Divisi¨®n entre los escritores de ficci¨®n cient¨ªfica
![Francisco G. Basterra](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F26f1666e-8865-4b38-9825-e308de656829.png?auth=690528c49e3824418e30ff3ed7a3e27b8e03b84858dbfba27dd43e81c6d4b120&width=100&height=100&smart=true)
Los escritores norteamericanos de fantas¨ªa cient¨ªfica, que han inundado las pantallas de cine y de televisi¨®n de marcianitos y armas siderales, creando como diversi¨®n la guerra de las galaxias, est¨¢n divididos sobre el proyecto de Ronald Reagan de defensa espacial, que trata de hacer reales las fantas¨ªas de su imaginaci¨®n.Medios gubernamentales e incluso el propio presidente est¨¢n atentos a la posici¨®n de estos escritores sobre el asunto, que normalmente, come) hizo Julio Verne con su Viaje a la Luna, han sido precursores de realidades que nadie pensaba realizables. El m¨¢s conocido de todos ellos, Isaac Asimov, ha declarado a The New York Times que todo es posible porque "vivimos en un mundo de fantas¨ªa cient¨ªfica, y la gente est¨¢ empezando a darse cuenta de ello".
Asimov se ha declarado contrario a la iniciativa estrat¨¦gica de defensa (SDI), que pretende proteger desde el espacio a Estados Unidos contra la llegada de los misiles intercontinentales sovi¨¦ticos. Incluso se ha visto obligado a abandonar el consejo directivo de la sociedad L-5, que agrupa a 8.000 personas interesadas en la promoci¨®n de la exploraci¨®n espacial, porque se opone al plan de Reagan.
"No creo que la defensa espacial sea factible, y pienso que nadie lo cree seriamente", ha dicho el prol¨ªfico Asimov. "Es s¨®lo un invento para lograr la quiebra econ¨®mica de los sovi¨¦ticos. Pero nosotros quebraremos tambi¨¦n. Es una posici¨®n a lo John Wayne".
Sin embargo, el presidente de la sociedad L-5, el doctor Philip Chapman, ha afirmado que el SDI puede ser la salvaci¨®n de la Humanidad y que la organizaci¨®n debe apoyarlo. En su opini¨®n, el Pent¨¢gono "necesita recursos extraterrestres, o probablemente lunares, para construir el sistema de defensa espacial".
Arthur C. Clarke, autor de 2001, una odisea en el espacio, piensa lo contrario, y ha afirmado que los planes para crear un escudo invulnerable en el espacio son "obscenidades tecnol¨®gicas". Clarke testific¨® en el Congreso contra el proyecto de defensa espacial, y ha sugerido que el Gobierno estadounidense lo abandone y prepare misiones conjuntas con los sovi¨¦ticos para llegar a Marte.
Al proyecto no le faltan, sin embargo, defensores en el mundo de los escritores de fantas¨ªa cient¨ªfica, como Jerry Pournelle, quien afirma que "el papel hist¨®rico de los militares es construir caminos hacia las nuevas fronteras y proteger a los pioneros. El proyecto es uno de los mejores caminos para adentrarse en el espacio, y la estrategia de la supervivencia asegurada es mejor que la actual de la destrucci¨®n mutua". Adem¨¢s, a?ade el autor de El martillo de Lucifer, "se habla mucho de la militarizaci¨®n del espacio, pero los oc¨¦anos llevan mucho tiempo militarizados y eso no ha impedido su uso por los civiles".
Para otros autores, como Frederick Polil, la militarizaci¨®n del espacio ha recortado los programas espaciales civiles e impedir¨¢ que lleguemos a tener "una base en la Luna o una nave tripulada en Marte".
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