Leopold Hagger, un director mozartiano

Como a los soldados el valor, se supone a los salzburgueses un conocimiento exacto de la m¨²sica mozartiana. Lo que s¨®lo es cierto en algunos casos: por ejemplo, Leopold Hagger, el maestro que dirigi¨® esta semana los conciertos de la Orquesta de RTVE. Una espl¨¦ndida, vivaz, espirituosa obertura de La clemencia de Tito nos advirti¨® ya del mozartismo de Hagger, fruto de larga y responsable formaci¨®n m¨¢s que de paisanaje.El Mozart de Hagger es, no s¨¦ si aut¨¦ntico pues esto habr¨ªa que pregunt¨¢rselo al mism¨ªsimo Wolfgang Amadeo, pero posee la fuerza de la veracidad. Lo que no es tan frecuente, pues no pocos buscan cada d¨ªa el secreto del compositor de Salzburgo por v¨ªas de un raro amaneramiento que viene a ser lo que un aerosol de ozonopino en relaci¨®n con los bosques de Viena.

En una de las m¨¢s estremecedoras bellezas creadas por Mozart, el Concierto en la para clarinete, el excelente profesor M¨¢ximo Mu?oz Pavon, riguroso y pulcro, luci¨® su clase y, junto a maestro y orquesta, fueron ovacionados.

Tambi¨¦n menudearon los aplausos para el maestro invitado y los muy entregados instrumentistas radiotelevisivos, despu¨¦s de una brillante traducci¨®n de la Sexta sinfon¨ªa de Dvorak -nuestra raci¨®n de pathos para esta semana-, bien aderezada con los ritmos y colores nacionales del pa¨ªs de or¨ªgen. No es obra comparable a las sinfon¨ªas octava y novena, pero acusa la personalidad dvorakiana en sus diversas l¨ªneas y matices.