugar de trabajo dentro de la misma empresa. Asimismo, los trabajadores deber¨¢n, desistir formalmente de sus demandas por despido improcedente, interpuesta ante la Magistratura de Trabajo de Barcelona, y cuya vista deb¨ªa celebrarse el pr¨®ximo 15 de septiembre.
Los trabajadores que permanec¨ªan en conflicto y ostentaban cargos sindicales han recibido tambi¨¦n la carta que deber¨¢ rellenar solicitando el reingreso, si bien este modelo sufre algunas variaciones en su redactado con relaci¨®n a las cartas de los dem¨¢s compa?eros. As¨ª, a los cargos sindicales no se les exige que retiren la mencionada demanda ante Magistratura.
El largo conflicto de Motor Ib¨¦rica se remonta al pasado d¨ªa 27 de abril cuando estaba en plena negociaci¨®n el convenio colectivo provincial del metal. En aquella ocasi¨®n, los trabajadores solicitaron de la empresa la readmisi¨®n de 18 trabajadores despedidos en el conflicto que hab¨ªa tenido lugar a finales de 1974, as¨ª como un aumento lineal de 4.000 pesetas y la retirada de unos 200 expedientes abiertos tras paros parciales registrados en aquellas mismas fechas.
La empresa acept¨® en principio discutir el aumento de sueldo, pero se neg¨® rotundamente a considerar la readmisi¨®n de los despedidos. Los obreros, por su parte, consideraban que esta ¨²ltima reivindicaci¨®n era, con mucho, la m¨¢s importante, mientras que los aumentos salariales y la retirada de los expedientes pasaban a un segundo plano. Pronto se lleg¨® al conflicto abierto, que afect¨® a m¨¢s de 3.500 obreros de las tres factor¨ªas que tiene la empresa en Pueblo Nuevo, Zona Franca y Moncada.
Fuentes laborales mencionaron como factor importante de la postura empresarial los criterios del se?or Echevarr¨ªa, entonces director general de Comunicaciones, quien en, el pasado hab¨ªa desempe?ado un alto cargo en el seno de la empresa.
Fuentes laborales afirmaron repetidamente a la prensa que los criterios del se?or Echevarr¨ªa -alto ejecutivo que fue de Perking cuando de esta empresa fue despedido Marcelino Camacho- eran tomados con la mayor consideraci¨®n por los actuales dirigentes de la empresa.
Iniciado ya el conflicto se produjeron varios intentos de negociaci¨®n que no dieron resultado positivo. Aparecieron las primeras manifestaciones callejeras de obreros, los primeros atentados contra huelguistas y las ayudas econ¨®micas masivas a los obreros en paro por parte de numerosos sectores ciudadanos.
La tensi¨®n increment¨® sustancialmente cuando la empresa sancion¨® a unos 1.800 obreros con suspensi¨®n de empleo y sueldo. Muy poco despu¨¦s unas 300 mujeres e hijos de huelguistas protagonizaron, durante un mes, un encierro en la iglesia de Sant Andreu del Palomar, el cual despert¨® una activa solidaridad en el seno de pr¨¢cticamente todas las asociaciones de vecinos de Barcelona. El encierro termin¨® con el desalojo por parte de las fuerzas del orden p¨²blico.
La ¨²ltima oferta de la empresa, anterior a la actual f¨®rmula resolutoria del conflicto, consisti¨® en la readmisi¨®n de todos los trabajadores, excepto 33 de ellos. Fue inmediatamente desestimada por los trabajadores.
A lo largo de las negociaciones, varios organismos c¨ªvicos se prestaron a actuar de mediadores entre los obreros y la direcci¨®n, entre ellos, el Arzobispado de Barcelona, el Colegio de Abogados, la Delegaci¨®n del Trabajo, el Gobierno Civil, la delegaci¨®n de Sindicatos y la Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos de Barcelona. Hubo, asimismo, entrevistas con los dos ¨²ltimos ministros de Relaciones sindicales, Rodolfo Mart¨ªn Villa y Enrique de la Mata.
Uno de los l¨ªderes de los trabajadores, Juan Domingo Linde, miembro de la tendencia minoritaria de la Comisi¨®n Obrera Nacional de Catalu?a, manifest¨® a EL PAIS que ?contrariamente a lo que han afirmado algunos medios informativos, la vuelta al trabajo no representa en modo alguno la aceptaci¨®n de un pacto social. La realidad es que muchos trabajadores hab¨ªan decidido por su cuenta aceptar el reingreso en la empresa. Ante ello, los 800 obreros que continuaban en paro optaron por la vuelta al trabajo como ¨²nica alternativa posible por el momento?.
La misma fuente se?al¨® que en estos 96 d¨ªas de huelga, los trabajadores han recaudado en concepto de solidaridad econ¨®mica unos 17 millones de pesetas.
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