Depeche Mode, las carencias de la tecnolog¨ªa

Los sonidos de la tecnolog¨ªa siguen invadiendo Madrid. Mientras Miguel R¨ªos acumulaba en el Pabell¨®n de Deportes del Real Madrid gentes y m¨²sicos a espuertas, en la otra esquina de la capital, Depeche Mode, grupo triunfador en el Reino Unido, se presentaba con el parco aparato de unas cintas, un par de teclados y una voz. Para provocar el entusiasmo del respetable, dicho sea de entrada.Claro, sucede que Depeche Mode, de manera parecida a casi todos sus compa?eros de estilo, son gente que funciona muy bien a la hora de realizar una grabaci¨®n para la que disponen de todos los medios que facilita la electr¨®nica. Sus discos suelen ser esqueletos r¨ªtmicos sobre los que se api?an efectos de sintetizadores, imitaciones de instrumentos ac¨²sticos, l¨ªneas mel¨®dicas y otra serie de trucos que suelen lograr el ¨¦xito a trav¨¦s de sus posibilidades como m¨²sica de baile.

La traslaci¨®n de todo ello al directo no se realiza de manera tan simple, y lo que en un vinilo puede resultar atractivo, e incluso ameno, decae lamentablemente cuando vemos c¨®mo una gran parte de esa pulsaci¨®n que tantas veces nos ha lanzado a la pista se contiene en unos cuantos cables y aparatos previamente programados. Puestos a ello, parece m¨¢s interesante escuchar las hechas por Kraftwerk, que ni siquiera en escena ocultan el car¨¢cter de su m¨²sica.

La diferencia anecd¨®tica deviene as¨ª fundamental, y Depeche Mode, al referirse a otros estilos, cavan el foso donde se precipitan sus conciertos. Que la gente disfrutara no es aqu¨ª el tema. Tambi¨¦n lo hac¨ªa con Supertramp, y eso no significaba m¨¢s que el estupor producido por la t¨¦cnica y recursos musicales mil veces inventados. Depeche Mode se sit¨²a en nidos que no son el suyo. Ese es su drama.