El PSOE obtiene casi diez millones de votos y logra la mayor¨ªa absoluta en las dos C¨¢maras
Los resultados de las elecciones legislativas celebradas el pasado jueves suponen transformaciones muy importantes en el mapa pol¨ªtico espa?ol. Los cerca de diez millones de espa?oles que votaron al Partido Socialista Obrero Espa?ol han otorgado la mayor¨ªa absoluta a esta fuerza pol¨ªtica en las dos C¨¢maras, lo que permite al PSOE, no s¨®lo un amplio margen para gobernar (sobrepasa en veinticinco esca?os la cifra fijada en el Congreso para dicha mayor¨ªa), sino el control absoluto del Senado.
Es la primera vez que unas elecciones legislativas producen en Espa?a la mayor¨ªa absoluta para un partido. Electoralmente, el PSOE ha ganado 4,3 millones de votantes, lo cual supone un ampl¨ªsimo soporte popular para la fuerza parlamentaria obtenida. Comparando esta cifra con las graves p¨¦rdidas de UCD y PCE, se advierte que m¨¢s de un mill¨®n de votos comunistas han respaldado en esta ocasi¨®n las listas socialistas, mientras es probable que dos millones de votos centristas hayan pasado tambi¨¦n al PSOE. El resto de las ganancias socialistas puede proceder de los abstencionistas en elecciones pasadas, de los j¨®venes que han votado por primera vez y probablemente: de casi todo, el sector situado a la izquierda del PCE, que hab¨ªa acudido muy atomizado a elecciones anteriores. El propio Partido Comunista ha visto disminuir su electorado en algo m¨¢s de un mill¨®n de votos, lo que supone el peor de sus fracasos desde la transici¨®n a la democracia.AP, principal partido de oposici¨®n
A considerable distancia, pero con incrementos electorales y parlamentarios muy importantes respecto a sus niveles de anteriores comicios, Alianza Popular se sit¨²a como principal partido de la oposici¨®n con una potente minor¨ªa parlamentaria en ambas C¨¢maras (especialmente importante la del Congreso), respaldada por 5,4 millones de votos. Este partido, que se ha presentado a las elecciones en coalici¨®n con el PDP y otros peque?os grupos, gana 4,3 millones de votos en relaci¨®n a los que obtuvo en 1979 (la mitad de ellos, por lo menos, procede de la antigua UCD) y queda en una posici¨®n relativamente parecida a la que hasta ahora ten¨ªa el PSOE en la oposici¨®n.
Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico, tercer partido por n¨²mero de votos, ha perdido 4,7 millones de sufragios en el per¨ªodo transcurrido desde el 1 de marzo de 1979. Esta fort¨ªsima sangr¨ªa le deja ahora en 1,5 millones de votos y, por tanto, pasa a ser el tercer partido del pa¨ªs, aunque Converg¨¨ncia i Uni¨® le iguala en n¨²mero de esca?os totales en el c¨®mputo final. El fracaso hist¨®rico de UCD no se ve compensado por ning¨²n otro partido de centro, ya que el proyecto de Adolfo Su¨¢rez, aun respaldado por medio mill¨®n de electores, se ha visto duramente castigado en el reparto de esca?os (s¨®lo dos diputados) por cuestiones derivadas del sistema electoral.
El caso contrario es el de Convergencia de Catalu?a, que gana m¨¢s de 300.000 votos sobre los que ten¨ªa en las anteriores elecciones legislativas y aprovecha muy bien estos sufragios para obtener, una buena proporcionalidad en esca?os, ya que sus candidaturas se concentran en s¨®lo cuatro circunscripciones y, por tanto, no sufre la importante p¨¦rdida de restos experimentada por UCD y CDS.
En el caso del Pa¨ªs Vasco, el PNV gana 130.000 votos sobre los obtenidos en 1979, Euskadiko Ezkerra obtiene casi 13.000 m¨¢s y Herri Batasuna incrementa su fuerza electoral en casi 35.000 personas m¨¢s. Es decir, el voto nacionalista se ha mantenido y ampliado en Euskadi, en sus diversas tendencias, aunque problemas de distribuci¨®n de esca?os den la impresi¨®n de que esos sectores han perdido fuerza. No obstante, lo m¨¢s llamativo del Pa¨ªs Vasco es el importante ascenso del PSOE, que se sit¨²a en el segundo lugar de las fuerzas vascas, muy cerca del PNV.
M¨¢s participaci¨®n que en 1977
Por otra parte, las provincias de Valencia y Castell¨®n fueron las ¨²nicas que registraron menos participaci¨®n en estas elecciones que en las del 1979, hecho derivado, l¨®gicamente, de las grandes dificultades existentes en las mismas por las consecuencias de las recientes inundaciones. Toda Espa?a ha votado masivamente, super¨¢ndose los niveles de participaci¨®n de las primeras elecciones legislativas (15 de junio de 1977). En aquella fecha la abstenci¨®n se cifr¨® en un 22,8%, mientras que en las elecciones del jueves se qued¨® en el 21,3%. Respecto de las ¨²ltimas elecciones legislativas, las de marzo de 1979, el ¨ªndice de participaci¨®n ha subido casi diez puntos.
En relaci¨®n con los cuadros de resultados que se ofrecen en las p¨¢ginas 15 a 20 de esta misma edici¨®n, cabe advertir que tienen s¨®lo car¨¢cter provisional, aunque ya no se esperan variaciones en la atribuci¨®n de esca?os a los diferentes partidos.
Los problemas surgidos en el centro de datos instalado por el Ministerio del Interior provocaron un considerable retraso en el escrutinio para el Congreso. En cuanto al Senado, las dificultades fueron a¨²n mayores para determinar la composici¨®n final de la C¨¢mara Alta. El sistema de partidos instaurado ahora por las elecciones permite distinguir a una derecha y una izquierda n¨ªtidas, con partidos centristas muy reducidos y un elemento equilibrador posible en los nacionalistas catalanes y vascos.
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