Las u?as del p¨¢nico necesitan otra manicura
Hace exactamente un a?o, una mano met¨¢lica de afiladas u?as, provoc¨® una de las mayores pesadillas cinematogr¨¢ficas de los ¨²ltimos tiempos. La llevaba en su diestra una figura siniestra, producto de los sue?os adolescentes de una chica convencional de public school americana, convertidos en realidad por la fuerza de la ficci¨®n.El m¨¦rito de su director, Wes Craven (un peque?o maestro del Cine reciente de terror, acaso sobrevalorado en los c¨ªrculos especializados, pero sin duda astuto, en esta Pesadilla en Elm Street), estuvo en mantener un clima absorvente, angustioso, durante toda la pel¨ªcula, llegando incluso sin trucos t¨¦cnicos ni alardes de gui¨®n a confundir ante el espectador la realidad con la pesadilla, ambas con la misma textura sofocante.
Pesadilla en Elm Street 2
D¨ªrector: Jack Sholder. Int¨¦rpretes: Mark Patton, Kini Myers, Robert Rusier, Clu Gulager, Hope Lange. ,Gui¨®n: David Chaskin. Fotogr¨¢f¨ªa: acques Haitkin. M¨²sica: Christopher Young. Estadounidense, 1986. Estreno en Madrid en el cine Palacio de la M¨²sica
Nos llega ahora su -inevitable- segunda entrega, Pesadilla en Elm Street 2. El espectro on¨ªrico de sombrero de ala, cara arrugada y afilados cuchillos en la mano derecha vuelve a hacer de las suyas entre la poblaci¨®n adolescente de Elin Street. Los resultados, en honor a la verdad, no est¨¢n a la altura de los prece,dentes; Jack Sholder es un buen director- (lo demostr¨® en su percutante Alone in the, dark, de un horror muy conceptual) y la pel¨ªcula est¨¢ estupendamente empaquetada.
T¨®picos
Pero tambi¨¦n llena de t¨®picos: la familia Walsh (sin nada que ver con Raoul) y sus desayunos con cereales, el monstruo emergiendo del pecho del protagonista en la buena tradici¨®n alien¨®fila, los imprevistos y previsibles giros finales a bordo del autob¨²s escolar ... ; y los estilemas habituales que hoy conforman un g¨¦nero renaciente, superpoblado y, por tanto, tendente a la nota convencional.Pesadilla en Elm Street no tiene el cuerpo uniforme, de aut¨¦ntica pesadilla vivida, del filme de Craven; se ve con agrado, aunque sin la suficiente dosis de impacto. U?as y pel¨ªcula necesitan una buena manicura. Este remake no justifica en absoluto su necesidad.
Babelia
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