Un ingeniero forestal sueco quiere montar un 'hogar' para chimpanc¨¦s en Espa?a
Cinco chimpanc¨¦s y un ingeniero forestal sueco, Claes T. Linden, buscan desesperadamente un lugar donde vivir en el sur de Espa?a. Linden se ha empe?ado en crear un n¨²cleo de chimpanc¨¦s que garantice la supervivencia de, estas especie cuando en Africa sea exterminada. Para lograrlo, ha visitado los ministerios y organismos espa?oles, pero hasta ahora solo ha hallado incomprensi¨®n cuando no rechazo. Dudan de su salud mental. Mientras tanto, en el Zoo de Madrid le cobran cien mil pesetas mensuales por hospedar sus cinco monos en una peque?a jaula -m¨¢s caro que un hotel, precisa el ingeniero sueco-.
A nadie parece interesarle el futuro de los chimpanc¨¦s, e incluso a muchos les parece una exageraci¨®n que en un continente "tan virgen" como Africa pueda estar amenazada la supervivencia de nuestros parientes m¨¢s pr¨®ximos. Linden hasta ve fracasar su intento de alquilar o comprar un terreno en una zona c¨¢lida para que sus monos vivan en semilibertad."No estoy loco, como algunos piensan", dice Claes Linden, que ha vivido por motivos de trabajo en diversos pa¨ªses de Africa central. "A los chimpanc¨¦s y gorilas de Africa no les quedan ni veinte a?os de vida. El motivo de este exterminio es muy simple: los negros se los comen. El consumo de carne de monos est¨¢ aumentando r¨¢pidamente porque cada vez se populariza m¨¢s la creencia de que se obtiene m¨¢s fuerza con la carne de chimpanc¨¦ y gorila que con la carne de vaca. Las manos ahumadas de los primates j¨®venes son apreciadas como un manjar exquisito".
"Los organismos internacionales dedicados a la conservaci¨®n de la naturaleza" a?ade Linden, "est¨¢n centrando sus esfuerzos en proteger a los animales de Africa, entre ellos los monos, controlando el tr¨¢fico de especies que se venden vivas a Europa y Estados Unidos. Sin embargo, aunque la captura de chimpanc¨¦s para mantenerlos cautivos o para la investigaci¨®n m¨¦dica o militar, es grave y lamentable, no representa m¨¢s del 10% del problema. El mayor peligro para estos animales es que se los est¨¢n comiendo".
En una investigaci¨®n realizada en el Congo se estima que tan solo en este pa¨ªs se cazan anualmente unos 200 gorilas y de 2.000 a 3.000 chimpanc¨¦s para su consumo como carne. En Zaire las capturas de chimpanc¨¦s tambi¨¦n se elevan a unas 3.000 anuales. Las autoridades de los pa¨ªses africanos niegan rotundamente estos datos, ya que seg¨²n sus leyes los chimpanc¨¦s y los gorilas son especies "totalmente protegidas", al igual que otros muchos animales en peligro de extinc¨ª¨®n. En opini¨®n de Linden, que vivi¨® en Africa desde principios de los a?os sesenta, "la realidad es que no existe ning¨²n control de la caza y que los funcionarios no se molestan en absoluto en hacer cumplir los acuerdos internacionales que firman."
"Actualmente, casi todo es objeto de caza", dice Linden. "No s¨®lo por los nativos de los pueblos, sino por los negociantes que equipan a grupos de cazadores con camiones y lanchas motoras. La carne es ahumada y se vende en los grandes centros de poblaci¨®n. El problema es general practicamente para toda la fauna africana, que se encuentra en un proceso acelerado de extinci¨®n. Fu¨ª consciente de este drama increible, que pasa desapercibido, y que tiene lugar hasta extremos ¨ªmplacables en las selvas africanas, cuando por primera vez salv¨¦ la vida de algunos chimpanc¨¦s hu¨¦rfanos y de corta edad, que hab¨ªan sido mantenidos cautivos en pueblos del Zaire.
Claes T. Linden est¨¢ convencido de que los chimpanc¨¦s y gorilas ser¨¢n extinguidos en los pr¨®ximos a?os. Por eso proyecta crear un centro con et objetivo de que exista una'poblaci¨®n de chimpanc¨¦s para el momento en, que, una vez que esto ocurra y la situaci¨®n en Africa sea favorable. la especie pueda ser reintroducida. La ¨ªdea no es nueva. En Almer¨ªa funciona un centro para la recuperaci¨®n de la fauna sahariana, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas. All¨ª se mantienen cautivas y se han logrado reproducir dleterminados tipos de gacelas y ant¨ªlopes del Sahara que cuando fueron traidos a Espa?a estaban en peligro de desaparici¨®n y actualmente han sido extinguidas. Los ¨²nicos supervivientes son los Almer¨ªa. Linden quiere hacer lo mismo con sus monos.
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