El impuesto sobre la renta ser¨¢ simplificado con la supresi¨®n de gastos deducibles

El proyecto de reforma del impuesto sobre la renta acumula nuevos contenidos conforme se aproxima su aprobaci¨®n por el Gobierno. Anunciado para aliviar la carga de las parejas y luego aprovechado por el compromiso pol¨ªtico de reducir la tarifa desde 1985, ahora se plantea tambi¨¦n como una forma de atajar el fraude, sobre todo mediante la supresi¨®n de deducciones y el cambio en el sistema de estimaci¨®n objetiva singular. Pero el oto?o de la legislatura y el atasco de proyectos y reglamentos de ley que sufre Hacienda mantiene las dudas sobre los retoques finales.

"La complejidad del impuesto es fuente de fraude. Hay que cerrar las listas de posibles gastos deducibles. Dejarlo reducido a una declaraci¨®n sencilla para que la Administraci¨®n Tributaria pueda emplear en un mayor control el tiempo que dedica a las declaraciones". As¨ª formulaba ayer en Santander el problema Juan Francisco Mart¨ªn Seco, secretario general de Hacienda, al clausurar el curso La presi¨®n fiscal en Espa?a, desarrollado esta semana en la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo de Santander.El n¨²mero tres de Hacienda apunt¨® tambi¨¦n la necesidad de modificar el sistema de estimaci¨®n objetiva singular para evitar los mecanismos de evasi¨®n legal de rentas, eliminar gastos fiscales o presuntos incentivos que reducen los ingresos del fisco, corregir el abuso de las minusval¨ªas y revisar la transparencia fiscal, que permite a algunas personas descontar de su renta p¨¦rdidas en los negocios.

Sin embargo, Mart¨ªn Seco afirm¨® que, al margen de que las decisiones corresponden al Gobierno, el tiempo de Hacienda es limitado. Para los pr¨®ximos meses est¨¢ prevista tambi¨¦n la aprobaci¨®n de los reglamentos que desarrollar¨¢n las leyes aprobadas en los dos ¨²ltimos a?os, concretamente los de activos financieros, impuestos sobre el valor a?adido (IVA), el decreto ley sobre libertad de amortizaci¨®n y otros incentivos fiscales, el de sanciones y el de inspecci¨®n. De estos dos ¨²ltimos -los m¨¢s retrasados- dijo que est¨¢n formulados en el nivel de primer anteproyecto y que en septiembre pasar¨¢n a informe del Consejo de Estado.

Paralelamente, Hacienda intensificar¨¢ en el pr¨®ximo trimestre la preparaci¨®n del IVA con medidas de gesti¨®n, formaci¨®n y divulgaci¨®n que aminoren el fraude en su primer a?o, 1986. Por ello los anuncios sobre la necesidad de realizar el conjunto de gastos fiscales, que rondan cada a?o el bill¨®n de pesetas, as¨ª como la reforma de los impuestos de sociedades y patrimonio, carecen de fecha para su realizaci¨®n.

Decididos los criterios

Los criterios t¨¦cnicos s¨ª parecen decididos, a juzgar por los comentarios de altos cargos del fisco presentes en el curso. Del impuesto sobre sociedades o beneficios de las empresas se pretende revisar el conjunto de incentivos. En el impuesto sobre el patrimonio se desea modificar la tarifa, coordinarlo con el de la renta, introducir la autoliquidaci¨®n y dar un trato espec¨ªfico a los patrimonios familiares y empresariales.Hacienda busca m¨¢s facilitar el control de las rentas a trav¨¦s del patrimonio que elevar la escasa recaudaci¨®n del tributo (poco m¨¢s de 12.000 millones de pesetas al a?o), prop¨®sito para el que prefiere utilizar el impuesto sobre las sucesiones. Al formular las conclusiones personales del curso en el que ha actuado de director, el secretario general de Hacienda insisti¨® en que la presi¨®n fiscal espa?ola es comparativamente baja, debido en gran parte a "un alto nivel de fraude", y admiti¨® cierta reca¨ªda en la conciencia fiscal.

El hecho fue denunciado en un coloquio previo por Fernando Arvex, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Asesores Fiscales, y por Alejandro Mu?oz Alonso, catedr¨¢tico de Opini¨®n P¨²blica. El primero dijo que Espa?a ha pasado de para¨ªso a infierno fiscal. El segundo, que el alborear de dicha conciencia a partir de 1977 ha sido seguido por un movimiento de resistencia generado ante el r¨¢pido aumento de las cargas, los gastos p¨²blicos y el d¨¦ficit.

Para Mart¨ªn Seco, la falta de conciencia, aunque influida por haber dejado de abordar la reforma de la Administraci¨®n, ha sido "algo querido por grupos importantes a quienes no les interesa que haya conciencia fiscal y a quienes desde un principio no molestaba la reforma".