Un Parlamento democr¨¢tico en Madrid no significar¨¢ la adhesi¨®n autom¨¢tica al Mercado Com¨²n
EL PAIS. La crisis econ¨®mica sumerge a la CEE en un horizonte negro para sus proyectos. ?Cu¨¢l es su opini¨®n?G. T. Cada obra nueva, comprendida la construcci¨®n de la Comunidad Europea, tiene sus per¨ªodos de aceleraci¨®n y de recesi¨®n. En su conjunto, hasta los ¨²ltimos tres a?os, tuvimos, a pesar de algunas dudas, una ¨¦poca de serios progresos en su conjunto. Finalmente llegamos a la adhesi¨®n de Gran Breta?a, Dinamarca e Irlanda. Desde un punto de vista global, el balance ha sido positivo. Baso el m¨²ltiple efecto de la ampliaci¨®n de la CEE, la crisis econ¨®mica internacional y la crisis del petr¨®leo, en vez de tener reflejos europeos, cada uno de nuestros pa¨ªses tiene reflejos nacionales. Hay que ser realistas y pragm¨¢ticos. Por unos a?os todav¨ªa seremos, quiz¨¢s, algo m¨¢s que una uni¨®n aduanera, pero no todav¨ªa una verdadera uni¨®n econ¨®mica y monetaria, para no hablar del resto. El resto, la Europa pol¨ªtica, social y regional ser¨¢ para m¨¢s tarde. En muchos sectores no hay que olvidar que nos encontramos otra vez al nivel de una cooperaci¨®n entre estados europeos.
EL PAIS. ?Qu¨¦ pol¨ªticas comunitarias habr¨ªa que estimular para avanzar hacia una ?uni¨®n europea??
G. T. La realizaci¨®n de la uni¨®n econ¨®mica y monetaria, frenada por la crisis, es el pilar esencial junto con la pol¨ªtica energ¨¦tica.
EL PAIS. Los ciudadanos europeos tienen la impresi¨®n de que la Europa de los tecn¨®cratas tiene s¨®lo en cuenta los intereses comerciales. ?Piensa que la elecci¨®n por sufragio universal directo del Parlamento Europeo puede dar una nueva imagen de la comunidad europea?
G. T. Sobre la perspectiva de la elecci¨®n directa al Parlamento Europeo creo que hay muchos grupos e intereses que se oponen a la elecci¨®n europea. Espero que la elecci¨®n sirva para nombrar a parlamentarios responsables ante sus electores, Hecho que condicionar¨¢ a nuestras familias pol¨ªticas, a los grandes partidos pol¨ªticos europeos, a pronunciarse sobre opciones europeas, lo cual forzar¨¢ a los pol¨ªticos a presentarse con programas claros ante el elector, es decir, el ciudadano europeo.
Europa, a remolque de Estados Unidos
EL PAIS. ?Por qu¨¦ los europeos no han logrado ser el ?motor? del complejo ?di¨¢logo Norte-Sur? entre pa¨ªses desarrollados y pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo?G. T. Una vez m¨¢s, Europa es v¨ªctima de sus reflejos nacionalistas. Cuando nos encontramos ante una dificultad, o bien se va hacia adelanteo bien se repliega uno sobre s¨ª, mismo. Yo pensaba que, ante las serias dificultades actuales, encontrar¨ªamos la visi¨®n necesaria para hacer frente conjuntamente a los grandes problemas. Para mi decepci¨®n he descubierto que en Europa, al contrario de los discursos pol¨ªticos, cada uno parece decir la camisa est¨¢ m¨¢s cerca del cuerpo que la chaqueta, busquemos soluciones individuales, cada uno por su parte y Dios para todos... Tal ha sido el reflejo en el momento de definir los asuntos energ¨¦ticos. Es lamentable, pero no dramaticemos y saquemos la lecci¨®n.
EL PAIS. ?Espera mejor predisposici¨®n hacia Europa por parte de la Administraci¨®n del presidente Carter?
G. T. Espero que la actitud cambiar¨ªa, aunque no puedo contar con ninguna certitud en el estado actual de cosas. Pienso que hay que organizar, cuanto antes, una reuni¨®n de la cumbre de las naciones industrializadas m¨¢s importantes de Europa, Estados Unidos y Jap¨®n. Hubo un momento en que se pens¨® en la posibilidad de una iniciativa europea en el contexto de problemas internacionales. No ha sido posible por culpa de los pa¨ªses de la CEE. Se espera que en una colaboraci¨®n USA-CEE podr¨ªa hacer algo. Por falta de cohesi¨®n en el interior de la CEE, dudo incluso de tal posibilidad.
EL PAIS. Pero ?es que tal leadership,o liderazgo americano sobre Europa no est¨¢ condicionado por los problemas de defensa?
G. T. S¨ª. totalmente de acuerdo.Pero, ?hay que empezar por la defensa? Cada vez que se piensa en armonizar un nuevo sector se dice que no podremos hacer nada, que empecemos por, otro. Hemos tenido el ejemplo de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria. Unos dec¨ªan: hay que empezar primero por lo econ¨®mico y continuar con lo monetario, y otros que hay que ir primero a la uni¨®n monetaria y despu¨¦s vendr¨¢ la econ¨®mica. Y al final se encontr¨® la soluci¨®n que yo siempre mantuve: hay que hacer las dos cosas a la vez. Y despu¨¦s no hicimos ni lo uno ni lo otro. Yo es toy dispuesto a empezar ma?ana por la defensa si se quiere. Pero cuando se habla de defensa, los pa¨ªses m¨¢s importantes de'Europa dicen ?la defensa ser¨¢ lo ¨²ltimo?. Bien. Entonces dicen: ?Hay que hacer la Europa pol¨ªt¨ªca?. Bien. Cuando llega el momento, hay quien dice ?no, la pol¨ªtica para m¨¢s tarde?. Que me digan entonces qu¨¦ es para hoy.
Europa no neocolonializa al Tercer Mundo
EL PAIS. Gaston Thorn fue uno de los promotores de la cooperaci¨®n de los nueve de la CEE y 44 pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo de Africa, Pac¨ªfico y Caribe. Este acuerdo CEE-ACP, presentado muchas veces como ?ejemplar?, ?no tiene mucho de neocolonialista?G. T. Europa, comprendida Espa?a y Portugal, ha descolonizado. Ning¨²n otro pa¨ªs industrializado concede ayuda econ¨®mica y comercial m¨¢s importante a sus antiguas colonias o al Tercer Mundo que la CEE. No conozco ninguna ayuda que no sea criticada como neocolonialista.
Con toda franqueza, y despu¨¦s de ocuparme de ese problema desde hace quince a?os, estamos muy lejos de la perfecci¨®n. Quisiera mejorarlo y tengo ideas propias sobre el tema. Pero, de lejos, es lo mejor que hay por el momento.
EL PAIS. ?Y las relaciones con la ?otra? Europa, es decir, la de los pa¨ªses del Este agrupados en el Comec¨®n?
G. T. Hay una contrapropuesta al Comec¨®n que es la clasificada de ?minimalista? en los pa¨ªses del Este. As¨ª lo o¨ª en Praga, de donde regres¨¦ ayer. No hay que olvidar las dificultades y el hecho de que hasta hace muy poco rehusaron incluso reconocer la existencia de la Comunidad Europea. Creo que si en ambas partes hay deseo de acercamiento por algo hay que empezar, aunque sea ?minimalista?.
EL PAIS. En su ¨²ltimo discurso ante el Parlamento de su pa¨ªs lanz¨® una advertencia contra los peligros de la ampliaci¨®n de la CEE. ?Se opone a una eventual entrada de Espa?a al Mercado Com¨²n?
G. T. Hay que tomar mis declaraciones en todo su conjunto para evitar malentendidos o frustraciones. Mantengo, y las pruebas est¨¢n ah¨ª, que la ampliaci¨®n a Gran Breta?a, Dinamarca e Irlanda ha a?adido m¨¢s problemas que soluciones a la CEE, por lo menos hasta el presente, Lo sab¨ªamos. En una primera etapa habr¨¢ dificultades, pero, a largo plazo, la operaci¨®n reforzar¨¢ la CEE. ?Por qu¨¦ pensar que a?adiendo pa¨ªses como Grecia y Turqu¨ªa, en el este de Europa; Portugal y Espa?a, en el Oeste, por qu¨¦ pensar que esto, por qu¨¦ milagro, reforzar¨ªa la CEE? La ampliar¨ªa, sin ninguna duda. Es evidente. La convertir¨ªa tambi¨¦n en m¨¢s dispar y rica en problemas. Cuando veo que vivimos una ¨¦poca en que cada gobierno tiene menos dinero y est¨¢ menos orientado a la generosidad y los sacrificios. ?Es que es momento de sumar las dificultades y demos una ayuda particular a X o Z que viene con su problema econ¨®mico y financiero?
Pero que no me hagan decir que estoy en contra de la ampliaci¨®n de esta Comunidad Europea. Quisiera que se tome conciencia de que no se puede ampliar esa comunidad, en inter¨¦s de los que est¨¢n ya en el interior y de los que quieren entrar, si al mismo tiempo la comunidad no toma conciencia de sus dificultades interiores y procura reforzarse.
EL PAIS. ?Qu¨¦ dir¨¢, entonces, el presidente del Gobierno de Luxemburgo en una CEE que se rige por la regla de la unanimidad, cuando un Gobierno espa?ol nombrado por un Parlamento elegido por sufragio universal ponga sobre la mesa su candidatura a la CEE?
G. T. Yo soy un hombre pol¨ªtico y deber¨¦ responder pol¨ªticamente. Pero pongo en guardia a mis colegas que dicen, en principio s¨ª, pero que cuando se negociar¨¢ antepondr¨¢n dificultades econ¨®micas. No hay que ofrecer ilusiones a pa¨ªses amigos, que pienso deber¨¢n integrarse lo m¨¢s r¨¢pidamente posible a nuestra Europa comunitaria. No hay que dar esperanzas si ma?ana deber¨¢ neg¨¢rseles la ayuda que esperan de la CEE.
EL PAIS. ?Habr¨¢ entonces una respuesta pol¨ªtica, que ser¨¢ el s¨ª seguida de muchos peros econ¨®micos ... ?
G. T. Digamos con franqueza que cuando el se?or Caramanlis, despu¨¦s de la Grecia de los coroneles, nos dice ?hay que, llevar a Grecia al campo de la democracia?. por este hecho, sin otra alternativa, debemos realizarlo. Este es un lenguaje pol¨ªtico que no puede rehusar ning¨²n dem¨®crata. Pero hubo quienes dijeron: hay que incorporarla r¨¢pidamente. Habr¨ªamos podido imaginar otras soluciones. Ahora estamos negociando y, con gran sorpresa, son precisamente los m¨¢s ardientes defensores de una r¨¢pida integraci¨®n de Grecla al Mercado Com¨²n los que Ponen m¨¢s dificultades.
(Queda clara la alusi¨®n a Francia e Italia, donde las dos caras de la moneda de la ampliaci¨®n se muestran en funci¨®n de los intereses. Hay un lenguaje para Atenas o Madrid... y otro para los agricultores del Mid¨ª.)
EL PAIS. La idea de una soluci¨®n intermedia parece que gana partidarios entre los nueve. Si, en octubre pr¨®ximo, Espa?a presenta su candidatura. ?habr¨ªa nuevas f¨®rmulas de vinculaci¨®n, sin que sea la adhesi¨®n total?
G. T. El Tratado de Roma dice que todo pa¨ªs que tenga un sistema pol¨ªtico similar a los nuestros.. puede convertirse en miembro. No veo c¨®mo a una Espa?a democr¨¢tica, con deseos de entrar en la CEE, se la pueda rechazar. Pero se trata de ver si econ¨®micamente, financieramente, etc., es el momento, cu¨¢l ser¨¢ el per¨ªodo de transici¨®n, etc. Fui el primero, muchos antes que otros en Europa y en Espa?a, que sostuve convencido que su pa¨ªs deber¨¢ integrarse en la CEE. Contin¨²o con la misma opini¨®n, pero no estoy seguro de que, si ma?ana tienen un Parlamento elegido por sufragio universal, que pasado ma?ana sea el momento adecuado para la adhesi¨®n, porque, nuestras econom¨ªas son todav¨ªa tan dispares que puede surgir oposici¨®n, no m¨ªa, sino de otros colegas, y que ustedes, los espa?oles, por otra parte, quiz¨¢ no podr¨ªan soportar ciertas competencias comunitarias. Hay problemas que no hay que convertirlos en drama. Hay que reflexionar y buscar soluciones. Lo esencial es que si Espa?a (y esta decisi¨®n depende ¨²nicamente de los espa?oles), dice ?queremos. formar parte de una comunidad europea y democr¨¢tica?, creo que todos los dem¨®cratas en Europa deberemos estar de acuerdo. ?El calendario? Lo m¨¢s r¨¢pidamente posible. Subrayo r¨¢pidamente y posible.
EL PAIS. El Gran Ducado de Luxemburgo es tambi¨¦n miembro de la OTAN. ?Cual ser¨¢ su actitud si Madrid solicita su entrada en la Alianza Atl¨¢ntica?
G. T. Si los espa?oles, en pleno ejercicio de su soberan¨ªa, deciden formar parte de esta Europa que comprende tambi¨¦n a la OTAN no habr¨¢ nada que decir. Pero, entend¨¢monos: no soy yo quien para decir que Espa?a debe formar parte de la OTAN. Irlanda forma parte de la CEE, pero, por razones tradicionales. no est¨¢ Integrada en la OTAN y nunca pens¨¦ en proponerles la entrada en la OTAN. Si Espa?a comparte nuestras opciones pol¨ªticas y de sociedad. y quiere entrar. ser¨¢ bienvenida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.