Nuevos atentados de las Brigadas Rojas en Mil¨¢n y Roma
Volvieron a disparar ayer las pistolas en Mil¨¢n. Es el quinto atentado en una semana. Esta vez se trata de Tito Berardini, 42 a?os, secretario de la secci¨®n democristiana Meda, en la calle Ciofio, 28, en la periferia de la ciudad. Le dispararon siete balas a las do piernas. Cinco le alcanzaron. Fue operado en el hospital de San Carlos. Su estado no es grave.
La escena siempre id¨¦ntica: salida de casa a las ocho de la ma?ana, con su portafolios, hacia el trabajo. A unos cien metros dos hombres y una mujer le disparan. Berardini cae a tierra. Un transe¨²nte, viendo que en una pierna ten¨ªa una gran hemorragia, le quit¨® el cintur¨®n de los pantalones y le at¨® el muslo. Los terroristas se fueron a pie, ?sin correr?, escapando despu¨¦s en un Fiat 128 que se encontr¨® a cien metros, en calle Gentile. Una hora m¨¢s tarde, una llamada telef¨®nica a la agencia Ansa: ?Somos las Brigadas Rojas. Esta ma?ana hemos herido a Tito Berardini, hombre de la DC. Seguir¨¢ comunicado, ?va bien??En la zona del atentado, en la calle Giuseppe Frua, la polic¨ªa encontr¨® un Fiat 128, dentro del cual hab¨ªa una metralleta, dos pistolas y el portafolios de Tito Berardin ensangrentado.
En Roma, en la madrugada de ayer, entre las dos y las cuatro, un grupo terrorista, que a¨²n no indic¨® su paternidad, coloc¨® una bomba de medio kilo de dinamita en el archivo notarial central del Ministerio de Gracia y Justicia. Una hora m¨¢s tarde, tambi¨¦n en Roma, dispararon, desde un coche, varios tiros de pistola contra la puerta del centro electr¨®nico del Ministerio de Justicia, en la calle Giulia. Durante la misma noche varios coches fueron incendiados en diversos puntos de la capital.
Funerales de Estado
Hoy, a las cuatro de la tarde, hora italiana, se celebrar¨¢n en Roma, en la bas¨ªlica de San Giovanni, los funerales de Estado de Aldo Moro, sin su cuerpo y sin su familia. El cuerpo fue enterrado privadamente en Turrita Tiberina, donde veranea la familia del estadista asesinado, y la familia anunci¨® ayer que no asistir¨ªa a la ceremonia de Roma. Estar¨¢ presente Pablo VI y la misa ser¨¢ celebrada por el cardenal vicario de Roma, Ugo Poletti. Presentes, numerosas representaciones oficiales de todas las partes del mundo y miles de trabajadores que vendr¨¢n de toda Italia.
Un hecho sin precedentes
? Pablo VI -se dice en un comunicado del Vaticano- desea, de este modo, honrar la memoria del estadista desaparecido y dar, al mismo tiempo, una se?al de particular afecto a la naci¨®n italiana. ? El hecho no tiene precedentes. Es la primera vez que el Papa asiste a un funeral fuera de la bas¨ªlica de San Pedro. Por otra parte, no cabe duda que ante el gesto de protesta de, la familia contra el Gobierno, Pablo VI, que es un fin¨ªsimo diplom¨¢tico, ha querido, de este modo, demostrar que apoya, indirectamente, la l¨ªnea de firmeza del Estado italiano.
M¨¢s a¨²n, la familia se neg¨® a los funerales de Estado, alegando que Moro lo hab¨ªa pedido en una de sus cartas. Pero esto es como acepta que Aldo Moro escribi¨® en libertad sus cartas desde la ?c¨¢rcel del pue blo?, mientras el cardenal Pelegrino y numerosas personalidades del mundo cat¨®lico y amigos de Aldo Moro hab¨ªan escrito un documento en el cual afirmaban que ?no reconoc¨ªan en aquellas cartas al Moro que ellos siempre hab¨ªan conocido y amado ?.
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