La central mantiene su rechazo al proyecto de reforma de pensiones

La UGT renunciar¨¢ a las movilizaciones como forma de protesta contra la reforma de pensiones. Y aunque seguir¨¢ insistiendo en su rechazo al proyecto del Gobierno, ¨¦ste ser¨¢ apreciable, fundamentalmente, en el d¨ªa a d¨ªa de sus relaciones con el Ejecutivo.La resoluci¨®n de nueve folios, que ayer se segu¨ªa discutiendo a primeras horas de la noche, insiste en mantener como estrategia sindical la pol¨ªtica de concertaci¨®n. Parec¨ªa probable que finalmente se aprobara la denuncia ante la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT) de algunos aspectos de la ley, por considerar que vulneran los derechos de los trabajadores.

Sin embargo, en la resoluci¨®n no se recoge, como ayer adelant¨® este peri¨®dico, la posibilidad de movilizaciones contra el Gobierno, aunque algunos de los asistentes al comit¨¦ confederal planteara una radicalizaci¨®n de las protestas. El caso m¨¢s destacado fue el de Justo Fern¨¢ndez que lleg¨® a proponer la convocatoria de una huelga general para el pr¨®ximo septiembre. Propuesta que ni siquiera fue votada ante el rechazo mayoritario de todos los representantes sindicales.

Justo Fern¨¢ndez bas¨® sus propuestas en que el comit¨¦ confederal anterior hab¨ªa aprobado convocar movilizaciones si el Gobierno no introduc¨ªa en el proyecto de pensiones modificaciones sustanciales. A su juicio, lo coherente es que a la vista del fracaso de las conversaciones, y dado que todos estar¨¢n de acuerdo en que las enmiendas aprobadas en el Senado no suponen cambios sustanciales, el sindicato debe continuar su pol¨ªtica de presi¨®n. Y si la movilizaci¨®n -argumenta- del pasado mes de junio, que concluy¨® con manifestaciones en toda Espa?a, no ha dado resultado, hab¨ªa que ir a medidas m¨¢s fuertes. En este caso, la huelga.

Frente a esta postura, otros defienden que la pasada resoluci¨®n del comit¨¦ confederal ha cumplido ya sus objetivos. Y si las reformas no son sustanciales, s¨ª se ha conseguido, al menos, una mejora importante del proyecto de reforma de pensiones.

El tono de la resoluci¨®n no abandona la dureza de lenguaje de la que UGT ha hecho gala en los ¨²ltimos meses. En el fondo, y as¨ª lo reconocieron destacados dirigentes sindicales, se trata de dejar claro ante la opini¨®n p¨²blica que no existe una marcha atr¨¢s en las posiciones.

Fue en la discusi¨®n de la resoluci¨®n final donde el debate adquiri¨® mayor altura, y donde las posiciones de una y otra tendencia quedaron m¨¢s di¨¢fanas. Hubo sindicalistas que hubieran preferido que el comit¨¦ confederal reconociera que las enmiendas aceptadas por el PSOE al proyecto de ley eran cambios sustanciales. Los mismos que mostraron ante sus compa?eros su convencimiento de que la bondad de la ley se ver¨ªa con el transcurso de los a?os. Esta apreciaci¨®n fue contestada con un comentario ir¨®nico de un miembro de la ejecutiva: "en el transcurso de los a?os se ver¨¢ que es una ley buena, si es que hacen otra peor".