Novela, Selva oscura

El autor de El rito, Premio Nadal 1973, es ahora el de Se?ora Muerte, novela que le sigue, m¨¢s s¨®lida y menos premiable que la precedente, en el sentido de que su expresi¨®n narrativa est¨¢ m¨¢s posada y se ve que al autor le interesa menos que discurra por el cauce de bravura de novela que ha de distinguirse por un toque de originalidad. En esta Se?ora Muerte insiste en presentar un realismo dislocado, trascendido en unos rasgos y negado en oros, para unir en ampl¨ªsima par¨¢bola dos mundos necrof¨ªlicos muy apartados, ant¨ªpodas podr¨ªamos decir, los que se fijan en el osario de fosa com¨²n de un cementerio de un arrugado pueblo de hisp¨¢nica cepa y cu?o en un extremo y en el otro, un aberrante chapel de Nueva York, en donde un salvaje culturizado rinde culto y extrae beneficio de una cierta ritualidad tanatol¨®gica.La Se?ora Muerte aparece de polo a polo definidida en unos t¨¦rminos en que la realidad se desdibuja en la alucinaci¨®n y la fantas¨ªa, a trav¨¦s del personaje que ha de unir vitalmente estos mundos tan dispersos y tan alejados uno de otro, salvo por su tema central, la muerte como obsesi¨®n y cifra de un fracaso humano. ?Hasta qu¨¦ punto se mezclan imaginaci¨®n, simbolismo y realidad novelesca? Toda la narraci¨®n discurre entre las frustraciones de un Pablo que arrastra una herencia monstruosa de matriarcado rural y un tanto se?orial en el que se esconden vivencias estigmatizantes, y su contraste un tanto m¨¢gico con el extremo opuesto, con el v¨¢stago -Ana- de otros estigmas que en lugar de proceder de una exacerbaci¨®n necrosada de lo tradicional, proceden de ra¨ªces distintas. Entre Pablo, el sometido a la atroz abuelona, y Ana, de casta de deslizantes nazis fugitivos, existe una relaci¨®n larga, frustrada, dolorosa, que no se logra sino en ciertos aspectos de la muerte.

Ambig¨¹edad

Una novela as¨ª ha de ser conducida por medio de ambig¨¹edades, exacerbaciones y voluntarios desenfoques. Superando el piso de la realidad narrativa en una palabra, como una falsilla que cont¨ªnuamente se traspasa y se desde?a en brazos de la voluntariedad y la fantas¨ªa. Hay rasgos, pasajes reales, por supuesto (por ejemplo, los del matrimonio de Pablo con Avelina, te?idos adem¨¢s de sarcasmo), o los que afectan a las frustraciones que el ambiente imprime al protagonista, pero los sucesos clave se nublan, se ocultan, se hacen inciertos y problem¨¢ticos en pasajes decisivos. Dir¨ªase que Garc¨ªa Bl¨¢zquez quiere dibujar sobre todo, como nexo y cifra suprema de Se?ora Muerte, una sobrerrealidad obsesiva, un clima cuya fuerza ambiental domine por completo el conjunto, para que sea, en definitiva, la novela aut¨¦ntica, desde los rasgos que han servido para producirlo de forma instintiva, irracional. Lo que en El rito aparec¨ªa como una forma en Se?ora Muerte act¨²a como un sistema narrativo solidificado, de novelista m¨¢s hecho, que explota un modo de no velar que racionaliza lo irracional, lo instintivo, lo radicalmente raro de la personalidad humana. La selva oscura narrativa de Garc¨ªa Bl¨¢zquez es atractiva y ambigua.