Divergencias entre patronal y sindicatos sobre la reestructuraci¨®n del calzado

El Consejo de Ministros aprob¨®, en su reuni¨®n del pasado 14 de mayo, un decreto por el que se declaraba "en reconversi¨®n" el sector del calzado. Y hoy se re¨²ne la comisi¨®n tripartita compuesta por la patronal centrales sindicales y Administraci¨®n para poner a punto dicha reconversi¨®n.

El plan, cuya duraci¨®n prevista en principio hasta 1984, es, ajuicio de Rafael Calvo., secretario general de la patronal del sector, la Federaci¨®n de Industriales del Calzado de Espa?a (FICE), corto, al haberse retrasado su puesta en marcha, "aunque eficaz". El decreto no satisface del mismo modo a los implicados en la larga, dura y nada f¨¢cil problem¨¢tica del calzado, primera industria de la provincia de Alicante, con un volumen de 58.800 millones de pesetas exporiados en 1981."El papel que el ministro de Trabajo ha protagonizado en el lanzamiento de este decreto ha sido importante ya que ha tenido en cuenta todos los trabajos anteriores de estos ¨²ltimos a?os", seg¨²n el secretario general de FICE. "Es m¨¢s, los trabajos de infraestructura que durante este tiempo hemos venido haciendo han incidido en el Gobierno, pero faltaba, naturalmente, un empuj¨®n de naturaleza pol¨ªtica".

El decreto lleg¨® tras un aut¨¦ntico rosario de interpelaciones parlamentarias, proposiciones no de ley, interminables reuniones y la creaci¨®n de la llamada comisi¨®n tripartita, integrada por patronal, centrales sind¨ªcales impuestas en el sector y Administraci¨®n central. Pr¨¢cticamente todo lo anterior no hab¨ªa servido de casi nada, cuando por sorpresa, seg¨²n casi todos los sectores afectados, y mediante presiones de la patronal FICE, el asunto fue aprobado por la Comisi¨®n Delegada del Gobierno para Asuntos Econ¨®micos y, de inmediato, por el Consejo de Ministros. Este hecho ha sido calificado por igual por Felipe Tornero, de la ejecutiva estatal de la federaci¨®n de la piel de CC OO, y por el diputado del Partido de Acci¨®n Demo cr¨¢tica (PAD), Luis Berenguer, como una medida "puramente electoralista". Incluso la misma semana en que era aprobada la reconversi¨®n, tal medida era solicitada por unanimidad por el Consell del Pa¨ªs Valenciano, a propuesta del consejero de Trabajo, socialista, Angel Luna, pidiendo que el plan de reconversi¨®n fuera negociado a tres bandas entre la administraci¨®n, las centrales CC OO, UGT y USO, y la Administraci¨®n del Estado.

Reconversi¨®n 'sui g¨¦neris'

Hasta tal punto se duda sobre el decreto de reconversi¨®n zapatera que, por una parte, seg¨²n CC OO, "extra?a el hecho de que ¨¦ste ha sido el ¨²nico sector que sufre reconversi¨®n v¨ªa Comisi¨®n Delegada del Gobierno para Asuntos Econ¨®micos, cuando ha habido repetidas negativas anteriores por parte del Gobierno". En el extremo casi contrario, sin embargo, el ejecutivo Rafael Calvo, de FICE, manifiesta su satisfacci¨®n por cuanto "el plan refleja lo que ped¨ªamos, aportando unas medidas m¨¢s amplias que para cualquier otro sector".En opini¨®n del secretario general de la patronal, "se trata de un aut¨¦ntico plan de reestructuraci¨®n, no de medidas coyunturales". El del calzado es el primer sector de producci¨®n para el que, en junio de 1980, y por acuerdo del Congreso de los Diputados, se crea una comisi¨®n tripartita, a la que aludimos m¨¢s arriba. Comisi¨®n, seg¨²n la diputada Pilar Brabo, del Grupo Parlamentario Comunista, cuyos trabajos, a pesar de la aprobaci¨®n del plan de reconversi¨®n, deben continuar, "insistiendo en el papel que aqu¨¦lla deb¨ªa desempe?ar", por cuanto han sufrido constantes interrupciones, de las que tanto la patronal como los sindicatos acusaron en su d¨ªa a los ministerios de Industria y Energ¨ªa y de Econom¨ªa y Comercio.

Para los sindicalistas comunistas, el plan ahora aprobado "ni se acerca a lo acordado en la comisi¨®n, no contando con ella para nada, ni informando acerca del contenido del decreto", lo que desde CC OO se interpreta como fruto de presiones de la FICE: "Se trata de un plan de reconversi¨®n con el que los empresarios se muestran satisfechos, con el que obtendr¨¢n ventajas fiscales y abaratar el despido".

Felipe Tornero opina que no se ha cuantificado el costo de esta reestructuraci¨®n, que "afectar¨¢, en expediente, a m¨¢s de 20.000 trabajadores".

30.000 trabajadores del calzado se concentran en la provincia de Alicante, distribuidos en m¨¢s de mil empresas, localizadas en las comarcas de Elche, Elda y Villena. Cabe tener en cuenta que en toda Espa?a son 1.846 las empresas zapateras, que agrupan un total de 56.000 trabajadores. De esas empresas, entre los a?os 1976 a 1980, cerca de 1.700 se vieron sometidas a expedientes de crisis, muchos de ellos de car¨¢cter temporal.

Las intervenciones parlamentarias que desde los grupos socialista, comunista y mixto se han dado en los ¨²ltimos a?os, y de modo especialmente insistente en los ¨²ltimos meses, abundaban en la necesidad de que el calzado fuese incluido en el real decreto-ley de reconversi¨®n industrial, lo que fue desechado en la actitud del Gobierno y produjo nuevas interpelaciones y preguntas. Habiendo cambiado en algo la situaci¨®n en el ¨²ltimo a?o, lo que por parte del grupo socialista y su diputado Angel Franco fue interpretado como coyuntural, y por tanto nada fiable, en base a la paridad del d¨®lar y el crecimiento desmesurado de lo clandestino en la industria, como razones b¨¢sicas, se incid¨ªa en estas circunstancias en la necesidad de una reestructuraci¨®n ser¨ªa que convirtiera el calzado en un sector expansivo, evitando as¨ª "que contin¨²e la actual tendencia regresiva, que se acelerar¨ªa de cara al ingreso en la CEE", seg¨²n la proposici¨®n no de ley socialista.

Las repetidas peticiones de reconversi¨®n no pretend¨ªan esto. Roque Miralles, secretario general de la USO en Alicante, a preguntas de este diario indica que no es por esto por lo que se ha estado luchando dos a?os y medio: "Quien ha llevado adelante esta cuesti¨®n ha sido el Gobierno y beneficia a una serie de empresas. Se ha incumplido m¨¢s de la mitad de lo acordado por la comisi¨®n tripartita, ya que la Administraci¨®n no ha reconocido los acuerdos entre patronal y las centrales.

Las medidas econ¨®micas de tipo fiscal que acoge el plan son m¨ªnimamente buenas para algunas empresas, pero para el sector en s¨ª y los trabajadores, a largo plazo, no, porque no se va a poder controlar".