El Gobierno anula la expropiaci¨®n de tres empresas que no pertenecian al grupo

Tres empresas que ten¨ªan o hab¨ªan tenido un peque?o paquete de su capital en manos de bancos del grupo Rumasa han permanecido solamente veinticuatro horas en situaci¨®n de nacionalizadas. La edici¨®n de ayer del Bolet¨ªn 0ficial del Estado inclu¨ªa una disposici¨®n de correcci¨®n de errores aparecidos en el decreto-ley expropiador, que rectificaba su anexo e indicaba que deben omitirse del mismo las sociedades Roca Radiadores, T¨²neles del Tibidabo y Fletamientos Mar¨ªtimos, acabando as¨ª el "peor sue?o real de toda mi vida", seg¨²n expresi¨®n de uno de los directivos de estas firmas. La rectificaci¨®n fue consecuencia de las gestiones de estas sociedades realizadas el mismo jueves cerca de la Direcci¨®n General del Patrimonio.

La disposici¨®n subsanaba tambi¨¦n algynos errores ling¨¹¨ªsticos y a?ad¨ªa un p¨¢rrafo al art¨ªculo quinto, por el cual el importe del justiprecio "ser¨¢ abonado por el Estado en el plazo de los tres meses siguientes a la fecha del acuerdo de las partes o de la resoluci¨®n del Jurado, devengando el inter¨¦s b¨¢sico del Banco de Espa?a" desde ayer mismo.La disposici¨®n correctora tiene una historia que no es puramente anecd¨®tica. La importancia de las empresas afectadas, y su considerable plantilla, sobre todo en el caso de Roca Radiadores (6.333 trabajadores) rectifican alguna de las cifras barajadas, como la del n¨²mero oficial de empleados del grupo, cifrado hasta ayer en 60.000.

El rasgo com¨²n de las tres empresas mencionadas es la participaci¨®n en ellas -bien hist¨®rica, bien de muy reducidas dimensiones- de alguna entidad del grupo, participaci¨®n que, sin embargo, no condicionaba en absoluto su gesti¨®n. Roca Radiadores es una de las grandes empresas catalanas. Fue fundada en 1929 y factura anualmente cerca de 19.000 millones de pesetas. Vende aparatos de saneamiento, cale acci¨®n y aire acondicionado, y obtiene unos beneficios cercanos a los cuatrocientos millones de pesetas. Roca es una empresa familiar, cuyo capital est¨¢ repartido entre las diversas ramas de la familia del mismo nombre, que controla su gesti¨®n.

La empresa norteamericana American Standard pose¨ªa un paquete del 20% de las acciones hasta 1976, fecha en que decidi¨® venderlo. Miembros de la familia Roca adquirieron una parte. El resto fue ofrecido al Banco Atl¨¢ntico, cuando Rumasa a¨²n no hab¨ªa tomado en ¨¦l el paquete de control y al Banco Industrial de Catalu?a (grupo Catalana), entidades que adquirieron un 5,8%, cada una, del capital. Con la entrada de Rumasa en el Atl¨¢ntico, el nombre de Roca empez¨® a aparecer en las publicaciones del holding de la abeja, en calidad de una participada m¨¢s, lo que origin¨® tensiones y protestas de la mayor¨ªa, "porque induc¨ªa a los clientes a confundir nuestra imagen con la de Rumasa", en la explicaci¨®n de su gerente, Salvador Gabarr¨®. "Esa confusi¨®n", precis¨® Gabarr¨®, "es la misma que debi¨® trasladarse al Ministerio de Econom¨ªa, y que ahora se ha subsanado. Pese a ello", dijo el gerente de Roca, "hemos tenido un jueves muy duro. Por veinticuatro horas nos hemos sentido nacionalizados".

El caso de la naviera

El caso de Flotamientos Mar¨ªtimos es muy similar. Se trata de una naviera fundada en 1957, con sede en Madrid y una plantilla de quinientas personas, que factura anualmente 7.000 millones y cuyo control est¨¢ en manos de la familia Cremades, si bien cotiza en Bolsa y tiene un millar de accionistas. Flotamientos posee cinco grandes barcos, dedicados al transporte de petr¨®leos, que desplazan, en conjunto, 1,4 millones de toneladas. Hace trece a?os realiz¨® una operaci¨®n de emisi¨®n de obligaciones convertibles en acciones para financiar la construcci¨®n de uno de estos buques. Una parte de esa emisi¨®n fue colocada en el Banco del Noroeste, cuando ¨¦ste a¨²n no pertenec¨ªa al grupo Rumasa. "Pese a que exist¨ªa compromiso de recompra de las acciones convert¨ªdas, el Noroeste no quiso vender su paquete del 3%", explic¨® a este diario el presidente de Fletamientos, Javier Cremades.

"Pese al calvario que pasamos el jueves, pues nuestra empresa tiene mucho movimiento y qued¨® paralizada por la expropiaci¨®n", inform¨® Cremades, "logramos entrevistarnos con el director general del Patrimonio del Estado, Francisco Javier Moral, a las tres de la tarde, a quien le explicamos que nuestra empresa no tiene con Rumasa ninguna relaci¨®n comercial. A decir verdad, hemos queda do sorprendidos por la lectura del BOE de hoy -ayer para el lec tor- pues no nos dieron la segur? dad de que el asunto se arreglase", manifest¨® su presidente, y senten ci¨®: "Lo hemos pasado muy mal".

T¨²neles del Tibidabo

M¨¢s curioso es el caso de T¨²neles y Autopistas de Barcelona, SA, (Tabasa), verdadero nombre de la concesionaria, de la construcci¨®n de los t ¨²neles del Tibidabo -y no T¨²neles del Tibidabo, SA, como se ha escrito por error-, puesto que se trata de una empresa p¨²blica que ha sido "vuelta a nacionafizar" por espacio de veinticuatro horas. Desde el 13 de diciembre pasado, Tabasa es propiedad p¨²blica al haberse cerrado Id operaci¨®n de cesi¨®n de acciones de la que hasta entonces era una empresa privada a favor del Consorcio de T¨²neles del Tibidabo, entidad p¨²blica integrada por el Ayuntamiento de Barcelona, la Diputaci¨®n Provincial y la Corporaci¨®n Metropolitana, que participan en un 57%,38% y 5% respectivamente ' en los gastos de construcci¨®n de los t¨²neles. En una.segunda cesi¨®n, realizada en la misma-fecha, la Generalitat de Catalu?a adquiri¨® el 65% de las acciones del Consorcio, subrog¨¢ndose as¨ª en el lugar del Estado por el convenio establecido entre el entonces Ministerio de Obras P¨²blicas y Urbanismo y el Consorcio, en el que se acordaba que el citado Ministerio correr¨ªa con el 65%, de los gastos necesarios para culminar la obra.

Tabasa se constituy¨® en 1967, y en 1969 consigui¨® la concesi¨®n para construir y explotar los t¨²neles del Tibidabo. Las acciones de la sociedad estaban repartidas entre Banca Catalana, Bankuni¨®n y Banco Atl¨¢ntico en una proporci¨®n del 60%, 20% y 20%. respectivamente. El 15 de junio pasado, la Administraci¨®n local rescat¨® la concesi¨®n, lo que provoc¨® la solicitud de una indemnizaci¨®n de 3.000 millones de pesetas por parte de Tabasa, para resarcirse de los costes de la obra realizada.