Una ¨²ltima aportaci¨®n biogr¨¢fica: su amistad con Olallo Morales
Entre las relaciones de Falla a lo largo de su vida hay una que ha permanecido ignorada, incluso este a?o. La que mantuvo durante largo tiempo con el compositor almeriense Olallo Morales. La raz¨®n es clara. Olallo Morales, por las circunstancias que concurren en su vida, es un m¨²sico absolutamente desconocido en nuestro pa¨ªs.Sin embargo, Olallo Morales es un creador notable, cuya obra puede insertarse plenamente en el primer nacionalismo espa?ol junto a las de los Alb¨¦niz, Granados, Falla, Conrado del Campo, Turina o Espl¨¢.
Morales naci¨® en Almer¨ªa el 15 de octubre de 1874. Era hijo del diplom¨¢tico Olallo Morales Lupi¨®n (1852-1889) y de la s¨²bdita sueca Zalma Wilskman (1850-1943).
El padre, hombre culto, edific¨® su casa junto al puerto de la ciudad andaluza. Desde la terraza practicaba, en las mejores condiciones, su gran afici¨®n, la astronom¨ªa. La muerte, en circunstancias dolorosas, oblig¨® a su familia a trasladarse a Suecia, donde el futuro compositor, instalado en casa de los abuelos maternos, en G?teborg, inici¨® sus estudios musicales.
Como casi todos los compositores escandinavos, Morales complet¨® su formaci¨®n en Alemania. En Berl¨ªn estudi¨® con Teresa Carre?o (piano), Heinrich Hurban (composici¨®n) y Hans Pfitzner (direcci¨®n de orquesta).
A su regreso a Suecia dirigi¨® la Orquesta Sinf¨®nica de Gateborg, segunda ciudad del pa¨ªs, durante cuatro a?os. Adem¨¢s de la composici¨®n ejerci¨® la cr¨ªtica musical y la ense?anza. Desde 1909 residi¨® en Estocolmo, llegando convertirse en una prestigiosa figura en los medios art¨ªsticos suecos.
Profesor del Conservatorio de Estocolmo de diversas materias, miembros del Consejo de la Opera, director y fundador de numerosas orquestas estatales, secretario de la Real Academia Sueca de M¨²sica, los m¨¦ritos de Olallo Morales le llevaron a dirigir tambi¨¦n en el resto de Europa.
Tan intensa actividad le impidi¨® dedicar m¨¢s tiempo a la composici¨®n. No obstante, su obra, de buena factura, abarca todos los g¨¦neros. Obras para piano, lieder suecos y espa?oles, sinfon¨ªas, conciertos, el espa?ol¨ªsimo ballet Las bodas de Camacho, que ha sido grabado en disco por la orquesta de la Radio de Estocolmo, un Triptico sinf¨®nico etc¨¦tera.
A pesar de su educaci¨®n escandinava, Morales no dej¨® nunca de amar a su pa¨ªs natal, ni a su ciudad de origen, la dolorosa Almer¨ªa abandonada que ha cantado Celia Vi?as. Su m¨²sica para Bodas de Sangre, de Garc¨ªa Lorca, que como es sabido, procede de un hecho real ocurrido en Almer¨ªa, es una prueba de este atraigo.
Morales fund¨® la Sociedad Sueco-Espa?ola. Prest¨® su apoyo a todos los artistas que ven¨ªan de su lejana Espa?a. Ayud¨® con su consejo a que Benavente obtuviera el premio Nobel, traduciendo La Malquerida al sueco.
La amistad entre Falla y Morales debi¨® nacer alguno de los veranos que Olallo se acerc¨® desde el fr¨ªo hasta la luminosa y c¨¢lida Almer¨ªa. Pasar por Granada a visitar al maestro Falla era obligado para un artista andaluz.
La hija mayor del m¨²sico almeriense, la pintora M¨®nica Morales Schildt, me proporcion¨® las copias de algunas de las cartas de don Manuel a su padre.
La correspondencia se inicia en 1928 y finaliza en 1936. De toda ella, muy interesante para fijar algunos datos de la vida de Falla, se desprende la generosidad y admiraci¨®n sin l¨ªmites que tuvo para su colega gaditano el cordial Olallo Morales.
Morales anima a Falla una y otra vez para que visite Suecia y d¨¦ a conocer mejor sus obras all¨ª. Le busca conciertos, le env¨ªa datos, partituras. A lo largo del a?o 36, la insistencia se hace mayor. Falla se resiste alegando motivos de salud, familiares, apelando a las duras condiciones climatol¨®gicas, a la carest¨ªa del viaje...
Morales, salva todos los obst¨¢culos. Se moviliza gestionando conciertos a Falla en Suecia, Noruega, Dinamarca... en agosto.
La ¨²ltima carta de ralla est¨¢ fechada el 31 de mayo de 1936.
Falla est¨¢ de acuerdo con las fechas y se dispone a llevar a cabo el largo viaje. El estallido de la guerra civil, tres semanas mas tarde, cambiar¨ªa el curso de los acontecimientos.
Babelia
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