Subidas hist¨®ricas en las bolsas espa?olas
La pasada semana en las bolsas espa?olas ha constituido un hito hist¨®rico de esos que se transmitir¨¢n de generaci¨®n en generaci¨®n por los inversores, como un claro ejemplo de las posibilidades especulativas que presenta un mercado de valores. En definitiva, un conjunto de sesiones de las que hacen afici¨®n.El ¨ªndice general del mercado madrile?o subi¨® en cuatro sesiones m¨¢s de catorce puntos, y la tendencia al cierre del viernes apuntaba por una continuaci¨®n de la tendencia alcista, que previsiblemente se ver¨¢ moderada, en relaci¨®n a las reuniones anteriores, por la aparici¨®n de partidas vendedoras.
La dificultad surge a la hora de indicar los motivos de unas subidas tan espectaculares. El argumento combinado de que, por una parte, el mercado presentaba unas condiciones objetivas que hac¨ªan previsibles las subidas, y por otra, que la firma del Acuerdo Nacional sobre Empleo a tres bandas, entre el Gobierno, la CEOE y las dos centrales sindicales m¨¢s representativas, no parece resistir las severas cr¨ªticas de algunos especialistas burs¨¢tiles.
Exist¨ªan condiciones de mejora
En estos medios se apunta que, efectivamente, exist¨ªan condiciones de mejora en la situaci¨®n de algunas empresas que justificar¨ªan una subida en las cotizaciones de algunas sociedades industriales; pero esas condiciones estaban ah¨ª desde hac¨ªa meses, y las subidas las ven¨ªan experimentando desde cierto tiempo atr¨¢s.
En cuanto a la firma del Acuerdo Nacional sobre Empleo, las mismas fuentes estiman que los empresarios apenas han conseguido mejoras de consideraci¨®n en el equilibrio de fuerzas planteado. La CEOE, se apunta, pod¨ªa haber conseguido los mismos efectos mediante un nuevo AMI, firmado con UGT, sin necesidad de que el partido en el Gobierno hubiese tenido que ceder contraprestaciones pol¨ªticas, como es el compromiso de creaci¨®n de 350.000 puestos de trabajo, que nadie se cree, ni econ¨®micos, como son los 2.400 millones que la Administraci¨®n se ha comprometido a entregar a las centrales sindicales.
Es m¨¢s, los empresarios no han conseguido, al menos aparentemente, dos de sus reivindicaciones m¨¢s conocidas: el que se reduzcan sus aportaciones a la Seguridad Social y que se recorten las cargas fiscales de las empresas. Otro problema se viene a a?adir a los. anteriores, y es que, como consecuencia de la limitaci¨®n de los incrementos salariales, se acelere el proceso de deterioro de las centrales sindicales que lo han firmado y que en el pr¨®ximo a?o se incremente la conflictividad laboral.
Para diversos medios financieros nacionales, el detonante de las subidas ha sido un planteamiento de car¨¢cter eminentemente t¨¦cnico-burs¨¢til, donde el calentamiento artificial del mercado y la inexistencia de partidas vendedoras suficientes para atender a los demandantes, en los primeros d¨ªas de euforia compradora, han sido los factores clave.
No se puede olvidar que en unas bolsas tan estrechas como son las espa?olas los grandes grupos controlan unos porcentajes muy importantes de las acciones en circulaci¨®n, aunque se trate de las m¨¢s insospechadas sociedades. Y precisamente estos grupos se abstuvieron de vender en los primeros d¨ªas.
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