Enorme p¨¦rdida para la gente de buena voluntad
Suecia entierra hoy a su primer ministro y l¨ªder del partido socialdem¨®crata, Olof Palme. El desalmado asesinato de Palme ha provocado un sentimiento de dolor y de sincero pesar, no s¨®lo entre los ciudadanos suecos, sino tambi¨¦n entre la gente de buena voluntad de todos los continentes. Olof Palme era un hombre de raro atractivo personal. Bondadoso, reun¨ªa paciencia y dureza, precisi¨®n y moderaci¨®n, dignidad y modestia. De voz tranquila y sobrio juicio, pero de apasionados llamamientos, Palme era o¨ªdo cada vez m¨¢s por los dirigentes de muchos pa¨ªses, sin excluir los dirigentes de las superpotencias del mundo moderno.Olof Palme fue no s¨®lo uno de los l¨ªderes m¨¢s reconocidos de la socialdemocracia mundial, sino tambi¨¦n uno de los l¨ªderes morales de nuestros agitados tiempos. Todav¨ªa no sabemos el nombre de su asesino, ni los motivos de este crimen pol¨ªtico, ni tampoco el grupo terrorista que plane¨® y ejecut¨® la acci¨®n criminal; pero ya, ahora, se puede encuadrar el asesinato de Olof Palme en el conjunto de tr¨¢gicos acontecimientos, como el asesinato del mahatma Gandhi y de Indira Gandhi en la India, el de los hermanos 'Kennedy y de Martin Luther King en Estados Unidos y el de Aldo Moro en Italia, as¨ª como el atentado contra el papa Juan Pablo II.
La vida y la actividad de Olof Palme est¨¢n inseparablemente ligadas a la vida de Suecia y a la acci¨®n del Partido Socialdem¨®crata sueco, que fue formado hace aproximadamente 100 a?os y que durante casi 50 a?os estuvo a la cabeza del Gobierno. Este partido consigui¨® enormes cambios positivos en la vida de la sociedad sueca, aunque ¨¦stos les parecen insuficientes a los miembros m¨¢s radicales del partido y, por el contrario, demasiado radicales a los miembros conservadores.
La socialdemocracia moderna aparece como un conjunto de puntos de vista heterog¨¦neo y desigual en distintos pa¨ªses. Se trata de puntos de vista formados bajo la influencia de distintas ense?anzas socialistas y reformistas, incluida la marxista. Pero el partido de la Internacional Socialista agrupa los esfuerzos para una organizaci¨®n mejor y m¨¢s justa de la sociedad moderna, utilizando medios pac¨ªficos y una reforma gradual.
Doctrina dominante
Esta doctrina no pudo desarrollarse en un pa¨ªs tan humilde y pobre como China y tuvo pocas posibilidades de ¨¦xito en un pa¨ªs como Rusia. La socialdemocracia no pudo ejercer influencia en un pa¨ªs tan supercapitalista como EE UU. Pero no es casualidad que esta doctrina sea hoy la dominante en la mayor¨ªa de los Estados de Europa occidental y se encuentre profundamente enraizada en Suecia.Hubo un tiempo en el que para los comunistas de Rusia y de todo el mundo no hab¨ªa enemigo m¨¢s odiado que la moderada socialdemocracia. Pero los tiempos han cambiado y la memoria de Olof Palme fue homenajeada durante el congreso del PCUS (el 27? Congreso, que concluy¨® el pasado seis de marzo en Mosc¨²). En esto vemos no s¨®lo la lecci¨®n y la experiencia de la historia, sino tambi¨¦n los enormes m¨¦ritos de los l¨ªderes de la socialdemocracia, como son Olof Palme o Willy Brandt, cuyo trabajo tranquilo y paciente ha dado tantos frutos importantes en la actualidad.
Como historiador, quisiera hablar no s¨®lo de los cambios en las relaciones entre los socialdem¨®cratas y los comunistas, sino tambi¨¦n sobre las relaciones entre Rusia y Suecia.
Hace 1.000 a?os los guerreros vikingos amedrentaban a las poblaciones de muchos pa¨ªses europeos, incluidos los rusos, a trav¨¦s de cuyas tierras los vikingos se abr¨ªan camino hasta la antigua Bizancio. Los soldados suecos participaron en casi todas las guerras medievales de Europa. Las numerosas guerras ruso-suecas constituyen un enorme cap¨ªtulo en la historia de Rusia y de Suecia. Pero ya a principios del siglo pasado Suecia renunci¨® a emplear la fuerza en el campo internacional. Libre de preocupaciones coloniales, mantuvo su neutralidad en todas las guerras del siglo XX. La energ¨ªa y capacidad del pueblo sueco se concentr¨® en la soluci¨®n de los problemas internos, y no hay nada de extra?o en que, con sus modestos recursos, Suecia pertenezca hoy al conjunto de pa¨ªses m¨¢s desarrollados y del mundo.
La neutralidad sueca no equivale a indiferencia ante el destino del mundo. La sociedad sueca siempre estuvo del lado de los oprimidos y privados de derechos. Los tiranos derrocados y los dictadores que tem¨ªan a sus pueblos no ocultaban sus millones en Suecia ni recib¨ªan aqu¨ª asilo pol¨ªtico. Suecia estimulaba todas las causas positivas, y el nombre de Palme no est¨¢ ¨²nicamente al pie del Acta Final de la Conferencia de Helsinki. Precisamente a la objetividad de Suecia y de la Academia Sueca deben su autoridad los premios Nobel de Ciencias y Literatura.
Olof Palme fue uno de los mejores representantes de Suecia y del pueblo sueco. Suecia mantiene su neutralidad no s¨®lo con palabras. Tiene tambi¨¦n Ej¨¦rcito y polic¨ªa. Es dif¨ªcil comprender por qu¨¦ en estos tiempos, cuando en los pa¨ªses m¨¢s pobres muchos de los l¨ªderes est¨¢n rodeados de centenares de guardaespaldas armados, el primer ministro sueco no ten¨ªa a su lado en el momento del atentado ni un solo polic¨ªa.
Suecia est¨¢ de luto, pero aqu¨ª no surgen llamamientos de venganza. Esto responde al esp¨ªritu de la naci¨®n, pero nadie debe olvidar que el mal tiene muchas caras y es p¨¦rfido. Por eso, al expresar mis condolencias al pueblo de Suecia y a su socialdemocracia, es dif¨ªcil evitar pensar que los compa?eros de Olof Palme no pudieron protegerle del infame tiro en la espalda.
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