Cortina niega que un agente del CESID condujera a los guardias civiles al Congreso

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-Pardo: S¨ª. Lo hice en repetidas ocasiones.

-Sanz Arribas: ?Acat¨® usted la orden de salir del Congreso en el momento en que la recibi¨®?

-Pardo: Solo demor¨¦ la salida tres horas, precisamente hasta que las condiciones fueran iguales para todos.

Tras el breve descanso de media ma?ana, hizo uso de su derecho a interrogar al procesado el defensor del capit¨¢n Dusmet, teniente coronel de Meer quien pregunt¨® al comandante Pardo si las fuerzas que le acompa?aron al Congreso eran de choque o testimoniales, a lo que el interrogado respondi¨® que testimoniales. A preguntas del mismo abogado, Pardo asegur¨® que el capit¨¢n Dusmet no particip¨® en ninguna acci¨®n violenta y que colabor¨® con la doctora Carmen Echave atendiendo a las personas que se sintieron mal durante su encierro en el Congreso.

El presidente interviene

En tres ocasiones tuvo que intervenir el presidente del tribunal durante el turno de preguntas del siguiente abogado, Jes¨²s G¨®mez Garc¨ªa, defensor del capit¨¢n Alvarez Arenas. La primera cuando el letrado aconsej¨® al declarante que, cuando se le pidiera que contestara sobre alguna cuesti¨®n relacionada con sus declaraciones sumariales, exigiera que ¨¦stas fueran le¨ªdas. El presidente imterrumpi¨® para pedir al abogado que se abstuviera de dar lecciones al procesado, ya que si alguien deb¨ªa dar instrucciones en la sala era precisamente ¨¦l.

Despu¨¦s de que Pardo afirmara que no le fue comunicado el contenido del t¨¦lex enviado por el Rey la noche del 23-F a los mandos militares, el presidente intervino nuevamente para declarar improcedentes dos preguntas del abogado G¨®mez Garc¨ªa. Una relativa a si hubo alg¨²n otro miembro del cuartel general de la Acorazada que quiso acompa?ar al procesado al Congreso y otra sobre si la actitud de la Divisi¨®n Acorazada era similar a la del propio Pardo.

A preguntas del abogado Mu?oz Perea, defensor del capit¨¢n Pascual G¨¢lvez, el procesado asegur¨® que no dijo a los capitanes que le acompa?aron al Congreso en qu¨¦ consist¨ªa exactamente la misi¨®n, que nadie puso reparos a su salida de la Divisi¨®n y que nadie trat¨® de impedir esa salida.

Tambi¨¦n declar¨® el presidente improcedentes dos preguntas del abogado Julio Ortiz, que defiende al teniente de la Guardia Civil Pedro Izquierdo. El letrado centr¨® sus preguntas en torno a las condiciones del pacto para la rendici¨®n de los ocupantes del Congreso, en virtud del cual habr¨ªan quedado sin responsabilidad los tenientes que acompa?eron a Pardo, pero no los de la Guardia Civil que fueron con Tejero. El presidente declar¨® en concreto improcedentes las preguntas de si el procesado consideraba hombres a honor a los firmantes del. pacto y qu¨¦ significaba para ¨¦l un pacto de honor entre militares.

El abogado pidi¨® entonces la inmediata liberta(? de los tenientes de la Guardia Civil procesados, a lo que el presidente contest¨®: "No procede en este momento". Como Julio Ortiz insist.iera, el presidente, en tono en¨¦rgico, dijo: "Le acabo de decir que es improcedente y le retiro la venia".

El abogado Guillermo Salva Paradela, defensor, del teniente de la Guardia Civil Alvarez Fern¨¢ndez, insisti¨® en la petici¨®n de su compa?ero, pero fue cortado igualmente por el presidente del tribunal.

Aludi¨® despii¨¦s el abogado al hecho de que un teniente de la Acorazada se retras¨® cuando iba al Congreso, pero luego lleg¨® all¨ª y pregunt¨® a Pardo c¨®mo era posible ¨¦sto si el procesado hab¨ªa afirmado que no sab¨ªan que iban al Congreso. El declarante repondi¨® que dio instrucc:iones a los capitanes y era posible que alguno de ellos se lo dijeri a alg¨²n teniente.

El fiscal aludle a la 'operaci¨®n Galaxia'

A la una y media de la tarde inici¨® el fiscal el interrogatorio del comandante Cortina, para quien solicita una pen.a de doce a?os de c¨¢rcel y separaci¨®n del servicio, acusado de dar la orden para que el asalto al Congreso se produjera el 23-F y de concertar la entrevista entre Armada y, Tejero, celebrada el 21 de febrero en la calle del Pintor Juan Gris de Madrid. El fiscal, antes de pasar a las preguntas de fondo, pidi¨® al procesado colaboraci¨®n para esclarecer unos hechos y que no repitiera su actuaci¨®n en la fase de instrucci¨®n del sumario, en la que a las veintid¨®s preguntas que, en dos declaraciones, le hizo el juez, lo neg¨® todo.

El fiscal le hizo entonces una serie de preguntas relacionadas con la denominada operaci¨®n Galaxia, utilizando como punto de partida un p¨¢saje del careo que, a instancia del juez, mantuvo el procesado con Tejero en la fase de instrucci¨®n del sumario. En el mismo, el teniente coronel de la Guardia Civil dijo que Cortina hab¨ªa estado implicado en la operaci¨®n Galaxia. "Bueno", declar¨® ayer Cortina, "no era un cometido del CESID la informaci¨®n en el ¨¢mbito de las Fuerzas Armadas... En el caso de la operaci¨®n Galaxia, creo que el ministro y la Junta de Jefes de Estado Mayor pidieron que se investigara algo sobre ella, pero aspectos muy concretos y durante muy poco tiempo; una semana o as¨ª. Al decir esto creo que no revelo secretos, porque el director del CESID ya declar¨® sobre este aspecto de la operaci¨®n Galaxia".

Reconoci¨® el procesado que coincidi¨® en el servicio del CESID con los capitanes Garc¨ªa Armenta y Rubio Luengo, el sargento Rando Parra, y el cabo primero Monje Segura. Neg¨® que ¨¦ste ¨²ltimo, como declarara Rando Parra, sirviera de gu¨ªa y cooordinaci¨®n de las fuerzas de la Guardia Civil desde el paseo de las Delicias hasta el Congreso el 23 de febrero. Y afiadi¨® que ¨¦l mismo hab¨ªa investigado este punto.

-Fiscal: ?Fue, efectivamente, el cabo primero al Congreso en el coche del CESID?

-Cortina: Mi letrado ya ha solicitado un testimonio de particular, porque considero difamatorias las declaraciones de ese suboficial y va a presentar a un testigo, compa?ero suyo, a quien le hab¨ªa dicho que me difamara..

-Fiscal: ?Estaba el cabo Monje con su veh¨ªculo aparcado en la plaza Beata Ana de Jes¨²s, y desde all¨ª los traslad¨® hasta el Congreso?

-Cortina: No. No estaba con su veh¨ªculo aparcado. Estaba en una misi¨®n, siguiendo a un taxi. Al enterarse por una emisora comercial de lo que hab¨ªa ocurrido en el Congreso, abandon¨® su misi¨®n y se dirigi¨® al Palacio de las Cortes.

Neg¨®, en este sentido, que, como declar¨® Rando Parra, el cabo primero Monje Segura hubiera dado gritos en las instalaciones del CESID en el sentido de que hab¨ªa conducido hasta el Congreso al capit¨¢n Mu?ecas y a los miembros de la Guardia Civil que lo ocuparon. "Hay que aclarar", precis¨® Cortina, "que no fueron gritos sino comentarios sobre la ocupaci¨®n del Congreso".

-Fiscal: ?Cit¨® usted al sargento Rando Parra a las nueve de la ma?ana del d¨ªa 23 de febrero, en el hotel Cuzco?

-Cortina: S¨ª, lo recuerdo.

-Fiscal: La cafeter¨ªa del hotel Cuzco ?no es la misma donde usted cit¨® a Tejero?

-Cortina: No. Precisamente porque era un lugar donde yo soy conocido, al estar cerca de mi oficina.

-Fiscal: ?No es cierto que su oficina est¨¢ en la calle del Pintor Juan Gris?

-Cortina: En esa zona no est¨¢ mi oficina, ni tenemos ninguna instalaci¨®n

Creo que diciendo esto no falto a la seguridad.

Indic¨®, a este respecto, que en dicho hotel realizaba algunos almuerzos o se citaba con personas.

Cortina a?adi¨® que el sargento Rando Parra ten¨ªa muy bajas calificaciones, mientras que el cabo primero Monje no, y precis¨® que ¨¦ste ¨²ltimo era quien ten¨ªa que calificar al primero.

El fiscal manifest¨® su extra?eza ante el hecho de que un cabo primero fuera el encargado de calificar a un sargento.

A las dos menos diez de la tarde, el presidente del tribunal levant¨® la sesi¨®n hasta las cuatro de la tarde.