La pol¨¦mica acompa?¨® a los espect¨¢culos vanguardistas en el festival de Valladolid

Divisi¨®n de opiniones y pol¨¦mica han acompa?ado a la presentaci¨®n de ¨²ltimas novedades esc¨¦nicas y nuevas tendencias vanguardistas en la VII Muestra Internacional de Teatro de Valladolid, clausurada ayer. Ninguna de las obras presentadas la pasada semana ha tenido una acogida un¨¢nime y la discusi¨®n ha negado tambi¨¦n a los coloquios con actores y directores, que han tenido una asistencia m¨¢s que aceptable a pesar de que se hayan celebrado a la una de la tarde.

Los italianos Remondi y Caporossi; los polacos de Scena Plastyczna; los ingleses de IOU o los franceses de Mark Tompkins, han echo notar este aspecto, algo que tambi¨¦n les ocurri¨® en sus respectivos pa¨ªses cuando estrenaron los espect¨¢culos que ahora presenten en Valladolid. El caso m¨¢s llamativo es el de los italianos, cuyo montaje titulado Teatro ha sorprendido fuertemente.Sobre el escenario se sit¨²a una especie de tel¨®n confeccionado con cuerdas entrelazadas. Los dos actores, situados en el lado del espectador, van deshaciendo la cortina con una gran. econom¨ªa de palabras y un m¨ªnimo de gestos. La gran cortina queda reducida a dos cuerdas y el espacio vac¨ªo que se ha abierto asusta y atrae a la vez a los dos actores.

Otro tanto se puede decir, aunque por distintas razones, de Distance no object, del grupo IOU Teatre (Reino Unido). En este caso se trata de un espect¨¢culo superrealista -alguien lo ha comparado a un cuadro del Bosco- que raya en el absurdo y que se basa en m¨²ltiples situaciones deliberadamente disparatadas con el ferrocarril como fondo y con la reiteraci¨®n de muertes y nac¨ªmientos.

La danza es el soporte de los espect¨¢culos presentados por Michelle Anne de Mei-Roxane Hilmand (B¨¦lgica), titulado Balatum, y Mark Tompkins (Francia), llamado Trahisonsmen. El primero es un bello duelo de dibujos y gestos con una m¨²sica repetitiva que acompa?a y, a veces, protagoniza situaciones siempre presididas por un di¨¢logo de danzas. Ambas actrices se quejaron tambi¨¦n de que quiera busc¨¢rsele s¨ªmbolos a un espect¨¢culo que s¨®lo es "hacer lo que se quiera en cada momento". M¨¢s f¨¢cil es hallar esa simbolog¨ªa en Trahisonsmen, un dur¨ªsimo montaje sobre las relaciones entre los hombres con incursiones constantes en el campo de la homosexualidad. La danza es aqu¨ª agobio y tanto la m¨²sica como la coreograf¨ªa provocan un ahogo. La sensaci¨®n se ve reforzada por la cuadr¨ªcula luminosa que envuelve a los actores.

Extra?eza y sorpresa caus¨® Wilgoc, del grupo polaco Scena Plastyczna Teatru Kul, un espect¨¢culo de apenas 25 minutos de duraci¨®n que provoca un fuerte pesimismo. Se desarrolla en un t¨²nel oscur¨ªsimo de pl¨¢stico en el que se aprecian m¨ªnimas pantallas. Del ambiente de muerte que se respira surgen manos y rostros hasta que una tela dotada de un gran dinamismo va separando situaciones con el denominador com¨²n del patetismo, el silencio o una m¨²sica insinuante y bella. El final -un cuerpo de mujer colgado y desprendiendo gotas- llega de forma inesperada y sin que el p¨²blico acierte a reaccionar hasta que han pasado ocho o diez minutos y entiende que aquello ha finalizado.