La torta de soja frente a los misiles
?Se puede ser adversario en la guerra comercial y aliado en los misiles? ?sta es la situaci¨®n que se plantea y que podr¨ªa generar una grave crisis en las relaciones entre la CEE y EE UU. Washington ha hecho saber su oposici¨®n a la reforma de la PAC (Pol¨ªtica Agr¨ªcola Comunitaria) tal y como est¨¢ planteada. Tanto es as¨ª que el ministro franc¨¦s de Agricultura, Michel Rocard, pidi¨® a sus colegas del consejo especial en Atenas que definieran una estrategia com¨²n ante este problema. Tambi¨¦n solicit¨® a la Comisi¨®n Europea que sondeara a Washington para explicar que EE UU no puede pretender seguir aumentando sus exportaciones agr¨ªcolas al tiempo que pide a la CEE que frene las suyas. En 1983, las exportaciones norteamericanas de sustitutos de ce reales a la CEE han aumentado un 30% con respecto al pasado a?o.En diciembre comenzar¨¢, si no hay acuerdo, el despliegue de los eurom¨ªsiles norteamericanos en suelo europeo. Con el inicio de este proceso Europa habr¨¢ dado un cambio cualitativo en el ¨¢mbito pol¨ªtico-militar, aumentando la dependencia estrat¨¦gica de Europa occidental frente a Estados Unidos. Por otra parte, si de la cumbre de Atenas en diciembre no salen las l¨ªneas maestras para una nueva CEE, ¨¦sta se encontrar¨¢ paralizada, en una ¨¦poca de lucha, por el mercado agr¨ªcola mundial. En los ¨²ltimos tiempos, la CEE ha venido perdiendo todas estas batallas comerciales contra EE UU, entre otras razones porque su estructura actual le incapacita para negociar acuerdos a largo o medio plazo con pa¨ªses del Tercer Mundo. As¨ª, Washington ha desplazado a la CEE, en el terreno de los cereales, de un mercado como el egipcio, entre otros.
Altos funcionarios norteamericanos no dudaron en hablar la semana pasada, en Washington, de una posible "guerra comercial", calificando los proyectos a¨²n en ciernes de la CEE de "francamente proteccionistas" y se?alando que la respuesta de EE UU ser¨ªa "fuerte, concreta e inmediata".
En lo que afecta a EE UU, la reforma de la PAC est¨¢ centrada sobre cuatro puntos. Para empezar, las propuestas que se discuten tienden a acercar los precios comunitarios de los cereales a los m¨¢s bajos que perciben los productores norteamericanos -para estar as¨ª m¨¢s acordes con el mercado mundial-, reducir las subvenciones a la exportaci¨®n y aumentar el consumo.
Ligado con este punto est¨¢ el de los piensos para animales, excepto cereales. Existe un amplio acuerdo en la CEE sobre la necesidad de estabilizar las importaciones de estos sustitutos de cereales (soja y torta de soja, gluten, pulpa ... ) y que el ganado comunitario se ponga a comer productos comunitarios (franceses especialmente). A¨²n no se sabe si esta propuesta se traducir¨¢ en cuotas o en un aumento de los aranceles a la importaci¨®n, lo que obligar¨ªa a abrir negociaciones con EE UU y otros pa¨ªses en el seno del GATT (Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles).
La situaci¨®n que logr¨® EE UU en el GATT cuando negoci¨® estos productos en los a?os sesenta es sumamente ventajosa. Los datos de la preocupaci¨®n norteamericana cantan: la soja y la harina de seja representan casi la mitad de las exportaciones norteamericanas hacia la CEE. Los aceites y el alimento para el ganado son un 10% del total de las exportaciones estadounidenses hacia la Comunidad.
A pesar del malestar que ha provocado la actitud norteamericana en la CEE, algunas delegaciones se muestran reacias a un enfrentamiento. EE UU teme, por otra parte, la introducci¨®n de una tasa no discriminatoria sobre las materias grasas, pues Podr¨ªa constituir un precedente para otras tasas m¨¢s peligrosas para los intereses de EE UU.
Los misiles -reclamando una estricta solidaridad occidental- han tendido a ensordecer estos debates, pero ya empiezan a salir a mar abierta. Habr¨¢ que esperar para ver si la CEE se decide a dar un paso decisivo o si su propia incapacidad la lleva a echarse en brazos de Washington.
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