HYTASA y la construcci¨®n econ¨®mica del Estado de las autonom¨ªas
El Instituto de Promoci¨®n Industrial de Andaluc¨ªa (IPIA), organismo adscrito a la Consejer¨ªa de Econom¨ªa y Planificaci¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa, y que tiene a su cargo la coordinaci¨®n y ejecuci¨®n de las actuaciones posibles y viables tendentes a incrementar la participaci¨®n de los procesos industriales en el conjunto de la econom¨ªa andaluza, fue encargado, a principios de junio pasado, de evaluar la viabilidad de la empresa sevillana Hilaturas y Textiles Andaluces, SA (HYTASA).HYTASA parec¨ªa no resistir la importante crisis de remodelaci¨®n que ha sacudido en estos a?os al sector textil, tanto a nivel internacional como nacional, provocada no s¨®lo por la correspondiente renovaci¨®n tecnol¨®gica, sino por los elevados niveles de sumergimiento de actividades en esta rama, o de relocalizaci¨®n productiva en zonas donde pueden aprovecharse -como en regiones subdesarrolladas con altos niveles de desempleo- las ventajas de los menores costes salariales que acompa?an a una mayor explotaci¨®n de la mano de obra sin m¨¢s defensas ni alternativas de empleo.
El diagn¨®stico del IPIA sirvi¨® para mostrar que HYTASA pose¨ªa unos tramos de producci¨®n con tecnolog¨ªa puntera a nivel internacional, y que se encontraban absolutamente infrautilizados; que carec¨ªa totalmente de orientaci¨®n productiva y comercial adecuadas, y que, con una direcci¨®n y gesti¨®n empresariales absolutamente: ineficaces o inexistentes, s¨®lo la actividad de cultivos y la de hilados lograban presentar beneficios.
Bajo la coordinaci¨®n impuesta por el Patrimonio del Estado (a quien pertenecen, igual que HYTASA, la tambi¨¦n empresa andaluza Intelhorce de M¨¢laga, as¨ª como la catalana Gossypium, cuyo gerente es el coordinador general de dichas empresas del grupo), la falta de control y seguimiento de los sucesivos planes elaborados par HYTASA han sido totales.
La participaci¨®n de la Junta
Entre tanto, desde Madrid, en la gerencia del Plan de Reconversi¨®n Textil (PRT) no existi¨® nunca una representaci¨®n institucional andaluza, y s¨®lo ahora, en plena crisis de la empresa HYTASA, la Junta de Andaluc¨ªa ha podido lograr dicha presencia en el reciente grupo de trabajo que tambi¨¦n desde Madrid- ha de presentar en breve su valoraci¨®n y decisi¨®n definitiva al Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda para la reflotaci¨®n o no de la empresa sevillana del Patrimonio del Estado.
Pero el hecho no deja de ser trascendental: hasta ahora los puntos de vista de la comunidad aut¨®noma andaluza no s¨®lo no estaban presentes en la discusi¨®n colectiva de la gerencia del PRT a nivel de Estado; para mayor iron¨ªa y quiz¨¢ explicaci¨®n maliciosa de las desventuras finales de HYTASA, la representaci¨®n de esta entidad en esas reuniones de Estado era llevada a cabo por el propio coordinador de las empresas textiles del Patrimonio del Estado y gerente de la empresa catalana Gossypium.
Los indicios de catalano-centrismo no son, pues, man¨ªas de andaluces. Y si es l¨®gico que una industria ya veterana como la textil catalana posea sus poderosos e influyentes medios y grupos de actuaci¨®n, informaci¨®n y desinformaci¨®n, persuasi¨®n y presi¨®n ?por qu¨¦ no?; al mismo tiempo, ?c¨®mo hacemos solidariamente el Estado econ¨®mico de las autonom¨ªas? ,
En estas circunstancias es importante se?alar algo que creo va a constituirse en conflicto com¨²n a medida que por las respectivas comunidades aut¨®nomas perif¨¦ricas del Estado espa?ol vaya avanz¨¢ndose en proyectos de desarrollo o defensa de intereses econ¨®micos propios que traten de orientar el aprovechamiento de sus recursos de la mejor manera posible, generando el mayor valor a?adido y empleo en las zonas o comarcas respectivas. Al fin y al cabo, ello va a comportar, seg¨²n se vislumbra, una relocalizaci¨®n de procesos manufactureros, industriales o agroindustriales, que supondr¨¢n progresivamente el que el desarrollo econ¨®mico en el Estado espa?ol se pueda desenvolver quiz¨¢ de forma menos concentracionaria, si es que ello se dirige y planifica en tal sentido solidario. Y esto choca objetivamente con la propia l¨®gica del desarrollo econ¨®mico tradicional en Espa?a, fuertemente concentrador en los n¨²cleos industriales, esto es, Catalu?a, Pa¨ªs Vasco y Madrid, fundamentalmente.
Dos proyectos enfrentados
Se enfrentan, pues, potencialmente -si es que no lo est¨¢n ya de hecho- dos concepciones y proyectos econ¨®micos llamados a no entenderse o a entenderse malamente: un proyecto econ¨®mico ciertamente centralista (defendido en el ejemplo que nos ocupa por los puntos de vista predominantes del sector textil catal¨¢n), que tratar¨ªa de repartirse la producci¨®n y mercado estatal seg¨²n la antigua l¨®gica de un desarrollo capitalista espa?ol que beneficia fundamentalmente a las burgues¨ªas de las llamadas comunidades hist¨®ricas del Estado espa?ol, y un proyecto econ¨®mico de construcci¨®n solidaria del Estado de las autonom¨ªas (quiz¨¢ a¨²n non nato) que, de un lado, ha de seguir llevando adelante la defensa de los propios puntos de vista de las distintas comunidades aut¨®nomas en todas las parcelas e instituciones del Estado, y de otro, debe abordar de manera decidida -y planificada- la mejor explotaci¨®n de sus propios recursos, lo que obliga, al menos, a:
- Interrelacionar y articular m¨¢s adecuadamente su propia trama productiva.
- Avanzar en el dise?o y aplicaci¨®n de innovaciones tecnol¨®gicas apropiadas y adaptadas a esos procesos y necesidades propias.
- Orientar los recursos financieros hacia proyectos locales viables.
- Introducir la capacidad necesaria de gesti¨®n y organizaci¨®n empresariales, as¨ª como respecto a la organizaci¨®n de la oferta productiva y redes de comercializaci¨®n eficaces, y provocar, en suma, paulatinamente, lo que no deber¨ªa ser otra cosa que una meta com¨²n y colectiva de pol¨ªtica econ¨®mica del Estado de las autonom¨ªas: alcanzar una econom¨ªa m¨¢s aut¨®noma y descentralizada, con mayor capacidad para afrontar las crisis desde el propio escenario real y diverso del Estado espa?ol, y no s¨®lo en cuanto a la expansi¨®n de las exportaciones a partir de las bases tradicionales de comportamiento del proyecto econ¨®mico centralista.
Viabilidad y centralismo
El caso de HYTASA es ciertamente ejemplificador: desde la perspectiva del sector textil andaluz resulta econ¨®micamente -descabellado excluir la consideraci¨®n de todos los procesos que integran el ciclo completo del producto textil, desde la actividad del cultivo de fibras naturales hasta las tareas de acabado y confecci¨®n, que se sospecha que se realizan, en un porcentaje muy importante, de manera sumergida, dando subsistencia, sin embargo, a un n¨²mero ciertamente considerable de hogares y hasta pueblos andaluces.
La viabilidad o no de HYTASA no deber¨ªa ser juzgada, pues, desgajadamente de dicho proceso completo del producto textil para Andaluc¨ªa. Parece, sin embargo, que otra es la perspectiva centralista de Estado. Es decir, no lo est¨¢ siendo desde una perspectiva de Estado auton¨®mico.
Convendr¨ªa acaso comenzar a plantearse que, puestas ya las piezas pol¨ªticas fundamentales para el desarrollo del Estado de las autonom¨ªas, nos encaramos ya de frente con la m¨¢s compleja tarea de su construcci¨®n econ¨®mica. Y a uno se le antoja, desde Sevilla, que a¨²n no existe suficiente consciencia sobre todo esto en las distintas esferas institucionales del poder pol¨ªtico y econ¨®mico en Madrid. Pero ?existe al menos en alguna parte la intenci¨®n o la comprensi¨®n de lo que tenemos entre manos?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.