Llevar la m¨²sica a toda la gente y a todas partes
La m¨²sica en Espa?a se enfrenta con m¨²ltiples problemas. Uno de ellos se refiere a la educaci¨®n musical: es preciso mejorarla en todos los niveles niveles -en EGB, en BUP, y en la Universidad. Tambi¨¦n es necesaria una reorganizaci¨®n de los conservatorios en sus distintos grados, elemental y superior.
Tambi¨¦n conviene buscar un p¨²blico m¨¢s amplio, con una repetici¨®n de conciertos en ¨¢mbitos distintos a los habituales e institucionados. Hay que llevar la m¨²sica a las gentes, incluso, y preferentemente, a aquellas que no asisten -y hasta puede que no quieran asistir- al Real, al Palau de la M¨²sica, al Liceo.
Asimismo urge la creaci¨®n de orquestas, grupos de c¨¢mara y coros y la construcci¨®n o habilitaci¨®n de auditorios. Hace falta una renovaci¨®n del criterio program¨¢tico de las orquestas estatales y un rendimiento de las mismas que justifique su alto coste. La adjetivaci¨®n de nacional o de RTVE debe pasar a ser sustantividad, reflejo de unos trabajos y unas finalidades. Tambi¨¦n conviene fomentar la ¨®pera por todos los procedimientos posibles.
Es necesario comprometer a la sociedad para que la cultura musical no sea asunto exclusivo de un ministerio, y conseguir un mejor reparto de la m¨²sica subvencionada: Madrid basa su vida musical en la organizaci¨®n y patrocinio oficial, con un promedio de siete actos semanales, lo que no sucede ya en Barcelona y menos en capitales de menor potencia.
Podr¨ªa existir un plan de ventajas o desgravaciones fiscales para quienes, de modo aut¨¦ntico y no aprovechadamente ocasional, apoyen o promuevan actividades musicales de todo orden, desde la investigaci¨®n hasta la celebraci¨®n de ciclos de conciertos.
Otras posibles medidas:
- Protecci¨®n al compositor espa?ol, con difusi¨®n de su m¨²sica en el ¨¢mbito espa?ol y en el extranjero y ediciones que lo liberen de excesivos intereses comerciales.
- Pol¨ªtica de ediciones sonoras: discos, casetes, etc¨¦tera.
- Creaci¨®n de unidades coordinadoras -a nivel nacional y auton¨®mico- de las diversas actividades musicales que, no debe significar la asunci¨®n, lisa y llana, de un dirigismo cultural.
-Pol¨ªtica de archivos y bibliotecas musicales, as¨ª como de archivos sonoros y documentales.
- Mayor atenci¨®n a la m¨²sica por parte de la Prensa y dem¨¢s medios de comunicaci¨®n social.
- Replanteamiento de toda la pol¨ªtica musical sobre investigaci¨®n, conservaci¨®n y difusi¨®n de la m¨²sica popular espa?ola.
- Plan de animaci¨®n musical a todos los niveles: ciudadano, auton¨®mico y nacional. Que la m¨²sica sea un bien de consumo.
La magnitud de los problemas musicales espa?oles, abandonados por ausencia de una pol¨ªtica musical tantas veces demandada y nunca practicada, requerir¨ªa un plan general elaborado por los sectores representativos de las distintas materias y especialidades y, por supuesto, deber¨ªa partir de unos presupuestos econ¨®micos que nada tienen que ver con los actuales. Espa?a gasta en m¨²sica, pero no lo gasta bien.
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