Obras 'nuevas' en los atriles de la Orquesta de RTVE

Es muy digno de aplauso que uno de los pocos conciertos encomendados a Enrique Garc¨ªa Asensio durante la presente temporada lo destinara el director titular de la Sinf¨®nica de RTVE a tres obras no ya infrecuentes sino aut¨¦ntica novedad en los atriles de la orquesta. Por enfermedad de Jos¨¦ Vadillo, clarinete del propio conjunto, que iba a tocar con Juan A. Engu¨ªdanos el Duetto-concertino de Strauss, hubo que sustituir esta obra por el Concierto en re mayor para flauta de Hoffmeister, m¨²sica rococ¨® de muy grata escucha y apta, sobre todo, para valorar las condiciones del solista. Lo fue Vicente Mart¨ªnez, as¨ª mismo miembro de la Orquesta, y obtuvo un se?alado ¨¦xito con el m¨¦rito a?adido de las condiciones apremiantes en que, hay que suponer, se montar¨ªa el Concierto. El m¨²sico valenciano no es un flautista que capte por las caracter¨ªsticas de su sonido, sino por el hacer musical, limpio de ejecuci¨®n y matizado con justeza. Recibi¨® muy c¨¢lidos aplausos.El concierto se hab¨ªa iniciado con el estreno de la Obertura dram¨¢tica compuesta en 1940 por el maestro leon¨¦s Evaristo Fern¨¢ndez Blanco. Ciertos ecos h¨ªmnicos en el curso de la obra y la propia postura personal del autor le hicieron prever a ¨¦l mismo "una larga congelaci¨®n", pero, seg¨²n anotaba en el programa de mano el propio Fern¨¢ndez Blanco, "¨¦sta no fue larga, sino largu¨ªsima: concretamente 43 a?os". Y a?ad¨ªa: "Bien, la obra se estrena hoy y eso es lo importante".

Para quienes s¨®lo conoc¨ªamos alguna p¨¢gina de Fern¨¢ndez Blanco de car¨¢cter amablemente nacionalista, ha sido una sorpresa encontrar esta dilatada partitura, trazada con admirable pulso sinf¨®nico y lograda voluntad poem¨¢tica, en la que he cre¨ªdo observar resonancias de alg¨²n sinfonismo posrom¨¢ntico -Shostakovitch, la m¨²sica cinematogr¨¢fica de Prokofief- tan justificadas por la fecha de creaci¨®n como raras en nuestro panorama musical contempor¨¢neo. Como referencia recordemos algunas composiciones coet¨¢neas: la Fantas¨ªa castellana de su maestro Conrado del Campo, el Concierto de Aranjuez, de Rodrigo y En el cortijo, de Turina.

A pesar del meritorio trabajo del coro, la orquesta, los solistas y el director, fue bastante fr¨ªa la acogida al Requiem, de Durufl¨¦, organista y compositor franc¨¦s que, como Fern¨¢ndez Blanco, naci¨® en 1902.

Ifigenia S¨¢nchez y Jos¨¦ Granados, mezzo-soprano y bar¨ªtono del Coro de RTVE, cantaron los breves y comprometidos papeles solistas: el final del Pie Jesu permiti¨® admirar la calidad de la solista, cantando en pianissimo con aut¨¦ntica finura musical. En este mismo fragmento, as¨ª como en el doble solo de la Obertura dram¨¢tica, el violonchelista Pedro Corostola luci¨® su excepcional clase de instrumentista.