Vaciedad, anarquismo y poes¨ªa en el "Living"
?La violencia es el lugar m¨¢s sombr¨ªo que existe. Ilumin¨¦moslo?, escribi¨® hace a?os Judith Malina. En ello est¨¢n. Estas Meditaciones, preparadas como un proyecto para el Festival de la Universidad norteamericana de Carolina del Norte y presentadas, poco despu¨¦s, en la Conferencia Anarquista de Nueva York, sor una ceremonia solemne, escueta y muy reflexiva sobre el sexo, la muerte, la autoridad pol¨ªtica come muestra de la ancestral relaci¨®n due?o-esclavo, sobre el dinero, sobre la represi¨®n polic¨ªaca, sobre el capitalismo y sobre la propiedad privada. Todo ello como parte del ciclo La herencia de Ca¨ªn, proyectado como an¨¢lisis y meditaci¨®n de nivel de estudios sobre el comportamiento humano general.?C¨®mo ha llegado el Living hasta aqu¨ª? ?Qu¨¦ es este aqu¨ª? ?Qu¨¦ futuro tiene? El grupo, como es bien sabido, naci¨® hace ya veinticinco a?os, en Nueva York, como un teatro de ruptura, a la vez artesano y no tradicional, hirviente de rabia y talento contra las formalidades del teatro consumista de Broadway. Un grupo de amigos sostuvo la siempre deficitaria vida del Living, rechazado por las grandes fundaciones, perseguido por el famoso Comit¨¦ de actividades antiamericanas y, en definitiva, empujado al exilio. Una l¨ªnea clara -anarquismo, pacifismo, lirismo- enfrent¨® a Judith Malina y Juli¨¢n Beck con las autoridades de su pa¨ªs y condicion¨®, primero, la pura existencia del grupo y despu¨¦s, naturalmente, el car¨¢cter de sus creaciones. De tal forma que lo que se inici¨® como un teatro po¨¦tico, apoyado en las grandes escrituras dram¨¢ticas -desde Fedra al Orfeo, de Cocteau-, fue convirti¨¦ndose, poco a poco, en un ?teatro de actores?. Era natural. De una parteel complejo mensaje del verso -transmitido por el sentido literal de la palabra, su valor metaf¨®rico y su valor r¨ªtmico llev¨® al Living a la experiencia de los grandes encantamientos musicales, primero -a las influencias del ?N¨®? japon¨¦s- a la libre alternancia de prosa y verso, despu¨¦s, y finalmente a la nueva sintaxis ?liberadora? de la lengua. Al mismo tiempo los actores optaron por elaborar sus propias normas de vida y rehuyeron los rieles de la posible gloria profes¨ªonal. Sin posibilidades econ¨®micas de sostenerse como compa?¨ªa se organizaron en comunidady la dif¨ªcil vida material alter¨® las relac¨ªones habituales entre una direcci¨®n y unos actores. Las reflexiones y estudios se volvieron inevitablemente actos de car¨¢cter colectivo y la pr¨¢ctica desemboc¨® en creaciones igualmente colectivas y grupales. Los actores se agrandaron.
Siete meditaciones para el sadomasoquismo pol¨ªtico, del ciclo La herencia de Ca¨ªn
Creaci¨®n colectiva del Living Theatre, bajo la direcci¨®n de Judith Malina y Juli¨¢n Beck. Teatro Alcal¨¢
Proyecci¨®n visual
Entre las innumerables e irreversibles cosas que el teatro, todo el teatro contempor¨¢neo, debe al Living Theatre, yo dir¨ªa que la m¨¢s importante es la proyecci¨®n visual, la conv¨¦rsi¨®n en claras y espl¨¦ndidas acciones esc¨¦nicas de un mundo interior que hasta el Living s¨®lo pod¨ªa expresarse con la palabra y, si se quiere, con la m¨ªmica. As¨ª que la representaci¨®n corporal no se refiere ya simplemente a la acci¨®n de un determinado personaje, sino, tambi¨¦n, a su condici¨®n simb¨®lica, a su sentido metaf¨®rico, a su integraci¨®n dentro de un mito colectivo. En esas condiciones las Meditaciones son, l¨®gicamente, de calidad desigual. Hay hallazgos de una belleza l¨ªmpida y turbadora y hay funciones largas, obvias y aun banales. No se trata por ahora, seg¨²n creo, de encontrar la libertad en la poesia sino de buscarla. La fase actual denuncia la opresi¨®n social. Y los actores luchan contra ella, experimentan consigo mismos, y deliran en la confrontaci¨®n de la realidad con sus sue?os de justicia. Este teatro, en esas condiciones, plantea al espectador una serie de denuncias y problemas directos con cuyos enunciados es dif¨ªcil no estar de acuerdo. Los actores proponen unas respuestas que ya pueden aceptarse o no. Esas respuestas insisten, en general, en una fe grande en el ser humano y en su aptitud para el cambio. Digo que esto ya no est¨¢ tan claro, porque el propio Living parece haber cambiado algunos de sus comportamientos que pueden alejarle del pacifismo y rozar ciertas venas agresivas de las relaciones humanas.Quiz¨¢ esto se deba a que los ¨²ltirnos espect¨¢culos del Living -especialmente Frankestein y Paradise Now- dibujan una sociedad tecnocr¨¢tica, propon¨ªan -en Ant¨ªgona- una resistencia a esa sociedad y finalmente exig¨ªan ahora y aqu¨ª el Parafso. Se trataba, en definitiva, de rechazar la calificaci¨®n de superpesimista que ha acompa?ado a tantos trabajos del grupo sin caer -del todo- en la utop¨ªa. Por desgracia, Madrid no ha visto las producciones anteriores y resulta muy dif¨ªcil perfilar unas l¨ªneas cuyos datos no tienen la mayor¨ªa de nuestros espectadores. ?Qu¨¦ ven ¨¦stos ahora?
Actores
Esencialmente -y aceptaria equivocarme sin ninguna pena- a unos actores que no quieren demostrar su condici¨®n de histriones y menos a¨²n la de m¨¢scaras de estos o aquellos personajes, para buscar su afirmaci¨®n de ciudadanos miembros de una determinada comunidad. Actores que integran su pensamiento dentro de su expresi¨®n corporal. Actores que proponen la felicidad mientras denuncian la desgracia. Quiz¨¢ sea dif¨ªcil leer m¨¢s profundamente en estas Meditaciones si se ignora el proceso previo del grupo. La b¨²squeda de la libertad no se concibe fraccionadamente. El famoso ?punto artaudiano? no se alcanza f¨¢cilmente en un gran teatro de una gran ciudad habitada por gentes de dudosa armon¨ªa en sus relaciones. El aldabonazo del Living -aldabonazo aislado- no es suficiente para nosotros. No hemos seguido, previamente, el casi m¨¢gico proceso preparatorio que lleva a estas Meditaciones tras un cuarto de siglo de lucha teatral.En cualquier caso, nuestras buenas gentes turbadas han debido comprender que no se les propon¨ªa contemplar una obra cerrada, sino participar en un proceso abierto. Despu¨¦s de las Meditaciones a nadie quedar¨¢ duda de que el teatro, como la poes¨ªa, ?es un arma cargada de futuro?. Aunque ya no me refiero al Living, cuyo actual agotamiento y falta de nuevo lenguaje convierte su ¨²ltimo trabajo en una pretenciosa y solemn¨ªsima nader¨ªa.
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