Primeros signos de endurecimiento en las condiciones de cr¨¦dito exterior para las empresas p¨²blicas y privadas espa?olas
Las empresas p¨²blicas y privadas espa?olas, y en menor medida el Reino de Espa?a, han comenzado a experimentar en sus primeras salidas a los mercados exteriores durante este a?o, en busca de financiaci¨®n a largo plazo, los efectos del per¨ªodo incierto que atraviesa la econom¨ªa espa?ola y, sobre todo, las consecuencias inmediatas de la llamada crisis del aluminio del pasado mes de octubre. Estos primeros signos claros del endurecimiento de las condiciones que est¨¢ experimentado el cr¨¦dito de Espa?a en los mercados internacionales pueden ser cr¨ªticos en un momento en que la financiaci¨®n exterior se presenta este a?o como uno de los instrumentos decisivos de la pol¨ªtica econ¨®mica de la nueva Administraci¨®n.
El incremento real de los m¨¢rgenes de intermediaci¨®n en los mercados extranjeros de capitales podr¨¢ ser compensado ampliamente con el descenso de los tipos de inter¨¦s, que ha llegado a ser del orden de los seis puntos en el ¨²ltimo semestre.En medios oficiales se estima que el Estado recurrir¨¢ a estos mercados en busca de unos 1.300-1.500 millones de d¨®lares (la cifra final est¨¢ pendiente del cierre de los Presupuestos), mientras que las empresas necesitar¨¢ recaudar en los mercados exteriores hasta 6.000 millones de d¨®lares. Con ello se conseguir¨ªa paliar la esperada p¨¦rdida de reservas, aunque ¨¦sta ser¨¢ positiva todav¨ªa en unos trescientos millones de d¨®lares.
Pese al desenso en los tipos, la financiaci¨®n exterior ofrecer¨¢ todav¨ªa el inconveniente del endurecimiento de los m¨¢rgenes y las condiciones. El reciente cr¨¦dito exterior negociado por Fuerzas El¨¦ctricas de Catalu?a (Fecsa), con un diferencial de un punto sobre el London Interbank Offered Rate (Libor), as¨ª como la operaci¨®n anual del Instituto Nacional de Industria (INI), por un importe global de 45.000 millones de pesetas, donde tambi¨¦n se han elevado los m¨¢rgenes en algo m¨¢s de un octavo sobre los conseguidos en los dos a?os anteriores en la parte negociada en divisas, se presentan como los primeros indicios claros de que una nueva etapa ha comenzado para las empresas espa?olas con tradicional presencia en los mercados internacionales.
Este cambio en las condiciones ha afectado tambi¨¦n al Reino de Espa?a, que, dentro de su programa inicial de salidas para este a?o, ha estimado conveniente retrasar hasta finales de a?o la eventual realizaci¨®n de un eurocr¨¦dito, tipo jumbo, de caracter¨ªsticas similares al que se ha ensay¨® con ¨¦xito en la primera mitad de los dos ¨²ltimos ejercicios. Aunque en medios pr¨®ximos a la Administraci¨®n no se descarta la realizaci¨®n de este tipo de operaci¨®n en cualquier momento, el ensayo de otras f¨®rmulas con escasos paralelismos en la experiencia pasada parecen mostrar una cierta preocupaci¨®n de los responsables del Tesoro por las repercusiones que una salida institucional en falso podr¨ªa tener para todas las dem¨¢s operaciones, tanto p¨²blicas como privadas, del Estado.
El Reino se defiende
As¨ª, la emisi¨®n de doscientos millones de d¨®lares en floating rate notes en el eurormercado, con unas condiciones reales de costo dif¨ªciles de estimar, pero que superan los 3/4 de punto, ya demuestra por s¨ª sola que no va a ser f¨¢cil durante este a?o alcanzar las favorables condiciones de financiaci¨®n que se disfrutaron durante a?os precedentes. De hecho, la venta de las notas, cuando estas salieron al mercado londinense el pasado jueves, no fue muy boyante, pese a ofrecer grandes atractivos (posibilidad de amortizar a cinco a?os) para los compradores.No obstante, todas las fuentes consultadas indican que ser¨ªa prematuro deducir de una sola salida que el rating de Espa?a (nivel de cr¨¦dito) ha empeorado. Por el contrario, expertos consultados estiman que el cr¨¦dito institucional de Espa?a se encuentra, por lo menos, al mismo nivel que otros pa¨ªses europeos de parecida significaci¨®n e importancia objetiva, como lo demuestra el hecho de que en los doscientos millones ¨²ltimos se hayan igualado las condiciones que un pa¨ªs como Suecia obtuvo en una reciente emisi¨®n de notas flotantes.
Con todo, est¨¢n por ver a lo largo del a?o cu¨¢les van a ser las condiciones exactas de la financiaci¨®n exterior para Espa?a. Fuentes pr¨®ximas al Tesoro indican que, en contra de lo que pueda parecer, el objetivo fundamental de las salidas de este a?o no va a ser exclusivamente la obtenci¨®n de financiaci¨®n m¨¢s barata, sino diversificar el tipo de operaciones y los mercados donde se obtienen.Es significativo, en este sentido, que se tenga pensado, aparte del eurocr¨¦dito a finales del a?o, tocar los mercados japon¨¦s y brit¨¢nico de bonos y, si las circunstancias lo aconsejan, tambi¨¦n el norteamericano.
Una de las mayores dificultades con las que el Reino puede tropezar a la hora de hacer presentables sus gestiones para obtener fondos ser¨¢, sin duda, el endurecimiento general que est¨¢n experimentando los mercados de capitales tras la crisis financiera registrada en algunos pa¨ªses y que, como consecuencia de los procesos de renegociaci¨®n de la deuda exterior en curso, han reforzado la tradicional precauci¨®n con la que la gran banca internacional act¨²a en los mercados.
Las empresas m¨¢s afectadas
Esta precauci¨®n, que parece ser una consigna general tras la lecci¨®n de Toronto (reuni¨®n del FMI, el pasado octubre), ha comenzado a tener sus primeras v¨ªctimas en las empresas que ya se han aventurado a concertar operaciones exteriores. El caso de Fecsa, la primera el¨¦ctrica que se ha lanzado este a?o al mercado, es el primero y el m¨¢s evidente, habida cuenta que el cr¨¦dito a Iberduero, de 210 millones, firmado esta semana en Nueva York, fue, de hecho, negociado en el ejercicio anterior. Fesca se ha visto forzada a pagar un diferencial de un punto sobre el Mibor, margen desconocido para dichas empresas.La pauta marcada por la sociedad el¨¦ctrica de Catalu?a se contempla en medios del sector con cierta alarma, ya que, tras ella, preparan operaciones en el euromercado la mayor parte de las compa?¨ªas el¨¦ctricas. Algunas de ellas, como es el caso de la propia Fecsa, ultima una emisi¨®n de commercial paper y lo mismo ha hecho Enher, otra sociedad pionera en endeudamientos, de tipo novedoso en Espa?a. Uni¨®n El¨¦ctrica, por su lado, tambi¨¦n ha comenzado a pagar los nuevos m¨¢rgenes en su salida de 250 millones, aunque sin llegar a este punto de diferencial de Fecsa.
Es evidente que las que m¨¢s pueden sufrir las consecuencias del endurecimiento del mercado pueden ser las empresas p¨²blicas. Pese a la naturaleza de riesgo soberano que conllevan, el recuerdo de la crisis del aluminio permanece a¨²n en la mente de los prestamistas, algunos de los cu¨¢les todav¨ªa no han entendido qu¨¦ es lo que realmente se pretend¨ªa con la supensi¨®n de pagos de facto que signific¨® el retraso en los pagos de intereses de los eurocr¨¦ditos de Al¨²mina-Aluminio.
Las negociaciones para el cr¨¦dito del INI son el bot¨®n de muestra del endurecimiento real que ha experimentado el mercado, especialmente cuando se trata de obtener unas condiciones que en a?os anteriores ya parecieron extraordinarias. La autoexclusi¨®n de algunas instituciones de este cr¨¦dito, especialmente las extranjeras, demuestra que muchas entidades tienen ya una pol¨ªtica perfectamente definida para este a?o y, lo que es m¨¢s preocupante, con unos l¨ªmites muy concretos para su volumen de negocios en determinados sectores.
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