El pecado original de Hughes Aircraft
Varios empresarios espa?oles del sector electr¨®nico han recibido, no sin cierta sorpresa y agrado, una carta del ministro de Transportes y Comunicaciones, Jos¨¦ Luis Alvarez, en la que dice: ?Conocido el inter¨¦s de esa empresa por el programa MADAC, mediante el cual se pretend¨ªa dar soluci¨®n al soporte t¨¦cnico del control de la circulaci¨®n a¨¦rea en Espa?a, tengo el gusto de comunicarle la cancelaci¨®n del citado programa?.La raz¨®n aducida por el ministro, y adelantada por EL PAIS (8-5-1980 y 16-8-1980), es ?la escasa participaci¨®n de la industria espa?ola en el enfoque dado al programa?. Con esta decisi¨®n, informada al Consejo de Ministros del pasado 26 de septiembre, se inicia una nueva etapa m¨¢s digna en las relaciones de Espa?a con las empresas multinacionales y segur¨¢mente con las potencias occidentales.
Frutos de la dictadura
El trato tercermundista recibido por nuestras autoridades durante la dictadura contrasta ahora con la oportuna decisi¨®n de un Gobierno democr¨¢tico que debe defender ante todo los intereses generales de la comunidad. Los directivos de la empresa norteamericana Hughes Aircraft, a quien la fuerza a¨¦rea de Estados Unidos hab¨ªa adjudicado el proyecto, financiado con dinero p¨²blico espa?ol, han recibido un jarro de agua fr¨ªa, junto con unas p¨¦rdidas que rondan los dos millones de d¨®lares. Por el contrario, los empresarios espa?oles del sector electr¨®nico se felicitan en estos momentos por la cancelaci¨®n del MADAC, que consideraban ?contrario a los intereses nacionales?.
Hemos recooldo en repetidas ocasiones las voces de empresarios que clamaban por un apoyo m¨¢s decidido de la Administraci¨®n a los intereses espa?oles. La respuesta del Gobierno viene a sentar un precedente importante va que reconoce el pecado original de Huahes Aircraft, que no es otro que el de aprovecharse de la debilidad de un r¨¦gimen decr¨¦pito no representativo para obtener privilegios sin control p¨²blico.
Mejorar las contrapartidas
Otras empresas multinacionales, como la Mac Donnell Douglas o la General Dynamies, que quieren vender sus aviones de combate a Espa?a, est¨¢n poniendo sus barbas a remojar y reconsiderando al alza sus hasta ahora rid¨ªculas ofertas de contrapartidas.
Por no haberse convocado en su d¨ªa concurso p¨²blico sobre una idea procedente de los tiempos del franquismo, varios empresarios del sector consideraron que se trataba de una ?adjudicaci¨®n humillante que incluso rozaba la ilegalidad?.
?El ministerio espera de la industrial, dice Jos¨¦ Luis Alvarez en su carta, ?la m¨¢xima colaboraci¨®n tanto en el desarrollo del plan a corto plazo como en las fases de definici¨®n y ejecuci¨®n del programa a medio plazo, para lo cual me complazco en ofrecerle la informaci¨®n que precise a trav¨¦s de la Subsecretar¨ªa de Aviaci¨®n Civil?.
A las pocas horas de conocerse la cancelaci¨®n del MADAC, varias empresas nacionales comenzaron a estudiar a toda prisa la formaci¨®n de un grupo capaz de acudir en condiciones competitivas al nuevo y refrescante concurso p¨²blico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.